'Terminator Salvation': una cuarta parte que no hace justicia a la saga

'Terminator Salvation': una cuarta parte que no hace justicia a la saga
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El viernes, 5 de junio, se estrena la esperada ‘Terminator Salvation’, la cuarta parte de la franquicia que comenzó James Cameron y que ahora nos llega de la mano de McG. En el reparto se encuentran Sam Worthington, Christian Bale, Anton Yelchin, Bryce Dallas Howard, Arnold Schwarzenegger, Moon Bloodgood, Common y Helena Bonham Carter.

Si de lo que más presume esta película es de sus efectos especiales, hay que comenzar por admitir que son buenos. Si también se vende como producto de acción, sería injusto decir que no cumple, ya que la mayor parte de su metraje se dedica a presentar escenas movidas: no es de esas películas que esperan al final para explotar, como suele ser habitual en todas las recientes, aunque sean puro cine palomitero. Sin embargo, esos efectos especiales se pierden dentro de unos planos rodados con una estética poco acertada. La fotografía es oscura y el tratamiento de la imagen da un resultado lavado y poco contrastado. Así, la sensación es la de un film con menores dimensiones de producción de las que ha tenido.


El gran avance tecnológico que despliega Skynet con respecto a los terminators que tenían en los films anteriores es una buena idea. De hecho es una idea tan buena que piensas: ¿por qué no los habrán construido así desde el principio? Y, sin embargo, esa invención no se explota en absoluto. No sólo no se le saca ningún partido de guión, sino que ni siquiera los malos de la película hacen un uso inteligente del descubrimiento. Éste puede ser perfectamente el mayor fallo de la película: el haber tenido una idea y haber confiado tanto en ella que no se ha desarrollado a partir de ese punto. Es una pena porque podría haber dado pie a situaciones angustiosas como las de entregas anteriores de ‘Terminator’ y a interesantes reflexiones sobre la identidad personal.

Terminator Salvation

Lo mismo ocurre con otro de los componentes interesante de esta saga: el viaje en el tiempo. Las tres ‘Terminator’ anteriores no sólo jugaban de maravilla con esta posibilidad narrativa, sino que servían de reflexión sobre el tema de ciencia ficción al presentar, en cada película, un acercamiento diferente. Incluso la tercera de las entregas, menor en muchos aspectos, queda salvada gracias a ese nuevo enfoque de la continuidad espacio-temporal. Aquí se desaprovecha esa opción por completo. Lo que sí incluye esta cuarta parte de interés es ese ambiente postapocalíptico en el que se desenvuelve. Esas ciudades abandonadas y esa anarquía de los supervivientes son algo que me gusta personalmente por la sensación de libre albedrío que produce, aunque soy muy consciente de que, partiendo de este contexto, se han hecho algunas de las peores películas de la historia.

Podemos aceptar que el guión de una película de acción no tenga algunas cualidades que se le exigirían al argumento de un film de personajes o reflexivo. Sin embargo, es necesario que nos enganche e interese, aunque sólo sea para que no nos resulten indiferentes las consecuencias de todo el movimiento, todas las explosiones y toda la destrucción que vemos en pantalla. ‘Terminator Salvation’ presenta algunas secuencias espectaculares, pero cuya repercusión no nos importa lo bastante porque no hemos sentido la suficiente empatía hacia los individuos implicados.

Es curioso que se haya contratado al actor más famoso que ha interpretado a John Connor precisamente cuando menos entidad tiene su personaje. El hijo de Sarah Connor apenas hace nada a lo largo de todo el film, salvo preparar un dispositivo y esperar durante la mayor parte del metraje. Bale, con la misma ronquera que en ‘Batman’, tiene poco con lo que jugar, pero tampoco aporta nada propio, salvo quizá una intensidad desmedida en momentos en los que sería preferible otro tipo de actitud.

Terminator Salvation

Del resto del reparto, claramente destaca Sam Worthington, quien disfruta del único personaje con un mínimo de carisma y de profundidad. Pero, como ya decía, se podría haber llegado mucho más lejos con él. Moon Bloodgood tiene a su favor que se corresponde con el tipo de mujer que requiere su personaje y está más integrada en la historia que Bryce Dallas Howard, quien simplemente está ahí porque era necesario que se supiese que Connor iba a tener descendencia. Pero que se limita a eso: a estar. Podría haber servido de lo mismo una carta suya con una ecografía dentro del sobre. Michael Ironside está correcto en un papel muy habitual en él, mientras que Helena Bonham Carter, sin hacerlo mal, se despega un poco del tono del film.

En realidad, no se trata de un film rotundamente malo, ya que, mientras se ve, se pasa el rato sin caer en el aburrimiento y tiene algunos hallazgos y, por supuesto, buenos momentos –aunque sólo sea la aparición de Schwarzenegger—. Pero lo que sí se podría comentar es que es una película prescindible, poco memorable y que, si no formase parte de una saga, probablemente ni siquiera sería un éxito. De la misma manera se puede afirmar que, si no tuviese que aguantar la comparación con tres películas mucho mejores, recibiría críticas donde se mostrase menos insatisfacción.

Otra crítica en Blogdecine:

Más información en Blogdecine sobre ‘Terminator Salvation’.

Mi puntuación:

2

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