En 'Una novia para dos' ('My best friend´s girl'), Dane Cook interpreta a Tank, un hombre que trabaja como teleoperador y se gana un dinerito extra haciendo que las ex-novias de sus amigos se lleven tal decepción al tener una cita con él que quieran volver a los brazos de sus antiguos amores. Jason Biggs es el compañero de piso y mejor amigo de Tank y está enamorado de Alexis (Kate Hudson). Ella se muestra fría cuando él le declara su amor, así que Dustin recurre a su amigo. Tank pone en marcha sus estrategias, mientras Dustin se convierte en un auténtico "pagafantas". Lo que Tank no esperaba era sentir algo por Alexis, así que pronto se encuentra tan confuso que tiene que visitar a su padre, el profesor Turner (Alec Baldwin), para pedirle consejo.
La dirección de 'Una novia para dos', que se estrena el día 14, corre a cargo de Howard Deutch ('Más falsas apariencias', 'Equipo a la fuerza'). Como en todas las comedias románticas, nos podemos esperar totalmente el final. Pero es que quien desee ser sorprendido con giros de la trama inimaginables, se ha equivocado de género. En una comedia romántica, con tal de que cada uno de esos pasos que se dan hacia el final previsible sea algo original y con que nos creamos lo que sienten los protagonistas, es decir, con que haya química, ya tenemos un producto de calidad aceptable.
Añadiría también con que la película no sea esquizofrénica. Me refiero a todas esas comedias que comienzan siendo divertidísimas cuando están explotando la premisa que les dio origen, pero que se vuelven ñoñas, aburridas y moralistas en cuanto necesitan hacer el apaño entre los personajes principales. Más que comedias románticas, es decir, películas que mezclen estos dos géneros, son primero comedia y luego romántica, con una clara división en medio. Así que, si un film consigue, por lo menos, mantener un tono uniforme a lo largo de su metraje y combinar la comedia sin verse obligado a lanzar mensajes sobre el compromiso, la edad adulta, etc… en su final, también se agradece.
'Una novia para dos' aprueba en los dos apartados anteriores, por lo que, en mi opinión, ya tiene lo necesario para que me guste dentro de lo que es.
El guión de Jordan Cahan, además de contar una historia, hace un análisis sobre la psicología de las personas y sobre lo que funciona y no funciona en las relaciones. Me parece muy interesante, ya que considero que el ligar o no ligar es cuestión de actitud y que esas personas que se quejan del sexo opuesto por la resistencia que ponen a intimar, antes que protestar por el comportamiento ajeno, debería observar el suyo. Para decirlo con palabras más llanas y directas: que ser un plasta no funciona, vamos, que un plasta es lo peor que se puede ser.
Comienza el film haciendo observaciones sobre cómo a las mujeres lo que les influye de verdad para estar abiertas o cerradas a comenzar una relación es la situación en la que hayan conocido al hombre y la actitud que éste muestre. Pero más adelante 'Una novia para dos' hace ver que también a ellos les ocurre igual y que si la mujer es capaz de sorprenderles con respecto a lo que esperaban, la sensación es otra.
Todo esto que parece tan ajeno al film es lo que hace que 'Una novia para dos' se pueda considerar entre las opciones válidas para ir al cine a pasar un rato. Esa observación psicológica algo más profunda de lo habitual y alejada de los tópicos hace que no se trate del insoportable retrato sobre las aspiraciones matrimoniales de una desequilibrada, como casi todas las comedias románticas recientes.
Dane Cook es quien lleva el mayor peso de la película y está en su lugar, a pesar de ser el menos famoso de los intérpretes y de no tener demasiada planta de galán. Su personaje está bien retratado y la evolución que sufre se consigue hacer paulatina y creíble. Los otros tres: Kate Hudson, Jason Biggs y Alec Baldwin están más bien encasillados en sus papeles de siempre, pero funcionan dentro del conjunto del film. Biggs, por ejemplo, como contraste de Cook y como demostración de lo que no hay que hacer en una relación, está muy bien y resulta cómico, aunque también se ve un poco desaprovechado. Baldwin, llevando algo más allá el personaje de 'Rockefeller Plaza' aporta gran parte del humor. Hudson, como si fuese su madre, se debate entre la encantadora inocencia y la madurez con un personaje algo menos definido, pero bien logrado en general. Los personajes secundarios también están oportunos.
'Una novia para dos' es una película divertida en la que los puntos cómicos, sin ser demasiados, son los suficientes y tienen un nivel de comicidad más que razonable. Su mirada abierta hacia la actitud de las personas la hace refrescante y optimista y contribuye a que el espectador salga con una sonrisa de la sala.
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