La carrera del joven canadiense Jason Reitman no sólo prometía mucho cuando muchos se fijaron en él tras el éxito de ‘Juno’, sino que ha demostrado que estamos ante uno de los directores más interesantes del cine de Hollywood. Responsable de la adaptación (junto a Sheldon Turner) de la historia de ‘Up in the Air’, demuestra su solidez en la realización y capaz de sacar el máximo partido a sus actores, regalándoles eso sí, escenas y diálogos para el lucimiento de cara a la galería.
Así lo logra George Clooney, en un papel a su justa medida, del que extrae lo mejor de un independiente, solitario, optimista y triunfador ejecutivo encargado de hacer el trabajo sucio de una gran empresa. Su vida está en el aire, y es cuando despega el avión cuando sus lazos y sus vínculos de desatan y se siente libre.
Ese es su personaje, con el que Clooney nos vuelve a demostrar que a pesar de no ser un actor de gran profunidad ni de muchos matices, sabe sacar el máximo partido a su atractivo, a su aspecto de galán, de triunfador y, también, de vividor. Reitman dibuja a su personaje con exquisitos diálogos y le ofrece escenas donde la atractiva sonrisa del actor, seduce a la cámara con gran elegancia. Quizás se podría afirmar que uno de los mejores papeles con los que se ha encontrado el actor y que ha sabido aprovechar.
Elegancia es precisamente lo que destila la realización. Sin fisuras, apoyada en una selecta banda sonora, con una fotografía academicista pero sólida, que nos lleva por esta historia de principio a fin, y pasando con sutileza pero con convicción por los distintos temas que plantea ‘Up in the Air’. La necesidad de independencia, de evitar ataduras, pero sin poder evitar, a pesar del esfuerzo, en caer en las redes del amor, cuando llega inesperado y casi sin querer admitirlo. También se tratan temas como el compromiso, como en la brillante escena donde Clooney tiene que convencer al futuro marido de su hermana de las bondades del matrimonio, cuando él es, precisamente, el principal detractor de todo lo que signifique atadura sentimental. Por no olvidarnos, del buen reflejo que resulta de la época de recesión actual, a través de los numerosos testimonios de los trabajadores a los que Clooney les tiene que despedir.
Pero Clooney no es el protagonista absoluto. Está acompañado de dos féminas, que le suponen la réplica y que completan el reparto protagonista sin restar ni un ápice de brillantez en sus trabajos. De un lado tenemos a Vera Farmiga, bella, elegante, admirable y que se mete a Clooney en el bolsillo (y de paso al espectador masculino), entre similitudes (ambos vuelan todo el año por motivos profesionales, tienen éxito en sus respectivos trabajos, y un aparente despegue emocional por el sexo opuesto) y una seductora postura de desapego que cala hondo en el papel del galán, y deparará alguna emotiva sorpresa.
Por otra parte, tenemos a Anna Kendrick, una joven actriz, aparentemente carne de cine para teenagers, que se marca un papel sorprendente, a base de generosidad y brillantez. Interpreta a una joven compañera del protagonista, que supone aires de cambios en la empresa, en su vida y en su forma de entender su profesión. Aparentemente opuestos, compartirán horas de vuelo y desempeños profesionales con los que ambos irán aprendiendo uno del otro. Talentosa actriz que depara algunos de los mejores (y más divertidos) momentos del film.
No es sin embargo ‘Up in the Air’ un título grandilocuente como lo hacen aparentar la cascada de nominaciones y premios que está cosechando. Sigue ese camino de cine auténtico, sencillo, de historias entrañables, de personajes muy reales y carismáticos que Reitman ya mostrara en ‘Gracias por fumar’ y, sobre todo, en la citada ‘Juno’. Aquí cuenta con mayor presupuesto y una estrella de primer orden como Clooney, al que consigue extraer sus mejores armas, que son también, por qué no, uno de los principales atractivos de la cinta.
En definitiva, nos encontramos con una comedia sincera (aderezada de romance y drama), entretenida, bien contada y que deja la sensación de que para ver buen cine, solo es necesario un gran guión y unos actores inspirados.