A estas alturas de la película, y especialmente después del aluvión de loas recibidas tras el éxito indiscutible de 'Parásitos' en la temporada de premios 2019, resulta casi redundante volver a reincidir sobre las bondades —o más bien maravillas— con las que el thriller surcoreano lleva deleitándonos varias décadas de la mano de cineastas como Bong Joon-ho, Kim Jee-woon o Na Hong-jin.
Lo que sí resulta sorprendente es que la industria del país asiático opte por adaptar un largometraje extranjero y no a la inversa. Este es el caso de 'The Beast', título con el que el debutante Lee Jung-ho versiona con irregular fortuna el notable policiaco francés 'Asuntos pendientes', dirigido en 2004 por Olivier Marchal.
Con su ópera prima, Lee articula un ejercicio solvente en términos generales que, pese a desmarcarse notablemente de su fuente de inspiración, no termina entrando en las grandes ligas de Corea del Sur, todo ello por un tratamiento que da la sensación de ser excesivamente formulario. Aunque puede que esto último tan sólo sea fruto de lo mal acostumbrados que nos tienen a rozar la excelencia por norma general.
Heichtwo
Analizar 'The Beast' como un primer largo para un director y guionista la convierte en poco menos que un milagro. La cinta hace gala en todos y cada uno de sus pasajes de unos niveles de calidad formal impensables para un novato, encumbrados por un tratamiento de la imagen y la puesta en escena de lo más sólidos, a la altura de una gestión del suspense digna de autores más experimentados.
Las trabas que impiden que la tensa —y densa— atmósfera que invade el relato se adueñe del patio de butacas llegan de la mano de una narrativa dilatada en exceso y volcada en desenredar progresivamente una trama mucho más sencilla de lo aparente a través de giros dramáticos que funcionan a la hora de impactar, pero que abren una matryoshka de subtramas que se antoja interminable.
A priori, esto no debería suponer mayor problema. Si por algo se caracteriza el thriller surcoreano es por jugar con la estructura dramática tradicional y dejar vendido al espectador ante requiebros argumentales imprevisibles; no obstante, el ritmo decreciente que el director impone al filme, sumado a una tónica que se torna demasiado rutinaria una vez superado el mid-point, no ayudan a que 'The Beast' se desmarque de cualquier euro-thriller al uso.
Este regusto "genérico" que deja 'The Beast' en el paladar se torna especialmente amargo al tener en cuenta la inmensa labor de Lee Sung-min y Yoo Jae-myeong tan inspirados e intensos como de costumbre al trasladar a la pantalla la rivalidad malsana que sirve de motor a la película, y que culmina en un clímax digno de elogio tras 130 excesivos y dilatados minutos.
Qué suerte que, en lo que respecta al thriller de Corea del Sur, hasta las producciones no del todo certeras se las apañen para brillar con tanta intensidad.
Ver todos los comentarios en https://www.espinof.com
VER 0 Comentario