El documental ‘Una verdad incómoda’ (An Inconvenient Truth, 2006), dirigido por Davis Guggenheim, y ganador de un Oscar, seguía la actividad del ex vicepresidente de los Estados Unidos Al Gore en su misión de crear consciencia sobre los peligros del cambio climático. Once años después, su secuela llega como complemento perfecto de la original. Si aquella era una dura advertencia, esta se encarga de mostrar las consecuencias tangibles que predecía.
Los datos, la imágenes y las evidencias que muestra son una refutación afilada a todos los negadores y detractores que trataron de desacreditar a la película original de Davis Guggenheim. Este nuevo seguimiento puede no estar tan bien acabado como la obra de Guggenheim, pero sin duda es totalmente oportuno, después de la muy reciente retirada de Estados Unidos del acuerdo de París sobre el cambio climático.

Un hombre contra la tempestad
Co-dirigido por Jon Shenk y Bonni Cohen, el documental es todo un testimonio de que Al Gore no muestra ningún signo de retroceso en su guerra climática, a pesar de los reveses que va sufriendo en su lucha. Si ‘Una verdad incómoda’ mostraba a Gore bombardeando a su público con datos a través de su presentación de diapositivas, aquí lo seguimos en su día a día desde aquel momento. Una búsqueda contínua de promover las energías renovables.
Ya sea que viendo cómo se derriten los bloques de hielo en Groenlandia o caminando por las calles inundadas de Miami, Gore ofrece muestras visibles del cambio climático metiendo las manos en el terreno. También se reúne con víctimas, como Alfred Romualdez, ex alcalde de la ciudad de Filipinas destrozada por el tifón Haiyan que emociona cuando el superviviente Demi Raya recuerda la tragedia. Las imágenes del cementerio de la ciudad dan una nueva dimensión al problema.

La primera parte del documental, en resumen, es un compendio de explicaciones de consecuencias inesperadas del calentamiento. Mayores probabilidades de huracanes, mayor fuerza y más y más inundaciones en todo el mundo. Una lástima que no pudieran haberlo complementado con las recientes tragedias en Houston y Florida, puesto que el Harvey no hace sino confirmar todo lo que se apunta brevemente. De nuevo vuelve a ser profético.
La historia que puede salvar o condenar a la humanidad
Sin embargo, no todo es desesperación. El exvicepresidente muestra también los grandes avances en materia solar y eólica, y ofrece verdaderas esperanzas para la alternativa con la exposición de cuentas sólidas. Un viaje de Gore a Georgetown, Texas, en el corazón de la zona más petrolera, sirve como entrevista a un alcalde republicano que está convirtiendo su ciudad hacia las energía renovables. Gore, astuto, muestra a un opositor tradicional contando bondades de su sistema energético desvelando una nueva verdad: también interesa desde el punto de vista capitalista.
El tercer acto nos lleva a la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en París en 2015, cuando Gore trata de conseguir que la India, reacia, se suba a bordo del acuerdo. La parte con más autobombo del metraje, muestra a un Gore heróico, pero lo cierto es que su papel constante y su experiencia es decisiva para que los objetivos se consigan. El revés de los atentados de la ciudad francesa se mete como un intruso en el metraje general, pero, en el fondo, el pequeño homenaje a las víctimas tiene cierto significado global.
La coda final, explica por qué la llegada de Trump es catastrófica para el mundo entero, y su salida inmediata del acuerdo que tanto cuesta cerrar por tantos países nos da una idea del mazazo que significa para todos los que luchan por frenar el cambio. Un punto negro que no impide a la película acabar con un mensaje para inspirar a nuevas generaciones que encontrarán casi distópico el hecho de que lo que se predecía en el primer documental haya aparecido con más virulencia de la esperada.
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iman666
Todavía recuerdo como el primero,estando en los últimos años de la E.S.O., causo mucho impacto en mi. Por desgracia también recuerdo que lo único que se comentaba, era que Al Gore podía hablar mucho de cambio climático pero que luego iba a los congresos en su Jet Privado. Incluso se realizó el cálculo de cuanto consumía y emitía en sus desplazamientos. Claramente una época en la que ni gobiernos ni la ciudadanía en general se creia este ciclo. Tal y como vemso ahora con la administración Trump (segundo país con mayores emisiones de C02 del planeta, entre otros elementos).
Hoy en día, únicamente estamos comenzando a ver este cambio natural del planeta, en esta ocasión impulsado y aumentado por el ser humano. Tanto es así, que pese a los esfuerzos que realizamos día a día, a este documental (que seguramente volverá a triunfar) y a la labor de miles de investigadores y educadores, ahora ya no podemos volver a una situación anterior, simplemente porque hemos incorporado una variante al ciclo que antes no existía: el ser humano. Ahora mismo vamos a lo desconocido, ya que ninguna situación del futuro puede ser examinada o estudiada con los acontecimientos del pasado. Si podemos tener una aproximación, pero nunca va a ser certera al 100%.
Por lo que veo, el documental sigue con la premisa del anterior, solo que esta vez ha evolucionado en base a los acontecimientos que han ido sucediendo estos últimos 11 años. Si es como el anterior, va a ser un material increible de concienciación para reflejar en colegios, institutos y congresos de todo tipo, de modo en que futuras generaciones (sino nos las cepillamos antes), sepa como hacer frente a este ciclo.
Es en mi opinión lo que tenemos que buscar ahora con respecto al cambio climático: educación, concienciación, sensibilización y adaptación. Y creo que este documental, al igual que el anterior, a los educadores, a los que trabajamos en desarrollo sostenible y en concienciación sobre cambio climático, nos puede ayudar bastante.
leo.meneses.35
Nadie ha visto aún al hombre-oso-cerdo.