'Un novio para mi mujer', la misantropía está de moda

El 10 julio se estrena en España la comedia romántica argentina 'Un novio para mi mujer', dirigida por Juan Taratuto y protagonizada por Adrián Suar, Valeria Bertuccelli y Gabriel Goity.

El Tenso es un hombre tan calzonazos, que no se atreve a romper con su mujer, a pesar de que está de ella hasta las narices. La Tana es una mujer negativa, que se queja de todo y que no es capaz de mostrar la más mínima amabilidad. Los amigos y compañeros de equipo de fútbol aficionado animan a El Tenso a que contacte con El Cuervo Flores, un antiguo seductor, para que separe la pareja sin que parezca que el marido ha intervenido. El Cuervo sugiere a El Tenso que saque a La Tana de casa, para poder acosarla. Este cambio de aires comenzará a cambiar la vida de La Tana, que se irá sintiendo menos frustrada.

La estructuración argumental de 'Un novio para mi mujer' es muy clásica y hasta se podría decir que previsible, pero no por ese motivo es menos eficaz. Consigue hacer reír para cumplir con su faceta de comedia y logra transmitir emociones para funcionar como film romántico.

El ritmo es uno de los aspectos más logrados de 'Un novio para mi mujer' pues, no sólo avanza de una forma paulatina sin que se precipite el desenlace, sino que también se logra que la trama no quede detenida en ningún momento. El humor se distribuye de forma regular y mantiene una buena frecuencia de chistes. No le ocurre como a 'No sos vos, soy yo', también de Taratuto, que tenía momentos humorísticos brillantes, pero éstos estaban muy desperdigados y el film en general se hacía largo, pesado y sin gracia.

Los actores son tremendamente adecuados para sus personajes. Suar, en el papel protagonista del hombre sin sangre, hace reír por su situación, pero tarda muy poco tiempo en que comprendamos sus intenciones y que compartamos el deseo de separarse de su esposa. A Goity no nos lo podemos creer demasiado como conquistador, pero nos hace gracia en un par de ocasiones.

Bertuccelli, por su parte, tiene un mérito doble, ya que la vemos en el inicio como un ser inaguantable y luego conseguimos encontrarle el encanto cuando se transforma más adelante. Esta evolución está bien creada, de forma progresiva y basada en cambios que la justifican. Pero aún más importante es que en el inicio, aunque sabíamos que tendría que ocurrir, no lo veíamos como algo claro o siquiera posible. De esta forma, la emoción es mayor cuando se produce el giro.

Hoy en día están de moda los misántropos. Personajes que en otras épocas no se habrían planteado ni como secundarios, en la actualidad son protagonistas y atraen a hordas de seguidores que les dan la razón y que se escudan en ellos para reafirmarse en algunos pensamientos que probablemente no se habían atrevido a expresar. La Tana es una de ellas. Desde su espacio radiofónico comenzará a enumerar lo que odia y su éxito será tremendo porque, aunque en ocasiones sea cansino escuchar este tipo de quejas, en otras puede ser divertido y hasta catártico.

En este sentido, se puede decir que 'Un novio para mi mujer' es una película muy valiente, pues no hay nada peor que la cobardía de esas descripciones de personajes que tienen tanto miedo de plantarles defectos a los protagonistas, que los convierten en seres irreales y carentes de personalidad. El guión de Pablo Solarz se atreve y es posible que se pase, ya que a muchos espectadores La Tana podría no terminar de caerles bien ni siquiera tras su transformación, minando así las posibilidades de que se disfrute de la película. Pero es preferible correr es riesgo y perder, que empatar quedándose en lo de siempre.

Más información en Blogdecine sobre Juan Taratuto.

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