Danny Boyle es un director tremendamente ecléctico. A lo largo de su carrera ha ido saltando entre diferentes géneros con gran facilidad, pero también con unos resultados un tanto desiguales. Es un caso que me recuerda al de otros realizadores como Michael Winterbottom o Steven Soderbergh, con los que su cine no comparte prácticamente nada, pero sí que todos ellos han sabido ir moviéndose entre proyectos populares y otros más personales sin renunciar a abordar los temas o historias que apeteciera contar.
En el caso de Boyle podríamos hablar de tres picos en su carrera, ‘Trainspotting’ (id, 1996) —la película que le lanzó a la fama—, ’28 días después’ (’28 Days Later’, 2002) —un notable éxito comercial que multiplicó por diez su presupuesto durante su exhibición comercial en salas— y ‘Slumdog Millonaire’ (id, 2008) —el mayor triunfo económico de su carrera y encima se llevó ocho Oscars para casa, incluyendo uno para Boyle como mejor director—. Ya entre esos tres títulos hay unas diferencias abismales, algo que se acrecienta aún más si echamos un ojo al resto de su filmografía, por lo que no resulta especialmente sorprendente que ahora nos proponga un nuevo giro a su carrera con ‘Trance’ (id, 2013), una cinta tan ambiciosa como irregular.

Lo que empieza pareciendo la enésima —aunque atractiva— historia del atraco perfecto pronto se convierte en una exploración de los mecanismos de la mente humana para percibir la realidad y las formas en las que estos pueden engañados. Puede sonar complejo a priori, pero la premisa no podría ser más sencilla: Unos ladrones han sustraído un valiosísimo cuadro de una casa de subastas, pero todo se complica cuando el hombre de dentro altera el plan y por cosas del destino, luego sufre un grave episodio de amnesia, por lo que sus compañeros aceptan contratar a una psicóloga para sacarle la información al pobre desgraciado mediante la hipnosis.
Es aquí donde el espectador ha de dar el primer salto de fe, ya que ha de aceptar que cualquier cosa puede pasar a través de las sesiones de hipnosis, y eso sin que Boyle sienta en ningún momento la obligatoriedad de dejar siempre claro al espectador que lo que está viendo puede ser algo que únicamente está sucediendo en la mente del protagonista —un esforzado James McAvoy que va de más a menos—. Esto es algo que va complicándose a medida que avanza la historia, traduciéndose en un galimatías que a ratos lo único que consigue es provocar la desconexión del espectador de lo que sucede en pantalla. Hay pequeños detalles que van aclarándolo todo —esa sobrecarga gore salida de la nada— para el que pudiera tener alguna duda, pero al final deja la sensación de ser más trampas para complicar innecesariamente el relato que algo que aporte un mayor interés a ‘Trance’.
Boyle demuestra en ‘Trance’ que otro de sus objetivos es subvertir hasta cierto punto varios de los aspectos más comunes del cine negro, en especial los referidos a la singular femme fatale interpretada por una Rosario Dawson a caballo entre ser una mortífera mujer que domina a los hombres a su antojo y una improbable damisela en apuros. También se juega constantemente con el antagonismo entre los dos personajes —muy convincente Vincent Cassel pese a que su personaje casi siempre da la sensación de estar algo perdido respecto a lo que está sucediendo— que aspiran a ganar su corazón, no faltando tampoco los giros de tuerca para que todo sea más complicado de lo que parece a simple vista.

El director de la reivindicable ‘Millones’ (‘Millions’, 2004) se aprovecha de esto para desplegar todos los trucos a su disposición para fascinar al espectador, pero el resultado está muy por debajo de los esfuerzos de Boyle. El guión de Joe Ahearne y John Hodge —que ya había colaborado con Boyle en sus cuatro primeros largometrajes— es un cóctel bastante peligroso y llamativo que el realizador no quiere abordar de una forma tradicional, sino elevando sus claras limitaciones de serie b a través de su virtuosismo formal. Esto, como ya he comentado, complica el relato sin necesidad, ya que lo juguetón que se muestra Boyle a la hora de oponer realidad y ficción para indagar en el subconsciente de McAvoy ha de atraparte por completo o, como fue mi caso, acabarás muy cansado de su forma de abordar la historia.
Además, todo parece confiarse al gran giro de guión final, donde uno puede llegar tan aturdido ante todo lo que ha ido sucediéndose durante la media hora anterior que el impacto de esa gran revelación acaba pareciendo poco más que una muy elaborada trampa narrativa que coquetea peligrosamente con lo intolerable. Llegan entonces más excesos, aunque ahora motivados por las acciones de los protagonistas y no por la puesta en escena de Boyle, que aquí se relaja y deja que la contundencia de los hechos hable por sí misma. El problema es que para entonces ya hemos desconectado de los problemas personales de los protagonistas, dándonos ya un poco igual su destino final. Lástima.

Siempre agradeceré que haya directores que muestren tanta ambición como la demostrada por Danny Boyle en ‘Trance’, pero eso no ha de cegarnos a la hora de dirimir sus auténticos méritos. Y es que tras un efectivo arranque que no tiene problemas para enganchar el interés del espectador, ‘Trance’ va oscilando entre lo sugerente y lo —casi— irritante con tal facilidad que resulta complicado dar una valoración de ella como un todo y no como la suma de unas partes tremendamente desiguales entre sí. Al final, una apuesta más "sobre seguro" como la de 'Un invierno en la playa' ('Stuck in Love', Josh Boone, 2012) acaba siendo mucho más satisfactoria, porque cuando arriesgas también puedes acabar perdiendo.
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j.l.l.deznan
Tenía unas ganas enormes de que se comentara por fin esta película, ya que la ví hace aproximadamente un mes y sinceramente salí totalmente satisfecho del cine. Quizás sea porque se convirtió en una de esas películas que vas a ver al cine sin saber apenas nada, sin unas expectativas enormes y simplemente porque te resulta a priori interesante.
Pero sobre todo porque a diferencia de lo que expresas que te produjo la película, Mikel, a mí me queda sensación de ir de menos a más. Cada vez se intensifica más la tensión o la sensación de "que coño está pasando" "de que coño va todo esto" .... incluso "que coño más bonito". Y por tanto no creo que complique el relato sin necesidad, creo que justamente es necesaria esa complicación para que la sensación final sea la que pretende....eso claro si te atrapa como comentas, lo cual fue mi caso.
A mí, personalmente me gustan las películas en las que mantienes la mente activa pensando todo el tiempo.
También me sirvió para darme cuenta después de varias películas de que realmente me va gustando cada vez más McAvoy.
Sinceramente esperaba que casi todas las reacciones fueran positivas, esperaremos a ver que van diciendo. Yo por mi parte la recomiendo. No tengo duda alguna de que para este fin de semana es de lo mejorcito que ofrece la cartelera, y junto a Stoker, lo mejor que he visto en los dos últimos meses.
elsantojob
y yo siempre alabare a este director, pq hace lo que le apetece y como le apetece, a nivel de narrativa, visual...
y encima consigue gustar al gran publico, haciendo cosas diferentes.
Adam West
Pues a mi Boyle no me da ninguna confianza,de hecho suelo tener reservas.Sin embargo en éste caso la veré sin dudarlo por dos motivos:1)que no estrenan nada interesante en el cine
2)El trio protagonista me resulta de lo más estimulante.
portalpa
Aunque las películas del Sr. Boyle no terminan de dejarme un buen sabor de boca se agradece el cine personal que nos trae. He leído tu crítica por encima porque es una película que me interesa.
oakenshield
Visualmente increíble, Boyle es un director excepcional, argumentalmente, al menos en mi caso, no me convenció demasiado, acabas desconectado de la película y todo te acaba dando bastante igual. Recomendable como experiencia sensorial más que como película al uso.
herb_b
A mi Boyle no me parece un grandisimo director, y si una pelicula suya se lleva 8 oscars, me parecera que se les ha ido la mano... pero lo que siempre me resultan sus peliculas, es muy entretenidas y disfrutables, me lo he pasado bien o muy bien practicamente con cada una de ellas, y eso no es algo que pueda decir de muchos directores, incluso de los que considero con mas talento que el.
Dicho esto, la trama parece atractiva, y el reparto me gusta bastante, asi que es uno de los estrenos de las proximas semanas que mas ganas tengo de ver. Mas que superman, eso seguro.
Hijo de Trol... ¡Hay que decirlo más!
Yo la ví el pasado mes de abril, personalmente no veo que Boyle haya sido muy ambicioso en esta película. Es cierto que la historia se descontrola más y más cada vez hasta un punto en el que ya te da igual lo que pase, pero aún así, ese descontrol provoca la addición necesaria como para que puedas salir de la sala diciendo... "Me lo he pasado genial viendo Trance!"
www.ignacionario.com/2013/04/trance-danny-boyle-juega-con-nuestra-mente.html
elindomable
Estoy muy de acuerdo con la crítica, al final la sensación que se queda es de: pero a ver, que cojones me han querido contar? es una historia de un robo? de amor? de la complejidad del subconsciente?
El giro que mete el guión al final en mi opinión es insultante y cutre, opta por lo fácil, dejando al espectador sin idea del por qué de lo que ocurre para desvelar la trama cuando quedan 15 minutos de película y de manera muy rebuscada