“No tiene sentido estar chalado si no puedes divertirte un poco” – John Nash
En una crítica cinematográfica abundan expresiones como “buena” o “mala” película, y sus equivalentes. Pero hay otras que, quizá, debieran emplearse con mayor asiduidad ya que dan una idea mucho más nítida al lector de lo que se quiere decir, por mucho que se esté de acuerdo o no. “Mediocre” es una expresión que suena fatal, si bien quiere decir que el título en cuestión, o el artista, está en la media, lo que no es necesariamente negativo. Otra expresión que suena muy mal es “deforme”, es decir, algo cuya forma es completamente equivocada, desastrosa o inútil, y que sirve para muchas películas que vemos, aunque se usa muy poco. Eso sí, a la película de Ron Howard ‘Una mente maravillosa’ (‘A Beautiful Mind’, 2001) le va a la perfección, porque aunque podrían utilizarse otras que yo, por ejemplo, utilizo mucho (grotesca, mentirosa, vacía, inepta, tendenciosa, incluso abyecta), lo que más llama la atención, viéndola una vez más, es lo equivocada que está en su forma, pues siempre, siempre, importa infinitamente más cómo se hace el arte a qué se quiere contar con ese arte.
‘Una mente maravillosa’ pertenece a esa estirpe de películas que uno, en su ingenuidad, y en pleno siglo XXI, creería ya extinguidas, pero te descubres muy equivocado. De esas que te cuentan la historia de personajes casi angelicales, cuya vida queda trastornada por la tragedia (aquí, en forma de esquizofrenia paranoide aguda) pero que, pese a todo, triunfan en la vida, vencen a la adversidad, crecen como personas y terminan su historia felices y demostrando que el espíritu humano es extraordinario. Nada en contra, realmente, si esta clase de productos, destinados al disfrute de los espectadores menos exigentes, pasara desapercibido. Pero luego recibe importantes premios, atención mediática e importantes dividendos en taquilla, y ya la cosa cambia. Me veo en la obligación moral de denunciar que se ha aupado a los altares (por suerte, no por todos los que la vieron) a un producto que no se lo merecía en absoluto. No ya por mala película, algo tan relativo y hasta superficial, sobre todo porque pocas veces he tenido la sensación de que se de “gato por liebre” de una forma tan descarada. Y de formas hablamos, que a la hora de escribir críticas de cine, es lo que más debería importarnos.
Carta a Ron Howard
Señor Howard, dice usted mismo, y otros lo han corroborado, que frente a su mesa de trabajo posee usted un cartel que reza: “¿Cómo lo haría Martin Scorsese”?. Magnífica iniciativa, sin duda, aunque viendo el trabajo de usted, da la impresión de que, más que procurar buscar formas cinematográficas dignas del trabajo de ese eminente director, usted se dedique a hacer todo lo contrario. Baste ver ‘Toro salvaje’ (‘Raging Bull’, Scorsese, 1980), en la que, con insuperable pudor, compasión ilimitada, salvaje grafismo y escaso aprecio por la taquilla, el maestro italoamericano nos contaba el ascenso y caída de un sujeto arrasado por el dolor, la violencia y el autodesprecio: un paranoico cuya tragedia nos estremece hasta la médula. Baste verla, y luego ver ‘Una mente maravillosa’ para darse cuenta de lo que digo. Mientras Scorsese cuenta su propia historia a través de la de Jake LaMotta en una búsqueda desesperada de redención fílmica, usted, en connivencia con Akiva Goldsman, da la impresión de que lo que busca es un material apropiado para manipular a las masas, tocarles la fibra sensible, arrasar en taquilla, y obtener el Oscar al mejor director. Desde luego, logró todos esos objetivos, de modo que hablamos de un éxito en su empresa, aunque un fracaso total en ese otro asunto que es hacer gran cine.

Usted, señor Howard, es uno de esos niños mimados de Hollywood, que estuvieron en el lugar justo y en el momento propicio (y ese lugar y momento tienen un título, la magistral ‘American Graffiti’ (id, George Lucas, 1973), que tantas cosas significó), y cuya carrera como director es la quintaesencia de la mediocridad. Pero, ya se sabe, si se quiere triunfar hoy día se requiere de una condición imprescindible: ser un mediocre absoluto. Atienda, Ron: un director es un individuo que se dedica a investigar, sobre todo, en las formas, sin tomar jamás al espectador por imbécil (por mucho que haya algunos que lo pidan a gritos). Contar una historia real, además, implica una honestidad a prueba de bombas, más aún si es la historia de un hombre que ha sufrido indeciblemente una de las enfermedades más aterradoras que quepa imaginar. No se puede, por razones obvias, convertir esa enfermedad en un espectáculo audiovisual para que el respetable crea que está viendo una buena película. Momentos como el primer plano de Crowe, con una lágrima cayéndole por el rostro después de ser inyectado con insulina, o el plano cenital con su cuerpo convulsionándose en el hospital, provocan las ganas de vomitar por la zafiedad, el mal gusto, el morbo fácil, lo tendencioso de unas imágenes que deberían aspirar a la contención y a la compasión. No le voy a mentir, Ron.
Pero más allá de decisiones de guión y de representación, algo profundamente amorfo sacude la secuencia de eventos de su película. Exceptuando el breve lapso en que Nash, ya medicado, se enfrenta a una vida gris (y ya llegaré a eso), todo lo que se nos muestra está en el lugar equivocado, y es descarado el intento de ofrecer un espectáculo vibrante con un asunto, enfrentarse a una enfermedad espantosa, que ya de por sí debería bastar. Me explico: aunque lo que se nos promete es la historia de un hombre que un día descubre que gran parte de su vida es una mentira porque su mente le está suministrando hechos falsos, lo que obtenemos es un pastiche descabellado, en el que tienen lugar los códigos del cine negro, los del melodrama romántico más meloso, los del cine de suspense más trillado. ¿Por qué? Para mí la respuesta es fácil: a usted, a su guionista Goldman, y a sus productores y actores, les importa bien poco la historia de Nash, realmente. Se aprovechan de ella para engañar al espectador, utilizando el punto de vista de un hombre muy enfermo para que el espectador no sepa si lo que ve es falso o verdadero, lo que es una decisión lamentable, pues así pueden emplear esos códigos genéricos, “entreteniendo” al espectador, antes que centrarse en el terrible drama personal que, se supone, es lo que les interesa.
De esta manera, pasamos de los años universitarios, al matrimonio feliz de Nash, y de ahí a una historia de suspense, y de ahí...a que todo, o casi todo, lo que se nos ha contado es mentira. Muchas gracias, señor Howard. Por otra parte, Russell Crowe, un gran actor desperdiciado, que con ese cuerpo de gimnasio esculpido en la escuela de gladiadores y esos ojos azules de golfo irredento no pega mucho como matemático, cae en la incoherencia más absoluta a la hora de interpretar a su personaje, pues ora es un tipo seguro de sí mismo y seductor, ora es un individuo mezquino y sin personalidad, ora es genial, ora es un cobarde, un valiente, y así hasta el infinito. Entregado, además, a toda una colección de tics de actor, su caracterización es opaca y sería imposible empatizar con él si, como ya hemos comentado, usted Howard no procurara mostrarnos momentos terribles con el mayor morbo posible, para así exigir nuestra pena y nuestra atención. Tan exagerado es todo que cuando por fin accedemos a las imágenes inventadas por la mente de Nash, producen más risa que terror o pena, pues tu puesta en escena, Ron Howard, carece de empatía, tanto con tu personaje protagonista como con el espectador.

Ahora bien, de pronto, cuando a Nash le medican y deja de ser matemático, algo de cine vemos en pantalla. De pronto, ya no hay cine negro, ni cine romántico, ni cine de terror. Simplemente accedemos a la vida diaria, tediosa y sin esperanza, de este matrimonio. Y algo de verdad y de dolor auténtico puede sentir el espectador. Hay más cine ahí que en todo lo demás. Lamentablemente, dura muy poco, y una vez Nash decide no tomar más su medicación, y somos testigos de su enorme esfuerzo para distinguir, sin ayuda de las drogas, lo que es real y lo que no, todo vuelve a derrumbarse. Porque, señor director Howard, ganador de uno de los Oscar a mejor director más injustos de la historia, todo lo que no sea narrado en tiempo real, es inservible para el espectador, pues sólo lo que se percibe como una segunda realidad vale para algo. Y contar la lucha de Nash a lo largo de décadas por alejar sus fantasmas y las imágenes terribles que le acosan, mientras se convierte en un famoso matemático, eso es la historia que, en teoría, tú deberías contar, algo despachas en cinco minutos a base de elipsis, sin la menor fuerza dramática, sin aportar nada al espectador ni al cine. Este sub-producto no es más que otra oda al American Way of Life, al esfuérzate y triunfarás, al cine convertido en cuentacuentos infantiles.
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TRaVis_BicKLe
Sinopsis: Massanet y Scorsese lo habrían hecho mejor.
Conclusión: A Ron Howard le falta otro cartelito en su escritorio, "Como complacería a Adrián Massanet".
332616
"Me veo en la obligación moral de denunciar que se ha aupado a los altares (por suerte, no por todos los que la vieron) a un producto que no se lo merecía en absoluto"
es tristísimo lo de Massanet.
luissss
"pues siempre, siempre, importa infinitamente más cómo se hace el arte a qué se quiere contar con ese arte."
El cine es un lenguaje, y el objetivo del lenguaje es expresar algo, comunicar algo. La forma es importante, sin ninguna duda, pero lo verdaderamente importante es lo que se quiere contar utilizando esa forma. La forma es el medio para conseguir contar algo, no el fin, o por lo menos la mayoría de las veces. Saludos.
BoixKu®
"pues siempre, siempre, importa infinitamente más cómo se hace el arte a qué se quiere contar con ese arte."
No estoy para nada de acuerdo, si te preocupas por saber lo que se cuenta puedes econtrar respuestas sobre cómo se ha hecho ese arte.
[...] "cae en la incoherencia más absoluta a la hora de interpretar a su personaje, pues ora es un tipo seguro de sí mismo y seductor, ora es un individuo mezquino y sin personalidad, ora es genial, ora es un cobarde, un valiente, y así hasta el infinito".
Por suerte se nota que no tienes ningún ser cercano que sufra de esta enfermedad con estas afirmaciones. Enhorabuena. La esquizofrenia paranoide es una ENFERMEDAD INCOHERENTE. Si te preocuparas por el que se cuenta entenderías el 'cómo' lo interpreta Crowe. Lo siento pero la esquizofrenia paranoide, es así o incluso peor, pues es real. Si intentas condensar una vida en unos minutos es normal que la sucesión de cambios de carácter y en el pensamiento sean frecuentes.
Aparte de compararla con 'Toro Salvaje', recurso paupérrimo en una crítica pues la comparación siempre denota falta de argumentos, no me cuentas mucho más.
pilar62
Totalmente de acuerdo con la crítica. Es de las raras veces en el que Adrián ha expresado mis pensamientos acerca de una película casi palabra por palabra. Para mi esta película es algo peor que una mala película, es una película equivocada (aunque pueda tener algún momento interesante)
Sea como sea, a mi no me molesta que películas mediocres se encumbren, cada persona disfruta con lo que quiere. Lo que me molesta es que alguien como Akiva Goldsman, que para mi es el principal responsable de los problemas de esta película por encima del tantas veces vapuleado Howard, tenga los santos cojones de criticar al año siguiente el guión de Gang of New York.
PD: como veo que le estáis metiendo caña a luissss por decir que el fondo es importante, explico. Por supuesto el arte está en la forma de contar lo que quieres contar, pero si no tienes nada que contar, no está haciendo arte. Como decía Aristóteles, la virtud está en el justo medio. Es tan malo las obras que cuentan algo sin estilo alguno, como las obras que tapan el hecho de que no tienen nada que contar con exceso de formalismo. Llevar al extremo la forma sobre el fondo, convierte el arte en simple retórica.
Bob
Coño, un post sangrante de Massanet en el que estoy de acuerdo al 100%. ¿Qué hago? ¿Me voy al médico a mirarlo? No, que va. Estar de acuerdo con esta crítica debería ser lo más normal del mundo. Que esta basura triunfara en los oscar da una buena idea de como han caido estos premios.
julianfraco
Pues estoy seguro que se llenara este hilo con mas de un comentario defendiendo a la pelicula e incluso al director. Pero no podria estar mas de acuerdo, y creo que me extiendo mas alla... Lo peor que puede hacerse en una pelicula, peor que los planos mareantes, las explosiones a diestra y siniestra sin coherencia, a los personajes planos y estereotipicos escupiendo cliches a ton ni son, es sencillamente lo que hace Ron Howard, manipular tramposamente los sentimientos, acudir a la tragedia barata y facil con guiones de "hiperdrama" de corte tan previsible como poco imaginativo. Y es que si el espectador hace un ejercio, aunque sea pequeño de logica, se da cuenta que crear un "usa pañuelos" es facil, lo digo en serio, acudir a la tristeza de una persona y al exaltamiento "del espiritu humano" es relativamente facil, pero hacerlo bien, impresionar, dar una idea y contarlo como si fuera veridico, es algo solo al alcance con personas que poseen algo que el tramposo, por definicion no tiene, y es talento. Esta reseña me ha recordado mucho a "Camino" de Javier Frezzer, que lo que hace es coger un coctel "bomba" como el opus dei, la niñez, el amor y la muerte y poner en pantalla lo que ha salido de ese coctel revuelto... Y no, no es que yo sea monaguillo, la iglesia me parezca una santa (de hecho soy ateo) o espere que todas las peliculas sean "el padrino", pero cuando una pelicula se siente tan maniqueista, y trata al espectador como un tonto indicandole que es el bien o el mal, que es la esperanza o no, pues pasa como con Ron Howard y "The Wonderful Mind" Te aburres por momentos y sientes que mas que haber visto una pelicula, te han enseñado el folleto publicitario de la moral del director.
herb
a mi la peli me parecio un bodrio de tres pares, en eso nada que objetar....
Pero ¿me veo en la obligacion moral de denunciar?, ¿carta a Ron Howard? este hombre flipa mas que el protagonista de la pelicula...
andmat
"... Russell Crowe, un gran actor desperdiciado, que con ese cuerpo de gimnasio esculpido en la escuela de gladiadores y esos ojos azules de golfo irredento no pega mucho como matemático..."
y te quejas de los cliches..., triste ,triste
davidc.lipan
A Ron Howard le agradeceré eternamente por "Arrested Development" y "Frost/Nixon". Esta "A beautiful Mind" es una película muy simple, muy facilona, de esas que se ven un domingo de lluvia cuando no hay nada que hacer. Sobrevalorada, pues no merece un Oscar a mejor película por nada del mundo.(suponiendo que el Oscar premia a lo mejor en cine... cosa que con títulos ganadores como "Chicago", "The Hurt Locker" o "The King's Speech" no me convence mucho).
eluyeni
No me cuento entre los que defenestran la película, ni tampoco entre los que la defienden a capa y espada. Algunas cosas que dice Massanet son obvias, y estoy de acuerdo, pero en otras se contradice por su habitual tendencia a equiparar cine con arte. Y me explico. Que Ron Howard no haya hecho la película de la forma y el enfoque que fueran del gusto del editor es perfectamente comprensible: era un producto prefabricado para ganar los 'Oscar'. Por supuesto, como todos saben, la combinación de disminuido, grandes actores, un pelín de drama y algo de comedia, es casi sinónimo de ese premio o de estar nominado a él (repasen títulos, repasen). Que se acuse a esta película de no explorar el lado dramático, o apostar por otro me parece perfectamente lícito (y no veo yo que haya un manual donde diga cómo se tienen que hacer las cosas). Yo no culpo a Howard por no habernos ofrecido un descarnado folletín del matemático acudiendo a los médicos haciéndonos testigos de cómo su vida, su carrera y su matrimonio se van haciendo jirones como su mente. Por lo que si le desapruebo es por hacer la película algo aburrida y efectivamente muy poco consistente por tocar tantos palos (y clichés). A mí la historia me parecía fascinante, y los actores de primera, y me creo que podría haber salido algo bastante mejor. El "maniqueísmo" como excusa tampoco me sirve. 'Forrest Gump' tiene bastante de eso, pero es una buena película, notablemente más entretenida y trabajada. Y cito ésta, pero se me ocurren unas cuantas más...
Salu2 ;)
Chupamel Piene
Cuando leo una crítica tan elaborada como esta, y lo único que puedo contestar es "pos a mí no me parece tan mala" me pregunto si realmente me gusta el cine.
filmman
Creo que ´Una mente maravillosa´ NO es una película extraordinaria, pero no encuentro razón alguna para arremeter contra ella citando "cine completamente deforme". Me veo en la obligación moral de decir que el cine, por lo general y apartando el cine documental real, por su propia esencia, es manipulación y engaño. Y esto en ningún caso puede ser utilizado con menosprecio.
xtashaodokin
Freidme a negativos, pero cuando se estrenó esta película, de los que la fueron a ver y conocia personalmente en ese momento, no recuerdo ni una sola mala opinión acerca de la película. ¿Que pasa, que alguien dice que es mala por recurrir al chantaje emocional? Y encima, ¿si alguien comparte esa opinión, está chupado secundarla a la ligera? Y un carajo, no me creo que no os gustase cuando la fueseis a ver en su momento. Claro que recurre al chantaje emocional ¿y qué buena peli no lo hace? Camino tiene un 8 en Filmaffinity y no será por las pesadillas de la niña... Si queréis ver una peli sin emociones, os ponéis Transformers, que para eso está. Pero no la paguéis con una inocente película que, se merezca el Oscar o no, no hay nada que reprocharle.
pblgg
Al crítico decirle que el cine es eso, cine. El día que quiera ver la enfermedad lisa y llana me pillaré un documental. La película está bien sin más, y coge una historia que me importaría bien poco para darle vueltas y entregármela de forma interesante y entretenida. Eso es el cine, y después búscate movidas para destacar en el concurrido mundo de la crítica cinematográfica.
quietman
Que a gusto se queda uno despues de cumplir sus "obligaciones morales" y de denunciar cosas, eh? xD A mi no me pareció tan mala. Pero oye, que si tú te has quedado descansado y contento, perfecto.
229179
1.- Esta película debió llamarse "Una mente siniestra" 2.- A Ron Howard poco le importa lo que piensas mientras siga ganando millones de dólares y mas con tu tercera película que está dirigiendo con Tom Hanks. 3.- Tienes mucha razón en lo que cuentas pero cuando la vi por primera ves no dejó de interesarme esta película.
Saludos
chriss1982
Completamente de acuerdo una película lamentable y 100% maniquea y Ron Howard es un director de lo más mediocre de Hollywood, la definición de él que yo tendría es que es lo opuesto a Carpenter, es decir es un cobarde, que no tiene nada que decir y lo demuestra claramente en sus vacuas películas, lo único destacable de su filmografía me parece El desafío: Frost contra Nixon pero creo que está le debe mucho a su guión.
Y también coincido en el término de magistral para la película American Graffiti, espero una crítica suya de este clásico pronto.
shade2814
Nada que añadir excepto que sólo salvaría a Jennifer Connelly y a Ed Harris (si mal no recuerdo iban a protagonizar una película juntos), aunque Harris tiene más mérito porque no necesita los ojos o la cara de Connelly para tenerme en el bolsillo.
PD: Russell Crowe está en un papel menor pero no lo veo tan horrible.
PD2: Si le piensas mandar la carta a Howard yo puedo entregársela, de paso le haré saber cómo me siento respecto a sus películas.
yac
2 cosas. Ed Harris, y los ojos azules de Connelly son lo único que me gusto de la película.
rockatansky
Muy buena critica Massanet, deacuerdo al 100%. Esta pelicula es lamentable y aburridisima
Necrid
Pues a mi me gustó. Soy un monstruoooo T0T
PS: Hay que ver el GRAN director que se ha perdido este mundo.... El Gran Massanet.
sanamarcar
Flipante la que te monta el Sr. Massanet. Para que te pida una hamburguesa sin cebolla y te equivoques te manda al paredón.
La peli puede ser artificiosa pero estando la Conelli y Gladiator ya puede venir la enfermedad más terrible que se aguanta.
Yo me quedo en esta película cuando la chica se cabrea toda porque Nash no puede darle lo que necesita xD.
El problema Sr Massanet es que cada año tienen que darle el premio a uno, y pueden ocurrir estas cosas, que aunque no creo que sea el caso. Porque aunque usted no se lo crea esto son películas y la vida real son otras cosas...
clive
Tuve la suerte de leer el libro en que se basa la película, escrito por Sylvia Nasar, y tengo que decir que se parecen lo que un huevo a una castaña. Howard se centra en la esquizofrenia de un modo superficial, mientras que Nasar hace un estudio más profundo del talento de Nash para las matemáticas (en especial su Teoria de Juegos) en relación a la enfermedad que aqueja al premio nobel (aún vivo, por cierto).
La frivolidad de Howard queda patente en su lema "Cómo lo haría Scorsese".
drvenkman
Joder no puedo estar más de acuerdo,y no es la primera vez que lo digo sobre esta película.Sinceramente no la veo más allá de película de multicine Antena3,me parece aburrida,pretenciosa y encima mal contada.
Yo lo único que salvo es a Jennifer Connelly que siempre es genial verla en pantalla y a Ed Harris que no es tan guapo pero tampoco le hace falta..XDD. De todas formas la filmografía de este director tampoco es para tirar cohetes,Willow me encanta y poco más.Por cierto,lo de que ganara los Oscar a mejor película y mejor director es sencillamente lamentable.
manolo
Carta a Ron Howard? sin duda estas encantado de conocerte... Diametralmente opuesto a tu "crítica".
marat
A mi no me dasagrada,no digo que tirara cohetes cuando la ví,pero no me parece tan mala como pintan por aquí.Para ganar oscars?,pués tampoco es que tenga mucho en cuenta el criterio de los oscars.
"Atienda,Ron:un director es un individuo,bla,bla,bla.....",uff,Adrián,uff,no te perjudiques hombre.
kabe
Yo lo que considero es que una película, para ser buena o para transmitir algún sentimiento verdadero, no tiene que ser tan verdadera, contada con dolor (o desde él), como dice el redactor. No hay que olvidar que el cine también es evasión. Ojo, que no digo que lo que cuenta el redactor no sea cierto.
eloi.bigas
No se vosotros, pero yo des del principio adiviné que el tío era esquizofrénico... La peli es demasiado evidente.
Titto
La verdad es que la película es de vergüenza ajena (el momento 'te dibujo un paraguas en el cielo estrellado'). Pero si hablamos de formas, me parece que el autor de la crítica peca de lo mismo que se queja, hablándole directamente a Ron Howard, al que empieza tratando con mucha distancia, pero después se permite tutear y todo. Igual de tendenciosa la crítica que la película, mucho show que deja en segundo plano el contenido.