The Actors' Gang, hogar de algunos de los tipos más extravagantes vistos en una pantalla, también acogió a Jack Black y Kyle Gass. La pareja artística formó allí Tenacious D en 1994, una de las bandas más potentes, divertidas y refrescantes del rock estadounidense de los últimos 25 años. Entre discos, vídeos antológicos, series de televisión y cómics, The D también se sacó de la chistera un musical impresionante con un título original mucho más bonito que nuestro 'Dando la nota': 'Tenacious D: The Pick of Destiny'.
La llamada del rock
De 'Los productores' a 'Todo sobre mi desmadre', el género musical siempre ha abrazado sin miramientos a la comedia más desmadrada, ofreciendo de vez en cuando alguna joya indiscutible como 'South Park: Más grande, más largo y sin cortes', 'Musical Caníbal' o esta fastuosa 'Tenacious D: dando la nota', donde el director y co-guionista Liam Lynch, veterano colaborador de la banda y presente en buena parte del rock visual más divertido de los últimos 20 años, orquestaba una magnífica y vertiginosa comedia musical al ritmo de sus dos chiflados protagonistas.
En todo este tiempo, desde la salida del su disco homónimo, a principios de la década de los 2000, únicamente han lanzado cuatro trabajos. Cuatro discos en 20 años puede parecer poco, pero viendo la cantidad ingente de buenas ideas y melodías poderosas de la mayoría de sus canciones, además de lo ocupado que suele estar Black, es más que suficiente. Pero es que The D son mucho más que una (gran) banda de rock. Black y Gass forman una pareja cómica demencial que no hace ascos a la aventura de cambiar de formato. Ahí están sus series, sus videoclips o el cómic con el que acompañaron su último disco, 'Post-Apocalypto', del que únicamente la mitad del álbum está compuesto de canciones, pero qué canciones. También lo tienes disponible en episodios "animados", por decir algo.
Volviendo a la película, producida entre otros por Ben Stiller o Toby Emmerich, debemos reconocer que el culto está más que merecido. Con un presupuesto de 20 millones de dólares, esta demoniaca epopeya de risas, rock, amistad y sustancias alucinógenas apenas recaudó 8 en terreno local y otros 5 fuera, sumando unos ridículos 13 millones de dólares. Algo estaba claro: el mundo no estaba preparado para Tenacious D. Me atrevería a decir que todavía no lo están, y eso es lo que los sigue haciendo más únicos de lo que ya son. Ese fiasco es el culpable de que su siguiente gran aventura solo exista en formato cómic o miniserie "animada".
La película básicamente extiende, mejora y enriquece el universo que la banda había creado previamente para HBO en una mini serie que el dúo gestó entre 1997 y 2000 y por la que la relación entre los D y la casa de 'Los Soprano' no terminó bien del todo. Según Gass, HBO les ofreció hacer diez episodios a cambio de renunciar a su papel de productores ejecutivos. Gass y Black decidieron entonces hacer una película en lugar de entregar a HBO el control creativo de la banda. De este inteligente y atrevido movimiento nacería una película que ya debería formar parte de cualquier colección que se precie. Ya seas rockero, fan del humor o cinéfilo, es un título indispensable en tu videoteca.
Jack Black es un genio, un diamante en bruto de talento salvaje con una capacidad sobrenatural para el humor físico. Que además tenga una voz hecha a medida del rock le convierte en un espécimen realmente extraño, bizarro, en un mundo de humor donde Adam Sandler y Ben Stiller tienen mucha más visibilidad. Ese es otro de los grandes dones de Black: le gusta hacer las cosas de manera mucho más artesanal. Su colega Kyle Gass, más centrado en la parte musical del espectáculo, también tiene una fuerte presencia en escena, como quedó claro en su cameo en la sensacional 'Tres idiotas y una bruja', una de esas comedias infalibles que seguramente te perdiste. No te culpo, el título español es para meterlos a todos en la cárcel.
Como decía, el caso de Jack Black es muy interesante. Una bomba humana que necesita su radio de acción, pero cuando se utiliza a medio gas ('Margot y la boda', 'King Kong', 'Bernie') también es capaz de apoderarse de la función. Menos polivalente que Stiller y menos constante que Ferrell, Black puede ser, sin embargo, el más salvaje y excéntrico de todos. Seguramente también el más fascinante. Su humor, anclado en un universo compuesto por cuentos medievales, bromas preadolescentes y cultura rock, lo hace único en su especie.
The Rock Brothers
Metidos en faena, la película cuenta la historia del encuentro entre J.B. y K.G., dos patéticos perdedores unidos por el amor al rock y con ganas de convertirse en las más grandes estrellas de la historia. Para ello partirán en busca de una púa legendaria, elaborada a partir de un colmillo de Satanás, para darles la inspiración que necesitan para componer su gran obra maestra. A pesar de que la inspiración estaba en su desnuda serie de HBO, sería una verdadera pena aproximarse a la gran historia de TD a través de aquellos episodios cuando puedes hacerlo con una versión XXL capaz de hacer las delicias de los grandes nostálgicos del rock y del metal ochentero.
La banda aprovecha la ocasión para invitar a ilustres figuras musicales de su adolescencia (Dio, Meat Loaf), algún amigo (Tim Robbins, Ben Stiller, Amy Adams, Fred Armisen, John C Reilly, Amy Poehler, Satanás) y navegar entre alguna que otra referencia cinematográfica. El resultado es una comedia casi perfecta, más en la onda de 'El mundo de Wayne' y con inevitables ecos (y persecuciones) a 'Granujas a todo ritmo (The Blues Broters)' que a cualquier comedia perezosa con canciones metidas con calzador. Una oda a la amistad y a la libertad creativa que expone mejor que ninguna otra película el verdadero valor de la amistad: el de una gran bolsa de marihuana para compartir.
Nadie debería confundirse por las letras divertidas de las canciones de la banda, porque el talento musical es innegable. No hay canción de Tenacious D que no cuente con una melodía, una estrofa, un puente o un estribillo que no te apetezca berrear en la ducha. Prepárate para una aventura de 90 minutos con Jack Black en su mejor momento como un demonio de Tasmania que hace que su colega Kyle Gass brille más con su maquiavélica parsimonia. 'Tenacious D: dando la nota' se sale de los códigos de la historia de la búsqueda del éxito en Hollywood con un frenético viaje hacia la gloria más necia.
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