Cada vez es más habitual que en Hollywood confíen las riendas de una superproducción a directores debutantes, pero lo cierto es que la jugada no les está saliendo del todo bien, ya que cintas como 'La leyenda del samurái: 47 Ronin' (Carl Rinsch, 2013) o 'Transcendence' (Wally Pfister, 2014) no sólo han estado muy lejos de cosechar el éxito esperado, pues incluso harán perder importantes sumas de dinero a sus productoras.
Lo cierto es que yo daba por sentado que la cinta protagonizada por Keanu Reeves iba a acabar siendo un gran batacazo, pero con 'Transcendence' todo parecía apuntar hacia un éxito seguro: Johnny Depp como protagonista, unos avances atractivos y tras las cámaras Wally Pfister, uno de los hombres de confianza del mismísimo Christopher Nolan. Por desgracia, una vez vista es muy fácil entender los motivos por los que no ha llamado la atención de prácticamente nadie.
Los defectos de 'Transcendence'
Dejando a un lado el pecado imperdonable de aburrir, lo que más me puede molestar de una película es que vaya de profunda y reflexiva cuando, por el motivo que sea, está mucho más cerca de ser todo lo contrario. Este es el cáncer que va consumiendo 'Transcendence', ya que la sobriedad trascendental que aparenta el guión del debutante Jack Paglen no es más que un frágil escudo para la superficialidad dominante.
Habría varias formas para intentar enmascarar este punto, pero Pfister apuesta porque la historia prime por encima de todo lo demás, una decisión loable sobre el papel, en especial en una producción de estas características, pero que al final nos condena a diálogos vacíos, progresos argumentales a trompicones y un desarrollo de personajes errático que hace que se justifiquen los cambios de mentalidad de los personajes de mala manera -pienso sobre todo en Paul Bettany- o simplemente muestren una preocupante inoperancia para que conseguir darles de una auténtica personalidad o función dentro del relato.
Tanto Paglen como Pfister apuestan porque la reflexión alrededor de los peligros del auge de las inteligencias artificiales sea gancho suficiente para mantener nuestro interés, y lo cierto es que la jugada le sale bien durante un rato. No es que la intriga funcione -todos sabemos hacia donde va a ir todo y cómo va a hacerlo- o que proponga algo particularmente novedoso, pero es un tema tan fascinante que hay que hacer pocos esfuerzos para captar mi interés.
Por desgracia, todo se va definitivamente al traste durante un tramo final que apuesta por lo emocional sin las armas necesarias para hacerlo. Pasamos así de lo poético a lo absurdo, derrumbando ya por completo un relato que había estado cogido con pinzas hasta entonces -difícilmente se podrían haber hecho peor las cosas con la organización liderada por una Kate Mara demasiado intensa para lo que realmente aporta- que confunde con ambición y profundidad con artificio e intrascendencia.
No esperéis tampoco gran cosa del apartado visual, ya que la inexperiencia de Pfister le lleva a apostar por una marcada sencillez en la que solamente deja ver su abultado presupuesto en momentos muy puntuales, a veces con eficacia -hay instantes puntuales sugerentes- y otras coqueteando de forma peligrosa con el ridículo, en especial cuando incide en las habilidades que ha adquirido el personaje de Johnny Depp.
Tampoco el reparto la salva
Lo que sí puedo garantizaros es que Depp deja completamente al margen su imagen más histriónica y nos ofrece una interpretación más contenida, pero eso no es algo necesariamente bueno. ¿Os acordáis de la soporífera 'La cara del terror' ('The Astronaut's Wife', Rand Ravich, 1999)? Pues no dejaba de pensar en ella al verle en pantalla, pero justo es reconocer que aquí está algo más convincente durante sus minutos iniciales y que luego está limitado por las particularidades de la historia.
Eso sí, no os dejéis engañar por las apariencias, ya que la gran protagonista de la función es Rebecca Hall en una gran oportunidad que no sabe aprovechar, ya que su trabajo no va más allá de lo meramente correcto cuando ella es el eje emocional de la historia, algo que nunca se explora de forma satisfactoria. Tampoco ayuda nada que el guión de Paglen haga tan mal su trabajo para conseguir que sintamos empatía hacia su personaje.
En definitiva, 'Trasncendence' es, ante todo, una película fallida en la que nadie se viene arriba para intentar salvarla de una forma u otra. Y es una pena, porque, con la salvedad del discreto guión de Paglen, se nota que Wally Pfister tenía a su disposición ingredientes de calidad para habernos regalado un buen cóctel de ciencia-ficción en lugar de un relato que acaba resultando tan artificial como el ser en el que se convierte Johnny Depp. Con todo, es bastante mejor que 'Yo, Frankenstein' ('I, Frankenstein', Stuart Beattie, 2014), el otro estreno potente de esta semana.
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6 comentarios
jush 🍑
No hay ninguna película que use el efecto ese de gente/cosas desintegrándose que sea buena.
sadak
Acabo de ver esta película. Coincido plenamente con la crítica que, no osbtante, se queda muy corta respecto a como una buena idea de partida se convierte en algo absurdo(e incluso ridículo), respecto de los agujeros e inconsistencias de una historia tremendamente mal contada y de unos actores que llegan a una rigidez sorprendente. Podríamos escribir un artículo entero sobre como Transcendence arruina lo que podría haber sido una peli de Ciencia Ficción, pero harían falta muchos spoilers. Para no cansar al personal: quien haya usado un ordenador para algo mas que mandar un email, quien haya pisado un laboratorio una vez en su vida o quien haya oído hablar de Turing, encontrará la peli seguramente insultante, lo cual es grave, porque, irónicamente, insulta la inteligencia de su público target. Creo que otro pecado de una peli como esta es ir de Ciencia Ficción seria y trascendental, tanto como para no dar la oportunidad al espectador de hacer concesiones a la fantasía, con lo que lo que mas pasaba por mi mente era un indignado "..amos no me hodas..." El resto del público, seguramente pondrá la peli en un rango entre aburridamente insustancial y mortalmente aburrida. ¿algo bueno de la peli?...bueno, los labios de Rebecca Hall me parecen irresistibles y ella bellísima. Pero esto va en gustos...
falan
Estoy muy de acuerdo contigo con los errores de la película, aunque para mi la actuación de Rebecca Hall fue mejor de cómo la describes. Para mi, ella hizo lo mejor que pudo con lo que se le dio. Es más, yo creo que le dio cierto dramatismo a la película, a pesar del formato casi blockbuster que tenía.
rencka
Yo no la he visto pero vi el trailer, que es lo mismo porque muestra prácticamente todo lo que hay que verle y ahora veo la poca necesidad. Y no me sorprende que sea mas digerible que el mounstro de Frankenstein en jeans, lástima que esa molestia si me la tomé.