Al fin ha llegado ‘Vengadores: Infinity War’, la película con la que Marvel había prometido poner patas arriba su universo cinematográfico. Las primeras opiniones llegaban a asegurar que cambiaba las reglas tanto para estos superhéroes como para el blockbuster en general. Las expectativas estaban por las nubes y hacía falta poco menos que una obra maestra del cine de puro entretenimiento para estar a la altura.
Por mi parte no tengo problema alguno en decir que suelo disfrutar bastante con las aventuras de los superhéroes de Marvel. Es cierto que a alguna historia en concreto quizá le hubiese venido bien otro tipo de enfoque, pero ellos decidieron centrarse en la diversión por encima de todo. Sin embargo, en ‘Vengadores: Infinity War’ había que elevar la apuesta y así lo hacen los hermanos Russo, pero se quedan a las puertas de la grandeza por culpa de los pequeños detalles.
Marvel lo pone todo encima de la mesa
Marvel ya había realizado varios crossovers a lo largo de estos años. La primera fase tocó techo con ‘Los Vengadores’ y desde entonces ha sido habitual ver a varios de ellos juntos, pero nada de eso nos había preparado para lo que nos esperaba en ‘Vengadores: Infinity War’, donde la primera dificultad era saber cómo lidiar con tantos personajes sin que ninguno de ellos o la narrativa de la película se resienta.
El primer gran acierto de la película es saber cómo implicar a todos los personajes importantes y darle a cada uno de ellos algún tipo de arco argumental, por pequeño que sea -quizá Black Panther sea el que peor parado sale-. De esta forma realmente se siente que aportan algo al conjunto en lugar de ser uno más en el campo de batalla. La primera consecuencia de esto es que hay múltiples líneas argumentales condenadas a confluir, pero tomándoselo con cierta calma antes de que eso suceda.
Al respecto conviene aclarar que hay algún personaje que brilla por su ausencia en la película. Una decisión que quizá moleste a algunos, pero simplemente no había espacio para más. La película ya era demasiado grande como para añadir más ingredientes sin arriesgarse a que todo se venga abajo. De hecho, ya varios miembros de la Orden Negra de Thanos se quedan por debajo de lo esperado por su naturaleza de meros sicarios sin ningún tipo de motivación distintiva entre ellos.
Y es ahí donde encontramos otro de los aspectos definitorios de ‘Vengadores: Infinity War’: se da totalmente por sentado que el espectador está familiarizado con sus protagonistas y el camino que les ha llevado a la situación actual, por lo que el espectador casual seguramente se sienta algo perdido. Un sacrificio necesario, porque de lo contrario nos habríamos ido a un metraje desmesurado con escenas que poco aporten a los millones de fans.
Los pequeños problemas
De hecho, los momentos más pausados –que no son precisamente abundantes- están más orientados a ampliar la mitología alrededor de un par de personajes, enriqueciendo así lo que sabíamos previamente de ellos y marcando la evolución de su historia en ‘Vengadores: Infinity War’. Por lo demás es un espectáculo que ya empieza por todo lo alto y en ningún momento está dispuesto a dejar de pisar el acelerador.
Por mi parte, estaba gozando muchísimo con un prólogo muy potente en el que además no se embarulla lo que sucede y que sirve para remarcar la importancia de la amenaza a la que se van a enfrentar los protagonistas hasta límites nunca vistos hasta ahora. El problema es que también entonces realizan una concesión necesaria para la forma en la que está planteada la historia ante la que resulta imposible dejar de pensar en por qué no ha sucedido cierta cosa.
Eso es algo que vuelve a suceder en varios momentos a lo largo de su metraje, rebajando de forma clara ese componente épico que tanto ansían alcanzar los hermanos Russo. Y hay escenas deslumbrantes visualmente que realmente te hacen ver ‘Vengadores: Infinity War’ como la culminación técnica de la saga, todo ello sin descuidar los rasgos que habían permitido destacar a cada uno de ellos, aunque eso traiga consigo ciertos vaivenes de tono, pasando por ejemplo del cachondeo de los Guardianes a la actitud más noble del Capitán América.
‘Vengadores: Infinity War’ es un impresionante espectáculo
Ese último detalle se compensa hasta cierto punto al separarlos en líneas argumentales diferentes en las que se sabe administrar bien la personalidad de todos ellos. Es cuando toca saltar de uno a otro cuando puede llamar la atención, pero eso se va atenuando a medida que avanza el metraje y la amenaza de Thanos -impresionante Josh Brolin- se hace cada vez más temible. Y es que aquí se cambia lo que transmiten las muertes –no me vengáis con que eso es spoiler si no digo quién hinca la rodilla-, porque las que tienen lugar individualmente realmente se sienten definitivas.
Y es que es verdad que en ‘Vengadores: Infinity War’ vuelve a haber una carga cómica indiscutible y que además funciona de maravilla -si acaso quizá sorprende que uno de los protagonistas recurre a él tras lo vivido no mucho antes-, pero el tono va volviéndose más serio, confiando incluso el peso dramático a personajes algo dejados de lado hasta ahora. Todo está estructurado de una forma muy cuidada, siendo en los detalles donde surgen sus pequeñas debilidades.
El más evidente es que sabemos que ‘Vengadores: Infinity War’ no es el final del camino, lo cual resta fuerza a ciertas escenas que en sí mismas son difíciles de mejorar. Además, los momentos de acción están ejecutados de forma notable, sin caer en el abuso de los planos cortos para compensar posibles deficiencias en los combates más físicos y recreándose de forma gloriosa en aquellas en las que se puede confiar más en los recursos digitales.
No obstante, llega un punto en el que la cantidad de acción puede ser tan elevada que llegue a saturar a algunos espectadores. Es lo mismo que si no paran de contarte chistes o de ponerte escenas milimétricamente pensadas para provocarte el llanto. Aquí se llega a tal sobredosis de acción que no me extrañaría que más de uno llegue a ese límite personal, aunque curiosamente conmigo no sucedió cuando sí sufrí eso con el desenlace de otra aventuras de Marvel. El efectivo y hasta cierto punto hermoso desenlace -aunque para llegar a él haya un hecho bastante discutible- seguramente ayude a que nadie se quede con un mal sabor de boca por ello.
En definitiva, ‘Vengadores: Infinity War’ es un gran entretenimiento que incluye una notable cantidad de escenas asombrosas, pero no termina de dar en la diana por los pequeños detalles, algunos heredados por formar parte del universo Marvel y otros que vienen desde el guion para que la película sea posible tal y como la concibieron los hermanos Russo. Y no, tampoco es la mejor película de la compañía, ese honor sigue siendo para ‘Capitán América: El soldado de invierno’.
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