"Ese fuerte no es el mundo. El río lleva hasta allí. Y también llega más lejos. Más profundo en esta tierra salvaje." -John Smith
El regreso de John Smith al campamento de los suyos tiene serias y muy profundas resonancias. El contraste es brutal: de la exhuberancia y de la vitalidad del fuerte de los indígenas, Malick se preocupa mucho de demostrar hasta qué punto los blancos viven aislados de su entorno, en un ambiente violento, brutal y represivo. No es casualidad que sea un día gris. El jefe del campamento, en ausencia del capitán Newport, es Winfield (un buen David Thewlis) al que se le adivina la envidia que tiene de la fuerza y la nobleza de Smith. El montaje de la secuencia en que Winfield cae en desgracia y Smith asume el mando es extraño pero brillante: cortes como a machete, que dan la sensación de parpadeos involuntarios del espectador.
Secuencias de la audacia formal de esta son poco comunes en el cine norteamericano reciente. Crea la sensación de pérdida, de paranoia profunda, casi como una enfermedad que corrompe el corazón de los hombres blancos, y con Smith como el único que lo percibe desde fuera. Y ya en el puesto de jefe, lidia cada día con la predisposición de los hombres a la holgazanería, a los conflictos absurdos, a la mezquindad extrema. Y no es casualidad que veamos a estos hombres famélicos buscar oro absurdamente mientras se mueren de hombre, ante la mirada atónita de Smith, tal como un Thoreau (una figura icónica en el imaginario de Malick) condenaba en su trabajo, tan fundacional en la literatura americana, como esta película lo es en el cine americano.
El invierno en el corazón
La dureza de la estación fría sacude con fuerza el campamento blanco, y la voz en off de Smith, cuyos pensamientos giran como un torbellino acerca de ella, se materializan, dolorosamente, en el entorno helado, en las ventiscas despiadadas que traen nieve. Pocas veces hemos visto al hombre blanco tan desvalido, tan inútil, tan inerte. Los indígenas son ángeles, una bendición que trae comida y pieles, a cargo de ella, cuyo deseo es volver a verle a él.
Reducir este relato a una mera historia de amor, hacer oídos sordos a sus poderosas ramificaciones anímicas, psicológicas y sobre todo morales, es no querer entender, ni siquiera hacer un esfuerzo para acercarse a, lo que ocurre en la pantalla. Porque de alguna forma, es completamente lógico que Smith, al que su nobleza termina por jugarle una mala pasada, se considere perdido, parte de un grupo de hombres insano, demente, dañino, y que por ello comience el camino hacia la destrucción del amor que le une con Pocahontas. En ese sentido Farrell demuestra ser un actor sensacional (y un actor que a menudo ha sido injustamente atacado o desprestigiado), pues su tormento interior está plenamente expresado por su quietud, por su mirada dolorida.

Sus ojos lo muestran todo, sin explicar nada. Llegada la primavera, comercia con los indígenas, y ante el discurso incomprensible de su interlocutor (una incomunicación insalvable), la mente de Smith vuela hacia recuerdos de vivencias con Pocahontas. Y el término volar es el adecuado, porque la cámara del director parece liberarse de las ataduras de lo real, para afianzarse en el territorio de lo verdadero pero fugaz. Ahora los recuerdos son la voz en off, y la voz del indígena es el desagradable triunfo del presente. Pero la vuelta al pasado venerado, al paraíso rozado (como el del soldado Witt en 'La delgada línea roja') es el tema principal de la obra de Malick.
Como todo amor compulsivo, como todo relato desgarrado, la historia entre Smith y Pocahontas es un poema en el que dos personas de mundos diferentes, por razones opuestas, no pueden estar juntos. Los recuerdos se amontonan, como imágenes absolutas, plenas de belleza y de un sentido de pérdida inasible pero no por ellos menos identificable. Más que recordar a su persona amada, Smith habla consigo mismo, asombrado de la esterilidad emocional de su interior. Este momento es bellísimo porque sitúa al espectador en un terreno que nunca ha conocido: se mira en el espejo de su propia incapacidad, de su egoísmo. Y más aún: nos propone un viaje que ninguno estamos dispuestos a emprender.
No sólo es una historia de amor, sobre todo es la historia de la armonía espiritual que nunca conoceremos. Y sólo un cineasta de la talla de Malick, un artistas de su calibre, puede acercarse a esto, porque tiene el alma grande.

Pero por mucho que piense en ella e intente ponerse en armonía con su propia alma, Smith rechaza una vez más a Pocahontas cuando a ella la expulsan del poblado por haber dado semillas a los invasores. La mezquindad, la pobreza interior de él se revela en toda su magnitud. Y nada podía ir ahí incrustado mejor que el plano de la Luna y la estrella que languidece cerca de ella, por razones ilógicas que nada tienen que ver con los motivos especulativos que tanto gustan a ciertos consumidores de cine.
El combate
El momento del ataque indígena al campamento blanco está resuelto de manera muy diferente a las batallas de 'La delgada línea roja', como no podía ser de otra manera. No está aquí presente el movimiento genial de la enorme grúa Akela, pero sí una cámara en mano con steady-cam que se mueve de manera frenética, aunque limpia, entre la sangre del combate. La cámara se queda a la altura de la mirada humana, o aún más baja. El montaje es veloz. Y sorprende que entre tanta masacre la elegancia sea el factor predominante, por encima del gusto morboso de otros realizadores que pretenden basarse en la observación y en lugar de eso se basan en la comercialidad.
Y el combate está dividido en dos partes, pues hay un intermedio con el que Malick comprime el tiempo en el que percibimos que ha habido descanso del combate y último intento de diplomacia. La organización de ese tiempo, su ductilidad, es la misma esencia del cine: expandir o comprimir el tiempo. Sentimos, sobre todo, la veracidad de ese tiempo como un espacio en el que suceden cosas terribles. Los guerreros nativos responden con ferocidad a la crueldad y el salvajismo de aquéllos que los llaman, precisamente, "salvajes". No hay espectacularidad, ni un rastreo de las huellas del género dejadas con anterioridad por maestros como Walsh o Ford, si no una representación que nada tiene que ver con ellos: no como si no hubieran existido, si no como queriendo mostrar una realidad en verdad anterior a ellos.

Lo que se percibe, como espectador, es la sensación inequívoca de dos mundos que colisionan, pero no por motivos especulativos que nos quiera imponer el director, si no por motivos interiores, anímicos. Y la despiadada lucha que el cineasta propone al espectador consigo mismo es buena prueba de ello.
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性交
Me parece que estos análisis de los filmes de Malick son extremadamente valiosos para aquellos que se preocupan por la apreciación y realización del lenguaje audiovisual serio; creo que en realidad el articulista los hace para ellos, y me parece excelente. En cuanto a los consumidores de otro tipo de cine que se interesan en otras corrientes del mismo, no entiendo su afán de quejarse si este material es de otro costal.
hristo
ZzzzzzzzzZZZZZZZ
quintin
Cierto, Alberto. Lo he descubierto a posteriori. Por tanto, rectifico: me alegra que se revise la obra de este cineasta extraordinario, poco alabado por no ser muy comercial (y no por que su cine entronque con las aventuras)
Pero mantengo que "El nuevo mundo" con ser una cinta aceptable, no pasa de ahí. Con los elementos habituales de Malick, eso sí; pero sin la precisión de sus anteriores películas. La historia no le daba para más.
Por cierto, ¿qué tema toca en la última? Por que yo cuando oí que filmaba el desembarco en Guadalcanal me eche las manos a la cabeza, pensé que era un encargo: y me asombró.
anmioc
Desde el buen rollo, pero estás un poco pesado con las películas de Terrence Malick...
Alberto Abuin
quintin, Adrián está haciendo un repaso de TODA la obra de Malick. Tanto 'Malas tierras' como 'La delgada línea roja' están comentadas de sobra en su análisis sobre Malick.
A ver si nos fijamos más, que el blog no se empezó ayer.
shade2814
Excelente análisis, Adrián , sigue así con esta magnñifica película.
No entiendo porque algunos pierden su tiempo en estos análisis si no les gustó la película, parece que o son masoquistas o les encanta quejarse.
Saludos!!
Harry Powell
El título sería más acertado asÍ;Terrence Malick:El nuevo mundo zzzzzzz, buffff no puedo lo siento es que solo el título ya es sonífero.Saludos.
Harry Powell
somnífero perdón.
Sivious
Oh bien, estupendo!, ahora se contesta de malos modos también los comentarios en blogdecine. Este blog cada vez está mejor.
Alberto, que los que comentan aqui, pese a tener mucha mala uva son los que te dan dinerito.
Y ahora a censurar que es la práctica antigua.
David
Bueno leyendo la crítica me dió ganas de ver la película, si tu idea interesar a al gente en el cine de Malick lo estas logrando.
shething
y todo relacionado con Avatar
quintin
Que pesaaaao con "El nuevo mundo", Massanet. Que Malick es un cineasta extraordinario que a nadie le quepa duda. Pero ésta es su película más floja. ¿Por qué no analizas "La delgada línea roja" (la mejor película de la historia sobre lo bélico) o "Malas tierras" (otra de las más grandes sobre jovenes rebeldes)?
La labor de los críticos no es recolocarnos cintas fallidas como obras maestras. Yo soy admirador de Malick y me repatea eso. Es el maestro más grande norteamericano, junto a Coppola y Scorsesse, pero aquí falló.
gordons
Interesante crítica que he leido de casualida pues no me llamaba demasiado esta película... ahora me llama MAS.
quintin
Por muy exhaustivo que se quiera ser en los análisis, eso no mejora la cinta. Malick no acertó con el punto exacto en "El nuevo mundo". Tiene mejores logros en "Días del cielo", con la fotografía magistral de N. Almendros siguiendo al pintor E. Hooper, sin ser tampoco una obra redonda.
Siempre hay un lirismo en Malick. Pero como muestra de su imperfección (en algunos casos) valga la anécdota de que vi la película detrás del poeta P. Gimferrer (había poca gente), que intentaba convencer a su acompañante de la maestría de Malick, aunque en el discurrir ella se fue decepcionando. Gimferrer le explicaba matices, pero terminó por contarle las películas anteriores (al final) para explicar su decisión de elegirla para ver.
El cine te atrapa en la sala. La parafernalia técnica no sirve si la historia no está bien ideada (y hasta un gran guionista como Malick puede fallar)
quintin
Shade, seguiré tu consejo si te hace gracia. ¿Sólo se puede opinar para felicitar al crítico?
MALICK ES MI FAVORITO ENTRE LOS NORTEAMERICANOS. Estoy esperando su ya próxima película. Pero espero que sea a la altura de "La delgada línea roja" o "Malas tierras", no de ésta, que es muy floja (aunque bastante mejor que la mayoría de bodrios yankees, aunque eso no la mejore).
encadenado
Es verdad que estais pesaditos con el malick este, es una director que hace una gran labor social, ayuda a dormir a la gente con insomnio, ellos seguro que se lo agradecen.
aecio
Sobre gustos los colores...Cierto.
Ahora yo tampoco entiendo la manía de intentar vender esa película como si fuese una maravilla.
Lo mejor que puedo decir de ella es eso de; qué bien hecha está.
Y lo peor; qué aburrida es.
tennismaster3
menos mal que solo ha dirigido cuatro peliculas, sino podria tirarse años y años hablando de lo superbuenas que son las peliculas de Malick.
En serio, me parece excesivo todos lo que escribes de cada pelicula de Malick. Con un sola entrada ya esta bien, o dos como mucho. Pero no 7 como hiciste como con La delgada linea roja, que es un peliculon, que estamos de acuerdo. Desde mi punto de vista es innecesario que vayas desglosando la pelicula por partes, y vayas narrando todo lo que sucede.
angier
Pues a mí, me parece una película estupenda. Recuerdo que cuando fui a verla, estabamos 6 en la sala y nos quedamos dos. Me parece poesía hecha celuloide y, claro esta, no es para todos los públicos. Me gusta mucho el personaje de Christian Bale, con el que me idenfiqué bastante. Una de las mejores películas de aquel año, junto a Crash, Brokeback Mountain y Buenas Noches y Buena Suerte.
Erick mayen
me sumo a la opinión de @noir,
yo al contrario de otros, si que me encanta la manera en la que a venido desmenuzando todas las películas de Malick, se me hace una manera bastante digna de escribir sobre este mítico director.
Saludos.
nicolas85
Adrian te tendrian que dar el Remo de Oro, porque si alguien sabe de remar contra la corriente sos vos. porque afirmar que el nuevo mundo es una gran pelicula casi raya con el absurdo,. pero viniendo de alguien que considera la guerra de los mundos una gran obra y Avatar un argumento elaborado creo que lo tuyo es simplemente masoquismo. (con un toquesito de sadismo hacia los que incautamente intentan ver semejantes bodrios luego de tus alagadores comentarios) pero como dice por ahi arriba para gustos estan los colores.
Van
Me dieron ganas de ver la película es sí, después de 76237623464 posts acerca de la misma supongo que algo bueno ha de tener, pero por Dios! como cansa Adrian con esos posts.
clarke
Una película fascinante que es puro buen viaje. Es valiente y profunda, literalmente se funde con el alma de la persona que está viéndola. La vi en el cine, que es como debe verse, y salí asombrado. La fotografía y la música me parecen un orgasmo cinematográfico. En definitiva, una estimulación de los sentidos desde principio a fin.
La actriz Q'orianka Kilcher está impresionante, hace que te enamores de ella, sin duda no había mejor Pocahontas. No se puede decir lo mismo de Colin Farrell, su actuación es el único pero. Pero a Malick se le perdona todo, sencillamente porque es un puto genio, un artista.
Me parecen muy beneficiosos todos estos análisis sobre la carrera cinematográfica de este DIRECTOR DE CINE.