'The Nevers' va a ser siempre una serie asociada al nombre de Joss Whedon. En su momento se esperaba que fuese su regreso triunfal a televisión tras el traspiés sufrido con 'Liga de la Justicia', pero acabó abandonando el barco cuando solamente había completado el trabajo en la mitad de la primera temporada y ahora HBO está haciendo todo lo posible por disociar 'The Nevers' de Whedon.
No cuesta entender el motivo, ya que ha recibido durísimas acusaciones por parte de intérpretes como Ray Fisher o Charisma Carpenter, pasando así de figura reputada a apestado de Hollywood. Por ello, no parece poco probable que vayamos a ver un nuevo trabajo suyo en mucho tiempo con la excepción de 'The Nevers', donde se nota tanto su presencia que hablar de una serie muy marcada por el sello de Whedon es lo más razonable.
Presentando el universo de la serie
Y es que además de creador y productor ejecutivo, Whedon también se ha ocupado tanto escribir el piloto y de dirigir los dos primeros episodios, una buena forma de asegurarse poder dar forma a su gusto la serie en la que probablemente haya gozado de una mayor libertad y medios para plasmar su visión. Quizá por ello, 'The Nevers' se deleita en la presentación de personajes y de la época en lugar de hacer especial hincapié en el argumento.
Por lo visto, no será hasta el sexto episodio -el último en el que estuvo implicado Whedon antes de anunciar su salida de la serie- cuando 'The Nevers' realmente ponga todas las cartas encima de la mesa, así que no culpo a aquellos que acaben un tanto desesperados por querer tener una idea clara de lo que busca la serie más allá de la posibilidad de verla como una variante de los X-Men.
Eso para mí no ha sido un problema en los dos primeros episodios, en los cuales se introduce una increíble cantidad de personajes, hasta el punto de quedar la duda de si Whedon sabrá realmente qué hacer con todos ellos. No obstante, lo realmente importante es que son parte esencial para que 'The Nevers' desarrolle rápidamente ese encanto especial que solamente tenían alguna series de su autor, a caballo entre lo serio y lo ligero, y que algunos echábamos de menos.
Y es que lo le interesa en este arranque a Whedon es establecer un tono muy difícil de lograr y que depende mucho tanto del timing cómico como de la necesidad de dejar claro que realmente hay algo en juego. Por ello, conocer el pulso de una sociedad que mira con desconfianza a las Tocadas -una especie de superheroínas victorianas-, un grupo de mujeres que adquirió poderes tras un misterioso evento en el que por ahora no se profundiza, es esencial, pero también lo que puede dar pie a que la cosa se complique más de lo estrictamente necesario.
La chispa de 'The Nevers'
Por mi parte, he de confesar que sería incapaz de mencionar a todos los personajes con varias líneas de diálogo durante los dos primeros episodios, pero también tengo claro que voy a acordarme de ellos si la serie decide en algún momento hacer realmente algo con ellos. Y es que los diálogos siempre tienen chispa, incluso cuando se tratan de conversaciones triviales que aparentemente no tienen ninguna función más allá de conocer a sus protagonistas.
Esto es algo que también se aplica a su acabado visual, el cual saca partido al cuidado trabajo de ambientación para sorprender de vez en cuando al espectador con alguna idea que, por lo general, conecta parcialmente a 'The Nevers' con el steampunk, sobre todo a través de una de las Tocadas y sus invenciones. Ahí Whedon sabe sacar partido a situar la serie en los últimos años de la época victoriana, percibiéndose ya una necesidad de cambio en la sociedad, con algunos agarrados con fuerza al pasado y otros deseando que se produzca un cambio real.
Sin embargo, por encima de todo lo que supone que 'The Nevers' sea una serie consecuente con el estilo de Whedon, lo que realmente terminó de seducirme de ella fue Laura Donnelly como Amalia True, la directora del orfanato que da cobijo a muchas Tocadas -ahí conviene señalar que también puede haber hombres, pero son mucho menos comunes y el odio de cierto sector de la sociedad está orientada a ellas-.
Vamos, que perfectamente podría haber sido poco más que un trasunto de Charles Xavier, pero, afortunadamente, la serie da otro enfoque algo más arisco y desencantado a su personaje que la actriz borda. Incluso aunque el resto hubiese fallado, que no es el caso -aunque a veces se enrede un poco más de la cuenta-, solamente por este gran acierto ya hubiese querido seguir viendo 'The Nevers'.
En resumidas cuentas
Puede que 'The Nevers' tenga demasiados personajes para lo que realmente cuenta en sus primeros episodios, pero también tiene un encanto especial, unos diálogos con chispa y un universo propio llamativo en el que sobresale con luz propia el personaje interpretado por Donnelly. Ahora solamente queda tener confianza primero en que termine de encauzar el rumbo y luego en que la serie sepa seguir evolucionando sin la participación de Whedon.
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