Una tripulación de astronautas responde a la llamada de auxilio de un misterioso planeta, pero cuando aterrizan con su nave descubren que susodicho lugar, llamado Aura, contiene una fuerza que empieza a dominar, uno por uno, a los miembros de su tripulación. Inmune a esos efectos, el capitán empieza (Barry Sullivan) a investigar…
‘Terror en el espacio’ (Terrore nello spazio, 1965) también conocida en los circuitos anglosajones como Planet of the Vampires es una de las mejores películas del maestro Mario Bava. En una época en la que el cine italiano pasó por ser, únicamente, las filmografías más o menos inteligentes y atrevidas de Antonioni o Fellini, el descubrimiento de Bava era, fácilmente, un secreto que se extendía entre cinéfilos.
Con el estreno de la película de Ridley Scott, ‘Alien: El Octavo pasajero’ (Alien, 1979) y este año de su precuela ‘Prometheus’ (id, 2012) parece que el nombre de la película, primero gracias al mercado doméstico y ahora gracias a la red, se ha vuelto a recuperar por los espectadores más avispados y curiosos. Con todo, el nombre de Bava sigue siendo escasamente familiar, incluso sabiendo, como ahora sabemos, que es uno de los más audaces estilistas que dio el cine italiano y que dominó con igual soltura y sentido del espectáculo el terror, el thriller o la ciencia ficción con una filmografía variada e inteligente.
Esta película, rodada en 1965 con muy pocos medios, es todavía una lección compositiva, de usos cromáticos inspiradísimos (solamente anticuados y deliberadamente camp son las apariciones del monstruo final) y con un imaginativo diseño de producción y de vestuario en los trajes de los astronautas. Bava no es un director a ser admirado con ternura u condescendencia, sino a ser admirado con rigor y con seriedad.: su montaje poderoso, el partido que le saca a todos los actores usando personajes que son epítomes de arquetipos o de bloque narrativo antes que personajes acabados, sin que parezcan desganados o resignados, o el magnífico uso del sonido desvelan a un director en un formidable estado de forma.
Como se habla demasiado de esta película en relación a otras que tomaron prestado de esta y dirigidas por directores de mayor fama, hablaremos de las ideas que aquí encontramos de una manera ciertamente original y que desvelan una gran imaginación en el guión, firmado Mario Bava, Alberto Bevilacqua, Callisto Cossullich, Antonio Roman y Antonio J. Salvia, partiendo de una historia de Renato Pestriniero llamada “una noche de 21 horas”. La producción era del conocido Samuel Z. Arkoff y también italohispana, siendo la película rodada en unos sets cuyo uso de humo es increíblemente imaginativo y demuestra la alta inteligencia de Bava para ser técnicamente austero sin resultar pobre.: miniaturas, duplicados de rojas a través de espejos, el aspecto visual de la película es coherente, impecable, lleno de inventiva.
El guión contiene muchos aspectos temáticos que luego serían imitados, pero que usa hábilemente. El planeta perdido con un poder legendario, las naves ya estrelladas, las reacciones violentas a unas sustancias que intoxican, y los misteriosos aterrizajes forzosos de dos naves espaciales que comienzan toda la trama. Pero la idea más sugestiva es la que concede el tercer acto, en la que la naturaleza de los extraterrestres y sus razones para atraer las naves resultarán bastante hermosas, al ser esta una historia en la que su tercer acto presenta dos matices muy interesantes y que proporcionarán una estimulante discusión entre los cinéfilos más aventurosos.
Norma Bengell y Evi Mirandi son las irresistibles musas de la película, el casting lo completa Ángel Aranda. Montaje de Romana Fortini y Antonio Gimeno y en la fotografía, trabajo magistral. Lo firman Antonio Pérez Olea, luego compositor de algunas pelis de Berlanga, el habitual cómplice de Bava, el genial maestro del technicolor y la panorámica Antonio Rinaldi y, de manera no acreditada como solía ser habitual, el muy detallista y visual maestro Bava. La banda sonora, por cierto, la firma Gino Marinuzzi, ofreciendo ritmos eléctricos y siderales que se quedan grabados con pasmosa facilidad.
Ver 8 comentarios
8 comentarios
Adam West
Superfan de Bava.Me encanta.En mi.opinion,uno de los directores mas talentosos del cine italiano,en general y no solo del género. Y la peli,hay que verla,si más.Me parece una eli muy meritoria teniendo en cuenta los medios con los q contaba¿solucion?talento,imaginacion y creer en su idea.
eluyeni
Hace poco la vi, y quedé gratamente sorprendido. Es hipnótica, y tiene imágenes realmente poderosas. Sobre lo de las ideas del guión, pues ella también recoge unas cuantas de otras previas. Pero lo que me sorprendió fue las ideas tan claves (y tan fuertes) que otras posteriores han prácticamente repetido. Con mucha más fortuna, claro está.
Buena crítica.
Salu2 ;)
gustafsson
Bueno,ya hablamos de ella en la sección Respuestas por gentileza de Eluyeni.De acuerdo en lo que dices de la película,pero además de resaltar el atractivo aspecto visual también destacaría la forma en que se va creando el desconcierto y el miedo entre los tripulantes,hace que la sigas con atención e intigra por saber cuál es el misterio que los rodea.
A mí Mario Bava también me gusta;y a la falta de presupuesto no le veo inconveniente,le da un toque casposillo encantador(que no condescendencia).
ruben_seronda
Una gran película. Aunque yo diría que tanto esta que analizas como Alien fueron influidas en realidad otra película:
"Primera Nave Espacial en Venus" basada en la ciencia-ficción de Stanislaw Lem.
No obstante tanto la de Mario Bava como la de Ridley Scott van mejorando los precedentes.
Además esa tensión, también parece deudora de "La invasión de los ladrones de cuerpos", sin duda de lo mejorcito en de ciencia-ficción clásica.
Sobre la estética camp, pues a ver, las cosas como son, no se trata ya de que sea deliberada, sino simple y llanamente "tengo estos mimbres para hacer el cesto".
Usuario desactivado
¿Esto qué es? ¿Un tuit?
bola8
Vaya caspa de película ¿no?