Cuando el viento hacía susurrar las hojas… era como si los espíritus cuchichearan sobre sus problemas…
-Holly
Con la presentación de sus dos personajes protagonistas, Malick había trazado ya el camino hacia la huida en la que se acaba convirtiendo la película. Algunos podrían aducir que se trata de un relato lento o autocomplaciente, pero con este estilo Malick nos propone una nueva forma de mirar. ¿No estamos siguiendo a un par de parias sociales, cuyas mentes discurren por senderos muy diferentes a los de la mayoría de las personas? Malick nos obliga a mirar a través de sus ojos, a acostumbrarnos a su punto de vista, por muy marciano que resulte.
El director, de esta manera, se muestra como un hombre capaz de comprender a criaturas tan extrañas, entrañables y peligrosas como Kit y Holly, mientras comienza a adentrarse en las costumbres, los rasgos más primarios de la América Profunda. Poco a poco (no de forma aburrida, sino con paciencia) nos rodea de imágenes pretendidamente equívocas en su moralidad, y elegíacas en su inspiración. No hay lugar para el engaño o lo tendencioso. Kit acude a salvar a su novia de un padre terrible. Será el primer peldaño de una escalera a ninguna parte.
Mata a mi padre
Por desgracia para el padre de Holly, lo único que se le da bien a Kit es disparar, y dispara muy bien. El plano en el que Warren Oates descubre a Kit cogiendo las cosas de su hija para fugarse es maravilloso. En él se dan la mano una composición exquisita (con una luz exterior natural, un principio de estudio de la hora mágica que tantas veces ha buscado Malick) y un gran sentido de la atmósfera: a una tarde radiante se opone la violencia y el dolor de la muerte y la ignorancia. La escena es seca y brutal. A sangre fría, casi como un juego, Kit dispara a quemarropa sobre el padre de su novia.
Holly apenas sabe cómo reaccionar. Incluso le pregunta a Kit si “¿está tan mal?” su padre. En un solo corte percibimos el paso del tiempo, pues de una luz amarilla (el sol en su cenit o descendiendo de él) pasamos a una luz anaranjada (el sol en su ocaso) sobre el cadáver del padre. Y con otro corte obtenemos una luz azulada y fría que indica la llegada del anochecer. Malick piensa siempre en términos de luz y de elementos naturales. Kit incendia la casa con gasolina: la luz del fuego se opone a la oscuridad de la noche.
La única oposición de Holly, que no quería que su padre muriese, es la de una bofetada a su novio. Pero enseguida vuelve a su lado y se siente con él. Realmente, al no protestar más que con ese gesto, es cómplice del asesinato de un progenitor violento al que ha sustituido por otro progenitor aún más violento. Como ella misma dice: “no tengo mucha personalidad, si él dice rana yo salto”. Como resultado del parricidio, la pareja huye y se refugia en el bosque, cerca de un río. Allí intentan llevar una vida al margen la sociedad. Y allí Malick comienza a ensayar su observación de la naturaleza salvaje.
Tal observación de la naturaleza no es más que un apunte en esta película, pero se verá muy desarrolllada en los posteriores títulos del director, hasta formar un motivo visual crucial en su mirada. Son insertos de la naturaleza que, por neutros y despojados de sentido en sí mismos, adquieren otros sentidos, más profundos, al estar rodeados de otras imágenes con sentido o dirección. Es el Efecto Kuleshov aplicado a un animal o un entorno natural, en lugar de al rostro de un actor. Efecto que Malick también practica con sus intérpretes y, en general, con todos los elementos de sus obras: somos nosotros los que las llenamos de sentido.

Thoreau Vs. La mentira Americana
Nos adentramos así en el territorio elegíaco de la América salvaje de Henry David Thoreau, cuyo proverbial ‘Walden’ parece haber sido estudiado y admirado a fondo por Malick, quien parece compartir también el amor y la disposición natural por la vida en los bosques. Pero no durará mucho, pues enseguida unos hombres armados, y no precisamente hombres de la ley sino cazarrecompensas, vendrán a por ellos. Este bosque pacífico es el paraíso terrenal que en todas sus películas los hombres tienen al alcance de su mano, que puede atraparse con facilidad, pero que es echado a perder, abandonado, por la debilidad y el miedo.
Kit avisa a Holly de que les están rodeando imitando a un animal, del mismo modo que se comunicarán los nativos americanos de ‘El nuevo mundo’. La escena es breve, brutal y magnífica. Kit, con su habitual habilidad, vence a tres enemigos bien armados casi sin esfuerzo, disparando a dos de ellos por la espalda (cuánto recuerda eso a Ethan Edwards, aquí reconvertido en un James Dean despiadado…) y actuando como un soldado perfectamente fusionado con el entorno, que aniquila a tres vaqueros que representan la América Violenta y Turbia, la de las armas y las recompensas.
Kit, en ese sentido, es una mixtura de los mitos más románticos, pero también de los más violentos, de ese país: personifica la rebeldía y el ideal de libertad, pero también la falta de escrúpulos al gatillo y la ignorancia de cómo funciona el mundo. No dudará, poco después, en matar a su antiguo compañero y quizá la única persona en el mundo con la que comparte cierta amistad. Y ya Holly parece habituada a tantos disparos, aunque de forma paulatina va haciéndose a la idea de que su novio está bastante tarado. En la genial secuencia en que secuestran al dueño de una mansión en la que durante unas horas se refugian, hay un dialogo precioso en ese sentido, en el que ya sabemos que Holly no tardará en romper con Kit. Bloque en el que tendrá lugar la segunda confesión de Kit a un sistema de grabación casero, y en el que veremos al propio Malick realizar el único, hasta la fecha, cameo suyo en una película.

Un piadoso final
Poco a poco, la pareja va quedándose sin fuerzas, y sin saber a dónde ir. Dando bandazos, salen de Dakota del Sur y se dirigen a Montana, pero luego bajan hacia las badlands cerca de Cheyenne. Holly deja de prestar atención a las bobadas de Kit, agotada de tanta locura, incluso se promete a sí misma no irse nunca más con un chiflado, aunque le quiera, tal como asegura su voz en of. Ya se han convertido en un matrimonio de ancianos, él siempre hablando para sí mismo y ella sin prestar atención. En medio de las badlands, Kit observa un rayo a lo lejos (como rayos veremos de una tormenta impresionante en ‘El nuevo mundo’). El vacío se apodera de un relato que le encoge a uno el corazón.
Pero ya no les dura más la suerte, un helicóptero llega a por ellos, y Holly no piensa seguir más adelante, de modo que Kit la abandona y consigue eludir a la polícia durante un buen trecho (mangífico el aprovechamiento de la profundidad de campo en este segmento), no sin antes asesinar a otro agente. Una vez cazado (según él, por haberse quedado sin municiones), actúa con los agentes como si fuera una estrella de cine, como si la vida aún le deparara grandes y gloriosos momentos. Pero la justicia es despiadada. Le espera la silla eléctrica.
Kit, radiante, se sube al avión con Holly, que le mira con una mezcla de compasión e ira, por haberla arrastrado a esa huida a ninguna parte plagada de cadáveres. Extrañamente, Kit parece sentirse en paz. Los últimos planos son aéreos, pues nos encontramos con la pareja sobrevolando las nubes. A fin de cuentas, aún a los asesinos, y por lo que a Malick respecta, les está esperando el cielo.
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12 comentarios
Alfredo Garcia
Es increible la ingente matanza que protagonizan Kit y Holly a lo largo de su caotica huida de la justicia. Sorprendente el final en el que Kit se entrega pudiendo seguir huyendo, sus razones, quizas el abandono de su novia le quita cualquier sentido a la idea de escapar.
PD: la película de Malick que más me ha gustado por el momento, ya veremos 'Tree of life' a ver que tal
Víctor
Como me gusta esta película, la escena del asesinato del padre de Holly es casi surrealista y la siguiente escapada al bosque es de lo mejor del film, como bien has dicho, estas escenas en el bosque anticipan lo que sera la constante en las próximas películas de Malick, con un continuo lazo entre los protagonistas y la madre naturaleza (gracias por la información sobre el Efecto Kuleshov), por cierto yo destacaría otra escena en esta película, cuando Kit es capturado, coge un puñado de piedras y hace un pequeño monumento, escena que recuerda a la de cuando Holly y Kit hacen el amor, y el segundo coge una piedra para guardarla como recuerdo de lo que han hecho. No pretende Kit hacer lo mismo con su cautiverio, ser recordado para siempre...
Víctor
Creo que aparte de hacer Tree of Life, Malick está trabajando en otro projecto en 3-D, no se si será verdad o solo un rumor, hombre, hacer dos películas casi seguidas y una en cine digital no le pega mucho a este director, pero eso es lo que leí. Alguien lo puede confirmar?
PD: Martin Sheen es un actorazo impresionante y claramente infravalorado.
malpaso
Magnífica película, hecha para contemplar, suavemente, sin prisas. Seguro que a Tarantino le gustó mucho, me parece que el guión de "Asesinos Natos" bebe directamente de "Badlands", pasado por el tamiz de la ultraviolencia típica de Quentin.
destinomada
Adrián, se nota que entiendes de cine.
chumaker
A mi me parece "un relato aburrido y autocomplaciente" narrado de forma aburrida, no con paciencia. Pero bueno, cuestión de gustos: nunca le pillé el truco a Malick; sus películas dan la impresión de tener mucho fondo, pero al final son tan frías que acabo por penar que están bastante huecas.
rozenmayden
#2, no seas barbero, es obvio que entiende de cine, por eso escribe aquí ;) jajaja, pero si te referías a que el post te gusto y te pareció que tú no lo podrías haber hecho mejor entonces estoy de acuerdo.
Jon Nieve
Magnífico artículo Adrián. Muchos cinéfilos piensan que este hombre carece de ritmo narrativo y creo que no les falta razón en muchos momentos de sus obras, pero sinceramente pienso que Badlands es perfecta tal cual, con un ritmo pausado reflejando de esta manera la desidia, amoralidad, falta de valores o un mínimo interés por la vida de la pareja protagonista (sensacionales ambos).
Me pregunto cuántas mediocres y grandes películas plagian o beben directamente de Badlands... siempre consideré una maravilla A perfect World y ahora me doy cuenta del enorme parecido de Butch Haynes con Kit. Hay momentos para enmarcar como el baile a la luz de la luna con la letra del "Blossom fell" de Nat King Cole o como bien señala Adrián, la huida del bosque con la llegada de los cazarecompensas. Las notas de Erik Satie así como el xilófono de Carl Orff me parecen magistrales.
En definitiva una gran película de obligada visión para todo cinéfilo que se precie y esperando con ansias Días de cielo, que me la ví seguidita a Badlands xDD
Jon Nieve
Días del cielo, perdón xDD
destinomada
Tienes razon, rozenmayden. Yo mismo(ejem,ejem) no lo podría haber hecho mejor.
underneath
Para mí, sigue siendo la número uno de Malick.
Imposible olvidar la poesía de sus imágenes y su música: la casa familiar ardiendo maravillosamente bajo la música de Satie; los proscritos fundiéndose con la inocencia de la naturaleza acompañados de la música de Carl Orff (posteriormente fusilada por Hans Zimmer en "Amor a quemarropa"); el hipnotismo de la voz lunar en off de Sissy Spaceck; el pequeño Martin Sheen imitando patéticamente a James Dean;la luz...!Qué LUZ!
Michael Mann debió tomar buena nota del final para sus "Enemigos Públicos": el delincuente tomando conciencia de sí mismo, de su fama y de su leyenda en vida. Es aterrador cómo Malick nos muestra la imagen completamente idealizada que tiene Kit de sí mismo, como si fuera un héroe romántico y no como hemos visto, un frío asesino psicópata e infantil.
La belleza de las imágenes no hace sino ampliar la resonancia de los actos terribles de la pareja.
Un diez. Así de simple. Así de difícil.
cybercock2069
Yo de Malick solo he visto La delgada linea roja,por ahora.Gran peli,aunque algunos cachos me recordaran a vulgares anuncios de colonia(o desodorante).