‘The Interview’ (id, Evan Goldberg, Seth Rogen, 2014) causó un gran revuelo hace poco cuando se dio la noticia de que Corea del Norte había amenazado a los Estados Unidos si estrenaban el film dirigido por Goldberg y Rogen en el que la figura del presidente coreano, Kim Jong-un, queda prácticamente por los suelos, aunque hay que matizar que desde una perspectiva totalmente cómica y muy exagerada. Excelente estrategia publicitaria que juega mano a mano con el risible argumento del film.
Goldberg y Rogen ya habían unido fuerzas en la lamentable ‘Juerga hasta el fin’ (‘This is the End’, 2013), comedia idiota que fantaseaba sobre el fin del mundo. Ahora vuelven a juntarse para crear una delirante historia ambientada en Corea del Norte, cediendo el guion a Dan Sterling, que ha escrito una tontería sin pies ni cabeza y demasiado loca. Humor absurdo jugando con los límites del mismo, aunque nada tenga que ver con los inicios de este tipo de humor en décadas ya lejanas.
James Franco y Seth Rogen son los reyes indiscutibles de la función, si es que eso tiene un lado positivo desde el cual mirarlo. Franco da vida a un presentador de televisión, poco menos que tonto, histriónico y vergonzoso conductor de un programa sensacionalista y provocador, sin demasiada reflexión o estudio. Esto es, un retrato prácticamente exacto de la mayor parte de los presentadores en la cada vez más lamentable y vergonzosa televisión moderna. Rogen es el que se encarga de que todo salga bien. ‘Skylark Tonight’ es el programa, admirado por todos los amantes de la televisión sensacionalista.
Humor zafio, subtexto inteligente
Cuando se enteran de que el presidente Kim Jong-un es un fanático de dicho programa, se les ocurre la brillante idea de solicitar una entrevista, a lo que el temido presidente acepta. Por un lado, Corea tendrá la posibilidad de lavar su imagen ante el mundo entero, y por otro, los siempre entrometidos Estados Unidos, organizan una misión para asesinar al líder que amenaza con armas nucleares la costa americana. En base a esa misión, el film pierde bastante tiempo en aparentar ser un film de espías involuntarios en una peligrosa misión. Subrayemos: todo en clave de comedia exagerada.
Exageración que tiene su cénit, por así llamarlo, en la relación entre Skylark (Franco) y Kim Jong-un –papel a cargo de un muy entregado Randall Park, probablemente el mejor actor de la función−, conociéndose profundamente, y confesándose traumas pasados o gustos actuales. Un delirio de relación en el que los intereses comunes chocan cuando el presidente muestra su verdadera cara, punto en el que la película se vuelve totalmente tendenciosa. Con todo llega a ofrecer apuntes tan interesantes como la táctica de acaramelamiento y seducción al prójimo para no tenerlo en contra, ejercicio por cierto muy practicado hoy día en cualquier contexto comercial o de posible éxito.
El resto del film se basa en chistes de muy baja inspiración, desde tiritas venenosas a escondites inesperados, o algunas de las reacciones de Skylark, al que Franco presta su lado más insoportable, algo que, por primera vez en su carrera, le queda como un guante a su personaje. Rogen con su habitual desgana –debería plantearse seriamente el apartarse de la comedia y tornar al drama, donde es mucho mejor actor−, y tras las cámaras, falto de ideas, con una realización plana y sin personalidad, fallos de montaje y planificación cuasi televisiva. Demasiado apoyada sobre el (no) funcionamiento de sus gags. Que los norteños de Corea, y su feo líder, estén o no molestos con la película puede ser entendible si la miran desde una perspectiva cinéfila. Con amenazar a sus responsables, aun siendo un ardid publicitario, llegaba.
Mención aparte para la belleza desaprovechada de Lizzy Caplan.
Ver todos los comentarios en https://www.espinof.com
VER 15 Comentarios