Pues HBO Max ya está aquí. Bueno, no exactamente en el momento en el que redacto estas líneas, pero seguramente en el que leáis esto. Y con este lanzamiento llega la primera serie española con el sello de MAX Original: 'Todo lo otro', la crisis de los treinta según Abril Zamora.
Zamora es la "mujer para todo" en esta pequeña serie: crea, escribe, dirige y protagoniza una historia que sigue a un grupo de jóvenes treintañeros que ven que su vida no es lo que habían soñado. Todo esto bajo el punto de vista de Dafne (Zamora), que acaba de romper con su novio, lo que supone una auténtica bomba.
No sé hasta qué punto poder hablar más del inicio de la serie. Tampoco es que sucedan muchas cosas —y, de hecho, el tráiler te lo resume todo— pero digamos que Zamora se adscribe a la tendencia iniciada años ha por Lena Dunham en 'Girls' de querer captar la voz de una generación despojando al relato de todo glamour. Además le agrega un poco de desprecio, a lo 'Fleabag'. Pero ni una ni la otra.
El distintivo trans
Como gran distintivo respecto a otras ficciones similares, tenemos el hecho de que la protagonista sea trans. Zamora vierte sus propias experiencias, como el proceso de transición y la complejidad y las circunstancias que se agregan a las inseguridades del porvenir al que se enfrenta la protagonista.
Quitando ese elemento, 'Todo lo otro' no ofrece nada que no hayamos visto ya. Tampoco es que sea un impedimento realmente para ver la serie pero el caso es que tampoco hay algo donde agarrarse: los personajes navegan entre tópicos, los diálogos son malos e incluso el hecho de que Dafne viva en un pisazo resta credibilidad al relato.
En ese sentido, el guion, prolífico en "echadas en cara" y episodios de frustración hace que la serie sea más incómoda de ver que reflexiva. Mención aparte merece la narración, en voz en off, de Alberto Casado. Una clara muestra de que hay elementos que, si bien son útiles, es mejor prescindir de ellos.
La mitad de Pantomima Full hace lo que puede con el material que tiene que locutar y no ayuda el hecho de que no sepa hacerlo. La sensación —y no sé si la intención— es la de un colega que te está comentando, con algo de mala baba, la jugada en un bar y esto no termina de funcionar.
Además esto le da un toque reiterativo a una propuesta que, de por sí, lo es. Podemos admitir que, al menos, el envoltorio en el que nos lo envuelven es atractivo, con ese "serie de prestigio" que otorga la marca de HBO (aunque sea MAX). Sin embargo, y en resumidas cuentas, 'Todo lo otro' tiene muy buenas intenciones pero su ejecución no termina de estar a la altura de lo esperado.
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