'Tres días', un drama que se convierte en mítico por la llegada del fin del mundo

Este viernes, día 25, se estrenará, 'Tres días', el primer largometraje del cordobés Francisco Javier Gutiérrez, que fue el principal ganador del Festival de Cine Español de Málaga y del que ya os hablamos cuando se presentó en la Berlinale.

La película tiene el gran mérito de conseguir desarrollar una historia con una premisa que podría no haber dado para nada. El mundo se acabará en tres días. Si no se toma el punto de vista de los astronautas que quieren destruir el meteorito, sino el de seres humanos comunes y corrientes; muchos otros autores habrían caído en dilatar una situación de agobio hasta la desesperación, es decir, en alargar un cortometraje. Sin embargo, Gutiérrez y Juan Velarde deciden, además de utilizar este concepto tan atrayente, contar una historia. Y eso se agradece porque más o menos van ocurriendo diferentes cosas durante toda la duración de 'Tres días'. Tanto es así que, en realidad, la película lo que nos cuenta es esa historia sobre una posible venganza, la protección de unos niños por parte de alguien a quien hasta entonces le habían importado poco… Es una trama de género dramático que se podría haber contado en una cinta de las que sí se consideran muy españolas, a diferencia de una que en teoría introduce un elemento de ciencia ficción. Una trama que en otra película habría llamado poco la atención. La caída del meteorito no es sólo una excusa para que el film sea más comercial, también hace que todas las decisiones que toman los personajes cobren otra dimensión y se conviertan en hechos míticos. Si sólo vas a poder hacer una cosa más en tu vida, ¿qué decides hacer?

Está muy bien rodada, con un etalonaje muy interesante y bonitos encuadres. El montaje tiene cortes poderosos y bastante ritmo en algunas escenas y por ello se puede apreciar que es en mayor medida obra del propio Gutiérrez que del que lo firma: Nacho Ruiz Capillas, más dado a encadenados eternos y secuencias sin garra, frías y mucho más largas de lo necesario. Los efectos son muy aparentes para estar hechos con un presupuesto muy bajo, lo que supone otro de los méritos del film. Se hace una inteligente búsqueda de localizaciones, como fábricas, graneros, descampados… que recuerdan a películas del tipo de 'Terminator', pero que probablemente han supuesto muy poco gasto.

Es importante que, con una presencia tan constante como tiene, el actor principal, Víctor Clavijo, lo haga bien. Y así es: consigue despertar algo de antipatía en un primer momento por su forma de ser seca y superior, pero va resultando más cercano según avanza la película. Podemos comprender sus cambios de parecer dentro de una evolución de personaje, no como decisiones arbitrarias. Eduard Fernández, que es el más famoso de los que aparecen, está bien, pero no resulta destacable, quizá porque su personaje es a quien menos podemos comprender. Mariana Cordero, la actriz que hace de madre también está notable en su papel y los niños resultan muy correctos.

Si nos ponemos quisquillosos, se pueden encontrar fallos de guión, como la incomprensible decisión del protagonista de ir al pueblo el último día y dejar a sus sobrinos mayores en la casa. También se puede ver que existe alguna escena que se sale de tono, como la subida por la escalera y ataque con caída de ascensor, que más parece de 'Jungla de cristal' que de una historia humana y psicológica como la que se estaba contando. Sin embargo, son detalles menores que se puede obviar y que no impiden el disfrute de la cinta.

En definitiva, 'Tres días' es un film menos sorprendente de lo que se nos ha querido hacer creer, pero sí muy meritorio y bien hecho. Se demuestra con él que su director tiene talento y, como decimos muchas veces, se agradece que no se haya sentido limitado por el hecho de que su cine esté hecho en España para introducir elementos que lo han situado muy por encima de lo que habría supuesto la historia narrada sin ellos.

Más información en Blogdecine sobre 'Tres días' y Francisco Javier Gutiérrez.

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