‘The Equalizer (El protector)’, la reivindicable alternativa a 'John Wick'

En esta semana, en la que hay expectación por la secuela de 'John Wick', no es mala ocasión para echar la vista atrás y recordar esta sólida y violenta cinta que guarda tantos paralelismos con la protagonizada por Keanu Reeves. Las comparaciones son odiosas, pero es sorprendente que una película tan potente como la dirigida por Antoine Fuqua, con más clase y personalidad que la de Chad Stahelski, no tenga secuela (todavía) cuando también se estrenó en 2014.

‘The Equalizer’ fue originalmente una serie de televisión de los 80 que protagonizó Edward Woodward, una especie de James Bond convertido en vigilante urbano, especializado en ayudar a los oprimidos. Aunque Robert McCall parece un papel hecho a medida para Denzel Washington, Fuqua se esfuerza en darle un toque diferente a otros héroes del actor, especialmente para separarlo del Creasey de ‘El Fuego de la Venganza’ (Man on Fire, 2004) con el que tenía bastantes puntos en común.

Equilibrio de acción y drama

El guión de Richard Wenk, uno de los solicitados de la famosa "Black List" describía a un héroe no necesariamente torturado, sino con un fondo más bondadoso, con debilidad por los oprimidos o marginados. Su única misión es leer los "100 libros que necesitas leer antes de morir" como homenaje a su difunta esposa (ojo al primer punto de contacto con ‘John Wick’), que estaba intentando completar antes de morir. Lo que Fuqua parece entender aquí es que las películas de acción de este tipo funcionan mejor cuando hay una dimensión extra en sus personajes.

La acción tarda en explotar pero cuando llega, tiene más impacto, es muy distintiva, con armas de fuego usadas con moderación (punto de diferencia grande a Wick) pero con escenas de lucha mano a mano de coreografías impecables. McCall es un poco minimalista al despachar a los villanos prefiriendo tacos, tornillos, libros, martillos y hasta una pistola de clavos a las armas de fuego. Sin embargo, sus cortes son brutales, secos, sin CGI o sangre animada pero con heridas gráficas y realistas.

Ese punto de violencia rompe con su carácter amable y educado que, sin embargo, muestra su faceta de asesino frío, eficiente y sin ningún tipo de escrúpulos para matar a quien cree necesario (otro nexo con Wick). En ese aspecto, McCall parece casi sobrehumano, como un superhéroe con el poder de anticipar cualquier ataque antes de que suceda, en una obvia reutilización del gimmick del Sherlock Holmes de Guy Ritchie.

'El protegido': hermana de ‘John Wick’

Las similitudes con ‘John Wick’ no sólo se centran en las características del personaje principal: una especie de superasesino retirado que esconde un pasado peligroso bajo el manto de una vida normal y aburrida. También hay coincidencias argumentales de trama pasmosas y detalles particulares sorprendentes como la presencia de la mafia rusa, el compañero latino o planos de la familia “los tipos duros no miran las explosiones” dignas de comparación.

Son tantas las coincidencias que incluso algún fan dedicado las ha recopilado en youtube para defender la tesis de que son la misma película. Incluso hay parte del fandom que exige un crossover de los dos personajes o llegando a crear hilos y ficción sobre un posible enfrentamiento de los dos personajes. En realidad no es mala idea, porque si algo se echa en falta en ‘The Equalizer’ es un enemigo a su altura, ya que es tan indestructible y Denzel tan convincente y seguro de sí mismo, que nunca de la impresión de que el héroe esté nunca en peligro.

De nuevo, no entraremos en comparaciones, pero a nivel personal, el estilo de Fuqua parece más consistente, aunque utilice recursos y edición más videoclipera, la fortaleza de la narración eleva el impacto de sus escenas de acción y violencia y, como protagonista, Washington está, directamente, a otro nivel de carisma, dando matices de nobleza entre sus momentos chulescos que crean un personaje complejo e interesante, del que puede que no tengamos nunca una secuela, pero que seguro alcanzará el culto que se merece en años venideros.