Con motivo del estreno de este viernes de ‘Los girasoles ciegos’, de José Luis Cuerda, he querido recuperar una obra suya muy poco conocida que se podría decir que inicia la trilogía que incluye la genial ‘Amanece que no es poco’ y la más flojilla ‘Así en el Cielo como en la Tierra’. Se trata de ‘Total’, una tv-movie de 1985, de menos de una hora de duración, protagonizada por Agustín González, Chus Lampreave, Luis Ciges, Miguel Rellán, Manuel Alexandre y María Luisa Ponte.
Nos encontramos en el Londres postapocalíptico de 2598, salvo porque Londres es un pueblo de Soria con tres casas de piedra que se están cayendo, una escuela, un rebaño de ovejas y otro de vacas. González, el pastor de ovejas, nos cuenta en off cómo sucedió la gran catástrofe del fin del mundo y comenzamos a conocer a los demás aldeanos. Hay una señora que se aparece a su antojo y trata de curar a un ciego para hacer negocio con la venida de los peregrinos al pueblo. El hijo de González, niño en edad escolar, da un estirón tan grande que cumple de repente más de 60 años. La madre, solidaria, envejece tan rápido, que muere en seguida. Y el niño, deprimido, se convierte en un delincuente juvenil. La vacas quieren entrar a la escuela y, como el maestro no les deja, su pastora, Chus Lampreave, trata de enseñarles la tabla de multiplicar en el establo.
Paradójicamente, a Cuerda no le hizo mucha gracia que le encargasen realizar esta película en clave de humor, pero después pensó que la sí lo disfrutaría si la hacía con su personal tipo de comicidad. Y así fue. En ‘Total’ se anticipa ya todo ese humor absurdo que aparecería más tarde en las obras maestras ‘Amanece que no es poco’ y ‘El bosque animado’. Hoy en día este tipo de películas con un ingenio tan disparatado, por desgracia, casi nunca se hacen. Por lo tanto, a lo que más recuerda ‘Total’ de la actualidad es a ‘Muchachada Nui’ o ‘La hora Chanante’, con los personajes disfrazados de gañanes y con ese tipo de frases en las que se naturalizan las salidas de pata de banco, como por ejemplo: “A mí me salvó del apocalipsis el psicoanálisis”. Por algo Cuerda es albaceteño, como algunos de los integrantes del programa de TV.
El guión de José Luis Cuerda introduce más elementos además de los surrealistas, como son los juegos temporales y metalingüísticos, reflejados concretamente en la llegada de un primo emigrado que vuelve al pueblo para ver o bien la ejecución o bien la aparición. Y también en que al ciego le agarren la cara para que mire a cámara cuando habla. Gracias al personaje de este invidente se hacen claros homenajes a la obra picaresca española por excelencia, ‘El lazarillo de Tormes’, cuando la hija le obliga saltar diciéndole que hay charcos inexistentes o, peor aún, le invita a mojar pan en la nada para hacerle creer que le ha frito unos huevos.
El reparto no se queda corto, ya que personas como Ciges o Lampreave son las más adecuadas para decir de forma impasible y tranquila ese tipo de frases que nos arrancan la carcajada por descabelladas. “Mira esta cotilla, con la de cosas que hay que hacer en una capital como ésta”, espeta Lampreave mientras conduce sus vacas calle arriba. Agustín González fue uno de los más grandes intérpretes de nuestro cine, con esa forma de hablar tan exagerada y contundente. Aquí consigue muy bien el punto medio entre el aplomo del superviviente que cuenta la historia y la sencillez de un pastor.
Una película muy divertida, desternillante por momentos, que dura lo que tiene que durar y anticipa las genialidades que se le ocurrirían a Cuerda para sus dos siguientes films, que probablemente ya conocéis. ‘Total’ se puede ver gratis en RTVE.