'The Dead Girl' es una de esas películas que nos llegan con multitud de retraso. Siendo del 2006, llegó a nuestros cines el pasado fin de semana sin ningún tipo de aliciente en su promoción. Resulta curioso como los distribuidores pasan de este tipo de películas pequeñas, y cuando nadie se acuerda de ellas, van y las estrenan al lado de otras mucho más importantes o anunciadas, con lo que reducen aún más sus posibilidades de éxito (salvo que la gente caiga de rebote en ellas al no encontrar una entrada para el film que realmente quieren ver). Para colmo, este tipo de películas no tienen la misma distribución que otras, por razones más que obvias. Sus copias son pocas, la publicidad que se le da al asunto más que limitada, por lo que me pregunto si no sería mejor que las editasen directamente en dvd.
Cuestiones imposibles aparte, 'The Dead Girl' da una vuelta de tuerca a las típicas películas de varias historias, en las que un determinado número de personajes, en principio no relacionados entre sí, terminan teniendo más en común de lo que parece. En este caso, cinco historias separadas, con un sólo nexo de unión, y cuyo tema central es la pérdida de un ser querido.
'The Dead Girl' narra las consecuencias en varias personas de la muerte de una joven, huida de casa y metida en algunos problemas de drogas. Para ello, Karen Moncreif, directora y guionista de la película, toma la decisión de fragmentar la historia en cinco segmentos, protagonizados cada uno de ellos por personas cercanas a la persona en cuestión, siendo el último de ellos reservado para la chica muerta del título. Así pues, tenemos, a una solterona demasiado influenciada por su posesiva madre, que encuentra el cadáver. Una chica que ha perdido a su hermana hace años y cree reconocerla en el cuerpo encontrado. La madre de la chica, desesperada por saber dónde está. Un asesino en serie que se encuentra con ella, y por último la chica en cuestión.
El problema de 'The Dead Girl' es que las historias por sí solas funcionan, unas más, otras menos, y una ninguna. Pequeños fragmentos organizados como si de cortometrajes se tratasen. Lo que ocurre es que el conjunto global adolece de una falta de fuerza alarmante, algo que llama la atención, pues hay cosas en esos pequeños universos, por así llamarlos, que sí están logrados. Por ejemplo, el ir sabiendo más cosas de la chica muerta en cada nueva historia que nos cuentan. Datos que se nos van desvelando poco a poco, y que aumentan nuestro interés por conocer algo más de alguien que influyó tan poderosamente en las vidas de determinadas personas, ya sea directa o indirectamente. Lo realmente llamativo, es que nos interesa más aquellas personas alejadas del personaje en cuestión, que las relacionadas personalmente con el mismo, y cuando vamos a saberlo todo sobre la chica en particular ésta nos cae repelentemente mal, y nos hace preguntarnos porqué los demás sufren por alguien así. Aunque en el caso de algunos, el dolor es más bien por el hecho de no conocer nada, de no saber qué ha pasado realmente.
Posiblemente el trabajo de los actores que desfilan por 'The Dead Girl' sea lo mejor de la misma. Destacan por encima del resto, Toni Collette, regalándonos una de sus camaleónicas interpretaciones, expresando a la perfección la soledad que rodea su personaje. Que gran actriz y que poca justicia se le hace. También Rose Byrne, menos conocida aún, y que realiza algo parecido, logrando que entendamos muy bien la desesperación de alguien que lucha contra la nada más absoluta. Bruce Davison y James Franco parece que sólo realizan cameos. Mary Steenburgen y Josh Brolin son el contrapunto perfecto en las historias en las que aparecen. Marcia Gay Harden la empezamos a tener hasta en la sopa, y aquí realiza una de sus entregadas interpretaciones como madre de la chica. Y finalmente, una Brittany Murphy, totalmente desfasada, haciendo que echemos de menos los tiempos en los que se dio a conocer y a todos nos caía más simpática.
Moncrief firma las primeras cuatros historias con calma, a veces demasiada, y sin ningún tipo de estridencia. La última es puro nerviosismo, planos inclinados, cámara en mano, intentado reflejar el caos en el que vive la chica protagonista, pero de un vacío argumental apabullante. Una forma de terminar la película totalmente alejada de las intenciones iniciales, cuando presentíamos que podríamos ver un film de corte más intimista.
'The Dead Girl' es una floja película, que no llamará la atención a nadie. Su escasa distribución contribuirá a que la cosa siga igual.
En Blogdecine | 'The Dead Girl', cinco historias, cero virtudes
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