Esta tarde se estrena 'Up In The Air', un film de Jason Reitman, protagonizado por George Clooney, quien interpreta a un especialista en despedir a personas que trabajan para otras empresas y así ahorrarles a los jefes el mal trago de ver cómo reaccionan sus empleados ante la noticia. Su ocupación parece traerle sin cuidado y lo único que le preocupa es sentir que está el mayor tiempo posible fuera de su impersonal apartamento en Omaha. Acumula puntos de una tarjeta de fidelización por volar, alquilar coches y hospedarse en hoteles y tiene la pretensión de alcanzar un número muy elevado de estas "millas" como único objetivo en la vida. Parece muy feliz, pero su statu quo se tambalea cuando una joven emprendedora sugiere a su jefe introducir el despido por videoconferencia, lo que reduciría drásticamente sus oportunidades de viajar.
En una época como la que nos ocupa —que, por cierto, está influyendo tanto a nivel global que cuando, dentro de unos años volvamos a ver capítulos de series de ahora, escucharemos sin parar la frasecita de marras: "in this economy" y nunca se olvidará que vivimos esta crisis— el tema del despido y cómo este afecta a las personas que lo sufren es una perfecta base para construir una película. No sólo por las connotaciones psicológicas, sino también por las posibilidades dramáticas y por lo que de protesta o advertencia puede conllevar. 'Up In The Air', además, contempla la elección entre la soledad y la vida en familia. Esta otra cuestión está mucho más vista que la anterior, así que me interesa infinitamente menos.
El guión, basado en una novela de Walter Kirn, no ha logrado una total integración de ambas observaciones, sino que las va estudiando por separado haciendo así que la película se divida en grandes bloques en los que se alternan dos tramas que no se cruzan demasiado bien. Me explico: el trabajo del protagonista sí influye en su modo de vida, pero no su ocupación específica—él podría ser vendedor de seguros o visitador médico y daría lo mismo—, sino el hecho de viajar. No se contemplan la crueldad de despedir a gente a destajo ni la imposibilidad de empatía o la inmunización ante los sentimientos que se desarrollaría por haber visto tanto sufrir. El tema de los despidos en seguida se da por despachado y el resto de la película se centra en el tan manido y aleccionador mensaje sobre formar una familia.
Muy parecida por el tipo de personaje que coloca en el lugar preeminente a 'Gracias por fumar', se me antoja, sin embargo, su hermana pequeña. Aquel film me pareció genial por sus diálogos de los que aquí sólo podemos encontrar pequeñas representaciones. 'Gracias por fumar', por otra parte, tenía mucho más claro su concepto y estaba centrada y bien enfocada. De ella salías con una idea muy clara de cómo funcionan y qué influencia tienen los lobbies y de ese tipo de personas que se ganan la vida hablando. Aaron Eckhart bordaba aquel personaje. George Clooney está muy bien aquí, tiene gestos de gran elocuencia, pero me quedo con Eckhart, cuya interpretación me resulta inolvidable. Una pena que por la fama de cada uno de los intérpretes este film vaya a tener más espectadores que el anterior, siendo bastante menor en calidad.
La aportación de este film, sin embargo, se encontraría en esa mujer joven que llega a la empresa llena de nuevas ideas, pero que necesita aprender. A pesar de que su personaje está introducido con una función muy clara: la de servir de contrapunto y de confidente al protagonista; tiene su propia vida y nos la creemos como ser humano. Supongo que lo que tocaría decir es que Anna Kendrick es un gran descubrimiento, pero simplemente me limitaré a afirmar que hace bien su papel.
Vera Farmiga también está correcta, pero no encuentro que suponga nada especial dentro del conjunto, funciona más como concepto que como personaje. SPOILER: No es que él se haya enamorado de su arrolladora personalidad o de su belleza y por ese motivo decida que necesita pasar su vida con alguien. Él toma esa decisión por motivos ajenos a esta mujer y, cuando la ha tomado, busca con quién podría vivir acompañado y resulta que ella es lo más parecido que tiene a una novia, pero nada más. Ella estaba en el momento y en el lugar adecuados, pero no signfica nada ni en la película ni en la vida de su protagonista. FIN DEL SPOILER.
Técnicamente la película tiene grandes aportaciones. En ese extenso trailer que circula por los cines y que casi te cuenta la historia entera, podemos ver varios de estos momentos tan logrados: los montajes discontinuos en los que el protagonista hace la maleta o sus llegadas a aeropuertos y hoteles, donde es un rey, con esos elegantes encuadres. Esta presentación del personaje y de su forma de vida es lo mejor del film y por ello no nos importa que se coma más tiempo del necesario, porque ese inicio va a ser muy superior a todo lo que venga detrás. Es curioso el cambio de tono de la fotografía que se da en la ceremonia de la hermana. De tonos fríos, blancos y negros, cuadros muy vacíos y asépticos, se pasa a un abigarramiento total de colores y hasta podría parecer que se ha cambiado la emulsión, como si aquí Reitman imitase los vídeos de bodas.
Me pregunto si las señoras que vayan a ver esta película como quien compra una cafetera de hacer espressi la encontrarán interesante. El mensaje final seguro que les encanta, pero el desarrollo probablemente les aburra un poco, debido a esa estructura en bloques tan separados y a que la realidad es que no encontramos un conflicto que provoque la existencia de una auténtica trama. Para mí —que debo de ser una de las pocas féminas del globo a las que Clooney no le hace ningún efecto de cosquillas—, lo que el film me podría haber aportado en terrenos psicológicos, sociales, de diálogos… está apuntado, pero no del todo alcanzado.
Mi puntuación:
En blogdecine | 'Up in the Air', sólida comedia con buenas interpretaciones y mejor guión.