“Volveremos a vernos, a este lado o al otro”.(Stephen MacRay)
‘The Town (Ciudad de ladrones)’ deja un sabor agridulce. Es innegable que hay en ella momentos estupendos, es un relato con empaque, y varios actores están sencillamente formidables. Por otro lado, no es menos cierto que estamos ante una película que no llega tan alto como apunta, que lo intenta (y es muy de agradecer) pero que se da contra un muro. Y ello es debido a las limitaciones de Ben Affleck, que aún tiene mucho que aprender. Apuntaba mi compañero Alberto Abuín en su crítica que Affleck se confirma como un director prometedor. Yo también quiero creerlo, no deseo ser aguafiestas, pero ‘The Town’ (2010) es ya su segundo trabajo como director, y lo cierto es que no despega, que no ha mejorado. Vamos a esperar a la próxima, pero no hay motivos para ser optimista.
A la hora de emprender su nuevo largometraje, Ben Affleck vuelve a recurrir a una historia de temática criminal ambientada en la ciudad de Boston, la novela ‘Prince of Thieves’ (‘El príncipe de los ladrones’) escrita por Chuck Hogan (su ópera prima fue una adaptación de ‘Gone, Baby, Gone’, de Dennis Lehane). La trama de ‘The Town’ gira en torno a Doug MacRay, un hombre que está cansado de su vida y su barrio, Charlestown, un auténtico criadero de criminales. MacRay se ve obligado a seguir los pasos de su padre, y junto a tres amigos se dedican a cometer rápidos y efectivos atracos para el veterano Fergus ‘Fergie’ Colm, el gángster de la zona. Un día todo cambia para MacRay al enamorarse de la joven directora del banco que acaban de robar. Con el FBI en los talones, desesperados por atrapar a una banda que no deja huellas, esta relación hace peligrar la seguridad del grupo, pero MacRay cree poder solucionarlo todo…
Affleck no es el nuevo Eastwood
De nuevo, Ben Affleck tiene la fortuna y/o la habilidad de reunir a un atractivo elenco de actores, que contribuyen a vender el producto pero que ante todo ayudan a dar entidad y humanidad a la historia; con la importante excepción del protagonista. Tras situar al frente de ‘Adios pequeña, adiós’ a su hermano Casey, beneficiándole en perjuicio de la solidez y la verosimilitud del relato, Affleck apuesta esta vez por sí mismo, hinchado tras los elogios recibidos por su debut como director, decide convertirse en el centro de atención. Un tremendo error. Con un actor de talento en su lugar, inspirado y entregado, quizá podríamos estar hablando de una de las mejores películas del año, como se ha empezado a asegurar muy apresuradamente (sobre todo en Estados Unidos, donde ven muy poco cine aparte del suyo).
Si bien la acartonada, rígida y pálida interpretación de Affleck (mejor en manos de Kevin Smith) se convierte en el aspecto más negativo de la película, aun cambiándolo, estoy convencido de que ‘The Town’ seguiría estando algo por debajo del mejor cine negro reciente (no alcanza el nivel de títulos como ‘Camino a la perdición’, ‘Infiltrados’, ‘La noche es nuestra’, ‘El caballero oscuro’ o ‘Un profeta’, por citar algunos ejemplos). Y es que a pesar de estar regado por inspirados diálogos, el guión (coescrito por el director junto a Peter Craig y Aaron Stockard) acaba formando un relato convencional y previsible, falto de riesgo, demasiado encorsetado a los lugares comunes y las reglas de las historias criminales, que llega a aburrir e incluso a caer en el ridículo en algunas situaciones, siempre con Affleck en la pantalla.
Da la impresión al ver la película que durante el proceso se han tenido al menos dos nombres en la cabeza: Michael Mann (las semejanzas con ‘Heat’ son claras, especialmente en la acción) y Clint Eastwood (en la elegancia y los momentos emotivos, también recuerda en el uso de la música). Se dice que Warner Bros. cree haber encontrado al nuevo Eastwood, pero creo que tendrán más suerte si empiezan a compararlo con Mann (o Kathryn Bigelow o el fallecido John Frankenheimer), pues no conviene olvidar que Eastwood con sus primeros trabajos tras las cámaras ya demostraba un talento, una sensibilidad especial, que por ahora parece inalcanzable para Affleck, por no entrar a comparar el carisma y la inteligencia interpretativa; la estrella de 80 años ha sido, es y será un actor de un nivel insuperable para el protagonista de ‘The Town’.
Grandes secundarios
Llegados a este punto, hay que reconocer varios aciertos importantes a Affleck. En primer lugar, tener el buen gusto de recuperar un tipo de cine que no parece actual, que no se arrodilla ante un estilo de realización moderno y supuestamente más popular, caracterizado por sus semejanzas con el videoclip y el realismo documental (cabe destacar que aun huyendo de eso, ‘The Town’ ha sido un éxito de taquilla en Estados Unidos). Por otro lado, hay que aplaudir al estadounidense por haber sabido rodearse de un plantel de actores tan diestros y comprometidos con el relato, a los que saca un gran partido; a los buenos intérpretes también hay que saber manejarlos, y se ve que Affleck tiene mano para eso (cuando se trata de sí mismo o de su hermano, se ve que se le nubla el juicio).
Hay tres atracos en la película, uno por cada acto; están bien filmados, hay mucha tensión y la acción resulta fácil de seguir, no hay demasiados cortes en el montaje (cómo única pega diría que la secuencia central se resuelve de manera muy limpia, algo inverosímil teniendo en cuenta las circunstancias). En cualquier caso, considero indiscutible que lo mejor de ‘The Town’ son cuatro actores: Jeremy Renner, Jon Hamm, Pete Postlethwaite y Chris Cooper. Los dos primeros tienen papeles de relevancia que mantienen el interés la mayor parte del tiempo, mientras que los otros dos encienden la pantalla durante sus breves pero intensas apariciones. En cuanto a las actrices, Rebecca Hall se ve perjudicada por lo mal escrita que está su relación con el protagonista y Blake Lively está algo forzada como prostituta-madre soltera, pero se le intuyen agallas y talento (las dos mujeres recuerdan a las de ‘Adiós pequeña, adiós’). Tal como está el panorama, ‘The Town’ supone una agradable sorpresa, pero no estamos ante un film sobresaliente, y tampoco merece situarse entre los diez mejores del año.