Michael Winterbottom no suele convencerme demasiado con sus películas, salvo la excepción de 'Camino a Guantánamo', que mira tú por donde estaba codirigida, film en el que la sinceridad de sus imágenes traspasaba la pantalla haciéndonos pensar en algo serio, un ejemplar caso de denuncia sin ningún tipo de manipulación barata. Ahora, el director inglés se va al otro bando para narrar una historia en las antípodas, pero resultado del mismo hecho, el conflicto entre USA y el pueblo musulmán, en este caso narrando de nuevo una historia basada en hechos reales, concretamente el secuestro y asesinato de un periodista norteamericano, cuya decapitación fue filmada en vídeo por sus raptores y asesinos.
Esta es una parte de la historia de Mariane Pearl, esposa del periodista asesinado, y que vivió un auténtico infierno mientras no sabía nada de su marido. Basada en el libro escrito por la propia protagonista de los hechos, Winterbottom logra una de sus mejores películas, un film directo al grano, quizá demasiado sujeto a unos hechos en los que se basa, y con un Winterbottom menos comprometido que otras veces, aunque realmente no hace falte que se decante ni a favor ni en contra, somos lo suficientemente listos como para entender cuando se comete una barbarie, más allá de estúpidas ideologías, creencias y demás excusas.
Winterbottom esta vez ha contado con gente "famosa" para su película. Por un lado tenemos como uno de los productores a Brad Pitt, y como la cosa queda en familia, evidentemente si el señor Pitt es el productor, su queridísima mujer es la protagonista absoluta del film, en un papel que en un principio era para Jennifer Aniston (ya podéis pensar todo lo mal que queráis). Una Angelina Jolie que consigue la que quizá sea su mejor interpretación hasta la fecha, aunque eso para algunos no sea demasiado difícil, pues hasta ahora lo que se dice interpretar, interpretar, esta mujer no lo había demostrado aún (y que nadie me venga con el risible Oscar que le dieron por el bodrio aquél). Pero aquí la cosa cambia, aunque tampoco estemos ante una de esas interpretaciones gloriosas que vayamos a recordar durante décadas. Eso sí, la actriz se entrega totalmente a su papel, creando un personaje propio, alejada totalmente de todo verismo, y con esto me refiero a que la intención de Jolie no es hacer una imitación de un personaje real, ni muchísimo menos, sino a partir del mismo, crear otro con vida propia. Y la actriz lo consigue, aunque se pasee toda la película caminando de un lado para otro de la casa en la que se encuentra mientras espera angustiada las noticias. Evidentemente, el director nos regala un momento sublime con la actriz, un instante apartado del resto del film, por decirlo de alguna manera, un momento de silencio y tensión roto por un grito desgarrador, doloroso y a la par liberador, en el que Jolie pone toda la carne en el asador.
'Un Corazón Invencible' es un film con un ritmo muy marcado, y siempre en movimiento, y siempre desde el punto de vista del personaje femenino y los que le ayudaron a buscar a su marido, sin que apenas sepamos nada del mismo, y se extienda a nosotros la duda y la incertidumbre que todos debieron pasar en esos días. En ese aspecto, la película recuerda algo a la genial 'Desaparecido' de Costa-Gavras, director mucho más comprometido que Winterbottom, y con mejor mirada crítica sobre todo lo que toca. No es cuestión ahora de comparar las dos películas, entre otras cosas porque resultaría injusto para la que nos ocupa, pero sí es cierto que la sombra del film mencionado navega un poco por la presente, y que esto no suene peyorativo.
Sin embargo, la película no puede evitar caer en la repetición y se vuelve algo reiterativa, dando siempre vueltas a lo mismo, hasta que desemboca en un desenlace sabido de antemano. Es por esto que el film se resiente un poco del hecho de estar basado en hechos reales, y no intente ir más allá en su propuesta, limitándose únicamente a ser una recreación lo más fidedigna posible. Afotunadamente, Winterbottom viste el film con una buena puesta en escena, que lo apartan de cualquier subproducto televisivo que pudiera narrar los mismos hechos, pero sin ningún tipo de garra narrativa o visual; en otras palabras, la película tiene alma.
Una buena película que tal vez nos sabe a poco, y le falte un pelín más de entrega, y si cabe una mayor fuerza dramática, salvo en la escena comentada, por supuesto. Por cierto, resulta bastante raro ver a un actor como Will Patton metido en este film, acostumbrados como estábamos a verle en las típicas producciones Bruckheimer, y lo cierto es que no logra quitarse esa imagen de encima. Una pena porque es una actor con algo de carisma y que bien dirigido se le puede sacar un gran provecho.