Hace exactamente veinte navidades, Robert Rodriguez daba un paso más en su afianzamiento en la industria de Hollywood. Tras los éxitos de 'El Mariachi', 'Desperado' y 'Abierto hasta el amanecer', el director texano acertaba de pleno en una película absolutamente impensable en estos tiempos de extrema corrección.
Mentes peligrosas del espacio exterior
'The Faculty' llegó cuando tenía que llegar. No habría podido hacerlo antes ni mucho menos después. El ecuador de los noventa estaba lleno de profesores poniendo en su sitio a los alumnos más problemáticos del cine. Y la tradición venía de lejos. Entre el díptico macarra con el que Mark L. Lester refrescase el problema de las aulas gracias a la punk 'Curso del 84' y su futurista secuela, la demencial 'Curso 1999', los profesores de América habían pasado por todos los estados de ánimo posibles. Lo habían intentado absolutamente todo. James Belushi hizo lo que pudo en 'El rector', Tom Berenger también lo intentó en 'El sustituto' e incluso el bueno de Jon Lovitz parodió como pudo los esfuerzos de gente más profesional, como la Michelle Pfeiffer de 'Mentes peligrosas' o el Samuel L. Jackson de '187, más mentes peligrosas', uno de los títulos más desafortunados de la historia de los títulos españolizados.
Dimension, la fábrica de pesadillas en celuloide de los Weinstein (es decir, la parte más molona de Miramax), contrató los servicios del infalible Kevin Williamson, que venía de sumar más de 200 millones de dólares con las dos primeras entregas de 'Scream', los clásicos de Wes Craven, para ayudar a crear un guión con una historia de David Wechter y Bruce Kimmel, dos californianos más acostumbrados a otro tipo de historias. En 1990, Wechter y Kimmel escribieron el primer borrador del guión y trataron de moverlo, pero no encontraron interés alguno. Tras el éxito de las películas de Craven, Miramax compró el guión y lo puso en marcha. Bob y Harvey Weinstein contrataron a Williamson para las reescrituras, manteniendo la historia básica, pero reescribiendo los diálogos y añadiendo nuevos personajes para hacerlo más "moderno". Originalmente, Williamson también era el hombre indicado para dirigir la película, pero prefirió no hacerlo para poder dirigir su mucho más personal 'Secuestrando a la Srta. Tingle'. Los Weinstein ficharon entonces a Robert Rodriguez para dirigir la película. Todos salimos ganando
Junto a Marco Beltrami, compositor habitual de la casa y Enrique Chediak a la foto, apostaron por una criatura con diseño de Bernie Wrightson y el respaldo de la garantía que suponen Howard Berger, Robert Kurtzman y Greg Nicotero en los efectos de maquillaje. Cuesta creer que su presupuesto fuera incluso más bajo que el de 'Scream: Vigila quién llama'.
Cosas de clase
La película contó con el mejor reparto al que podía aspirar una historia de terror y ciencia ficción cargada de humor negro: Elijah Wood, Josh Hartnett, Clea Duvall, Famke Janssen, Piper Laurie, Robert Patrick, Usher, Jon Stewart o Salma Hayek, indispensable entonces para entender el cine de Rodriguez, se entregaban a la causa.
La historia en 'The Faculty' apuntaba a dos lugares poco propensos a la broma: la amenaza que las drogas suponen para los jóvenes, sobre todo en edad escolar, y, curiosamente, la constante crisis global en forma de reducción de fondos para las escuelas públicas. El primero fue tratado de forma alocada y sin posicionarse de una manera clara, con una ambivalencia que la blindaba de cara a las dos posturas: las drogas son malas, sí, sobre todo si las "diseña" el lerdo de la clase. Pero ojo, que esas drogas también sirven para eliminar a los alienígenas invasores, así que tal vez los padres del mundo deberían relajarse un poco al respecto. Ah, sí: 'The Faculty' es una película sobre una invasión extraterrestre en un instituto norteamericano pre-tragedia de Columbine. El clásico niño empollón abusado por los matones del insti se convierte en el líder de una resistencia anti-extraterrestre haciendo equipo con un miembro de cada uno de los diferentes estratos sociales que se encuentran en ese microambiente escolar.
Tomando como base clásicos de la ciencia ficción como la literatura de Ira Levin (en concreto 'Las mujeres perfectas')'La invasión de los ultracuerpos', 'La Cosa' o incluso 'Terminator 2: El juicio final', algo que a lo que ayudaba la presencia de Robert Patrick, y apoyada en el ambiente estudiantil de ese otro tipo de cine tan americano como es el de John Hughes, la película de Rodriguez se conserva como un imposible híbrido que se debe a una época muy concreta y que llegó en el mejor momento. En el único momento posible para su existencia.
A pesar de haber recaudado la mitad que 'Patch Adams' en ese fin de semana, casi recuperó su presupuesto durante sus tres primeros días. Y eso que las críticas no fueron especialmente amables con ella. Su utilización ligera y sin un posicionamiento claro ante las drogas, además de una cultura crítica apoltronada en en confort de la mediocridad ante un director menospreciado que venía de haber "una mala imitación" de 'Asalto a la comisaría del distrito 13' para ofrecer "una mala imitación" de los clásicos de la ciencia ficción mencionados en el párrafo anterior jugaron en su contra. O sea, vale que repite la secuencia del análisis de sangre de la obra cumbre de Carpenter, pero para eso están los homenajes. Afortunadamente, el paso de los años suele colocar las cosas en su sitio. Hoy, 'The Faculty' es prácticamente un clásico de culto y una excelente aventura a ritmo de la radio fórmula juvenil que solo una década como los noventa podía regurgitar.
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