Después de realizar algunos curiosos guiones, como 'Morir Todavía' o 'El Pequeño Tate', a principios de los 90, y últimamente 'Minority Report' y 'La Intérprete', Scott Frank ha decidido pasarse a la dirección y dejar de ver así como otros ponen en imágenes sus libretos. Y lo ha hecho con una historia enmarcada dentro del mejor cine clásico, aquel glorioso cine en blanco y negro de hace décadas, pero realizado en la actualidad. No es que estemos ante una resurrección de la enorme calidad de algunas de aquellas películas, ya nos gustaría; sino más bien a una resurrección temática, con una serie de personajes que encajan perfectamente en el esquema clásico del género.
'The Lookout' cuenta cómo una joven promesa estudiantil echa por tierra todos sus sueños cuando tiene un estúpido accidente. Un par de años después trata de recomponer su vida, trabajando como bedel en un banco. Un día y como quien no quiere la cosa, conoce en un bar a un tipo que planea robar el banco en el que trabaja nuestro protagonista. Si colabora en el robo, podría recuperar todo el poder que una vez tuvo.
Totalmente clásico, com en los viejos tiempos. Pero lamentablemente trasladado a los días actuales con los cambios que se suponen lleva esa traslación. Entre otras cosas diría que los personajes pintan demasiado jóvenes a mi parecer, y me refiero a los personajes principales. Y aunque los actores parecen cumplir con su cometido, da un poco la sensación de que los papeles les quedan grandes. Por otro lado, la historia está perfectamente hilvanada y sin demasiadas sorpresas ni sobresaltos; una trama sencilla, fácil de seguir y sin ningún tipo de trampa efectista, algo en lo que suelen caer los thrillers de hoy día.
Pero una historia sencilla y bien mostrada no llega para realizar una gran película de género, además tiene que estar narrada con fuerza, con alma; la que precisamente le falta a 'The Lookout', que adolece de una puesta en escena algo funcional y falta de pasión; una pasión que requiere la historia, la cual resulta algo fría por momentos. También tiende en algún instante hacia el drama más obvio, chirriando un poco, como todo lo que tiene que ver con la chica con la que se lía nuestro personaje central, una relación salida más bien de cualquier telefilm al uso, y que además no está bien resuelta.
Los actores todos muy discretos, siguiendo la tónica de la película, no resaltar demasiado. Joseph Gordon-Levitt debería de empezar a tener un poco más de registro, porque sus últimos papeles empiezan a parecerse demasiado. A su lado, un Jeff Daniels que empieza a cogerle el gustillo a interpretar personajes secundarios un poco estrafalarios; aquí hace del mejor amigo de Gordon-Levitt, y que además es ciego. Indudablemente no le van a dar el Oscar por su performance, pero tampoco molesta demasiado, y eso en Daniels ya es una proeza. El blando Matthew Goode, al que hemos podido ver en 'Match Point', 'Rosas Rojas' y 'Copying Beethoven', en un rol algo alejado de lo que es habitual en él, y que por momentos no resulta convincente, sobre todo cuando tiene que resaltar la maldad del personaje. Y así el resto de actores, aunque bueno, lo de Carla Gugino no tiene nombre, porque su aparición puede considerarse casi un cameo.
Un film con el que pasar un rato ameno, y que muy probablemente no pasará a los anales del cine. No ofrece nada nuevo bajo el sol, pero por lo menos lo que ofrece lo hace con un mínimo de dignidad. Por cierto, que 'The Lookout' se estrenó el pasado Mayo en nuestro país, pasando con más pena que gloria por nuestras carteleras, en perfecta consonancia con la propia película, sin resaltar.