De no ser porque estaba rodada desde hace tiempo, uno podría pensar que el tono melancólico que tiene la temporada 5 de 'The Crown', que llega hoy completa a Netflix, está influenciado por el fallecimiento de la reina Isabel II este pasado septiembre.
Sin ser el caso, esto parece completamente apropiado para unos episodios que retratan la que es de lejos la década más tumultuosa para la historia reciente de la monarquía británica: los 90. Y eso se ha notado con varias voces importantes en contra (incluyendo el exprimer ministro John Major y la actriz Judi Dench).
De hecho desde Netflix y la productora han sido conscientes y gran parte del mensaje durante la promoción de la temporada (lo que incluye la rueda de prensa de este martes) ha incidido en que, por un lado, es una ficción y por el otro, que cuentan con un gigantesco archivo documental con el que han trabajado.
Temas de documentación y acusaciones de sensacionalismo aparte, esta temporada también llega con la novedad de contar con un reparto renovado: Imelda Staunton como Isabel, Jonathan Pryce como Felipe, Dominic West y Elizabeth Debicki como Carlos y Diana, Lesley Manville como Margarita, etc.
La mirada a lo que éramos
Al igual que la temporada 3, esta comienza con sus reajustes, incidiendo en el paso del tiempo, en el infatigable avance de la edad. A esto, además, Peter Morgan le suma una capa casi de nostalgia, de una mirada al pasado en lo que los protagonistas se enfrentan a la obsolescencia, a nuevos tiempos y a la consciencia de que ya no se "está para muchas" (ahí tenemos, por ejemplo, a la princesa Margarita).
Más allá de los escándalos (los encadenados divorcios de los príncipes y sobre todo el de Carlos y Diana), esta temporada 5 de 'The Crown' da la impresión de que quiere contar demasiadas cosas a juzgar por la cantidad de tramas que nos encontremos.
Podríamos incluso decir que hay cierto espíritu de antología en lo que nos encontramos con episodios dedicados en exclusiva a, por ejemplo, el origen y auge de Mohammed Fayed (Salim Daw) desde Egipto y su fascinación por la monarquía. Un episodio que sirve también para ir preparando el romance de Diana con Dodi.
Una temporada algo dispersa pero de producción excelente
No es que en temporadas anteriores no hayamos tenido episodios "individuales" o algo más antológicos pero uno notaba algo más unitaria la tanda correspondiente a pesar de que episodio a episodio pueden transcurrir varios meses. Por lo general, en lo argumental nos encontramos con la temporada más dispersa.
Incluso podríamos hablar de medianamente redundante... e incluso obvia. Más allá de los acontecimientos que marcan la agenda real británica, los temas a tratar no son muy distintos de los de las temporadas pasadas. Esto hace que haya cierta repetición temática con conclusiones o discursos que ya hemos visto.
Más allá de eso, resulta innegable que 'The Crown' sigue siendo una de las mejores series de la actualidad. El reparto renovado es sobresaliente y la producción no se ha dormido en los laureles ni un poco en la excelencia y el lujo que recrean.