No resulta fácil (y muchas pruebas existen) llevar el fútbol al cine con suficiente capacidad dramática para no caer en un excesiva idolatría, más propia de un hincha. Sin embargo, no se puede negar la apasionante e interesante historia de la obra original que da pie a esta película. ‘The Damned United’ es un retrato del fútbol, pero visto desde la intensidad (y también la tragedia) de un fracaso anunciado, de una ambición que lleva a un brillante entrenador de fútbol a toparse con la máxima representación de aquello que significa lo opuesto de lo que predica.
Esta obra, adaptada por Peter Morgan, quien hace poco nos brindó la magnífica ‘El desafío: Frost contra Nixon’, cinta con la que guarda alguna relación, y no sólo por protagonizarla uno de los mismos actores, posee suficiente dramatismo como para retratar un capítulo del fútbol, que si bien pertenece a un pasado reciente, resulta especialmente estimulante y notable como para convertirse en una de las mejores películas sobre el fútbol que recuerde.
Ambientada entre finales de los sesenta y comienzos de los setenta, ‘The Damned United’ nos cuenta la poderosa rivalidad entre dos entrenadores de fútbol con caracteres antagónicos y una visión del fútbol que no podía ser más diferente. Don Revie es el paternalista entrenador del Leeds United, un equipo que ha conseguido alcanzar la cúspide del fútbol británico y que lidera las clasificaciones. Brian Clough es un joven preparador que trabaja duro en un club modesto como del Derby County, pero que consigue catapultarlo desde la segunda división a la Premier League a base de esfuerzo, estrategia y fútbol deportivo.
La rivalidad germina, cuando el Leeds se enfrenta al Derby en un partido de copa y les pasan por encima con prepotencia y desplante incluido. Es suficiente para que el odio de Brian Clough se convierta en orgullo y alimente sus ganas de triunfo, empujado a lograr algún día la revancha.
Con una narración brillante, apoyada en interpretaciones sobresalientes de todo el reparto, pero en especial del inspirado y sobresaliente Michael Sheen, vamos conociendo como la rivalidad toma caminos inesperados, pero igualmente enfrentados. Cuando Revie acepta la designación como seleccionador de Inglaterra, el todopoderoso Leeds le ofrece a Clough la oportunidad de su vida. Sin embargo, su opuesta visión y actitud, hacen que el recelo de directivos, y en especial, de jugadores se haga sumamente manifiesta, hasta el punto de hacerle el imposible a Clough. Que no puede imponer su criterio, ni hacer olvidar a Revie, para llevar al Leeds por su camino, también el de la victoria, pero alcanzada de forma muy distinta.
Los jugadores del Leeds, plenos de coraje, dureza y que se han servido del juego agerrido, duro e incluso antideportivo para cosechar sus triunfos, se niegan a aceptar a Clough. Éste, que incluso en sus aspiraciones ha dejado de lado a Peter Taylor, su fiel ayudante de siempre, y parte importante de su éxito como entrenador, se topa con la sombra demasiado alargada de Revie.
En una entrevista en directo con ambos entrenadores, se pone patente el odio y las diferencias, pero que acaban evidenciando el fracaso y la soledad en la que Clough ha terminado al aceptar su cargo en el Leeds. Tan sólo 44 días estuvo a cargo del equipo, hasta que fue destituido. Su intento de acabar con el juego sucio, de imponer criterio deportivo no surte efecto resulta en balde.
Esta rivalidad, retratada con gran interés y ritmo frenético (sin renunciar a profundizar con pasión en el drama planteado) por Tom Hooper, queda excelentemente representada en las interioridades de los vestuarios. Allí, donde el entrenador arenga a sus jugadores e intenta elevar el ánimo y la esencia de su particular visión del fútbol. En liza, también entran valores como la lealtad y la amistad, que finalmente son los verdaderos protagonistas de este drama futbolístico, excelentemente ambientado en una época crucial del deporte rey en Inglaterra. Una época de cambios y en la que finalmente (con un epílogo emotivo con imagenes reales y televisivas de los protagonistas) Clough parece triunfar con su personalidad, aunque en la cinta se destile más el sabor amargo de la derrota. La mejor lección para un espíritu deportivo, que sigue luchando con ambición para alcanzar las metas.