Hay que remontarse unos seis años para encontrarnos el momento en el que desde Atresmedia anunciaron que adaptarían una nueva novela de María Dueñas, 'La Templanza'. Poco después esta adaptación se convertiría en la primera serie de la compañía para Amazon Prime Video. Como suele pasar en estos tiempos, no fue así en términos de estreno ('Pequeñas coincidencias', 'El internado: Las Cumbres', etc.) pero la espera bien podría valer la pena.
Sobre todo teniendo en cuenta que nos encontramos con los mismos elementos que la sobresaliente 'El tiempo entre costuras'. La gran diferencia es que la saga jerezana es mucho más ambiciosa y tiene mayor envergadura que la serie protagonizada por Adriana Ugarte.
El tiempo entre viñedos
Con Susana López Rubio de coordinadora de guion y con Javier Holgado de coguionista, 'La Templanza' nos lleva al bodeguero paisaje de Jerez del siglo XIX en una historia de auge, caída y segundas oportunidades protagonizada por dos personas cuyos destinos se encuentran en este rincón de Andalucía a lo largo de diez episodios.
Por un lado tenemos a Mauro (Rafael Novoa), español afincado en México que, tras varias empresas fallidas se ha visto en la ruina pero que seguirá de sitio en sitio intentando lograr su gran oportunidad de negocio. Por el otro tenemos a Sol (Leonor Watling), que es casada con un empresario londinense y que decide volver a la hacienda familiar.
Una buena producción y un fenomenal reparto al servicio de un guion mejorable
Llama la atención cómo uno de los principales problemas del desarrollo de la historia de los primeros episodios de la serie sea precisamente al intentar hacer más televisivo el libro. Si bien es buena decisión no seguir el esquema de la novela, cuya primera parte se dedica en exclusiva a Mauro, el contar todo desde los orígenes de los personajes causa cierta desconexión con la trama general de la historia.
Esta elección de elegir el camino más puramente lineal lo que rompe es la intriga que pudiera haber con los personajes principales, sus motivaciones y sus relaciones haciendo necesaria una mayor insistencia en ciertos asuntos y motivos. Por ejemplo, tenemos el caso de la lealtad/amistad de Santos Huesos (Raúl Briones) hacia Mauro que parece menos definida (o consolidada) de lo que nos hacen creer.
Por lo demás, el guion recoge sabiamente el material original desplegando en diversos escenarios el mundo de la serie. El salto entre la trama de Sol y Mauro (y por tanto de Jerez/Londres a México/Habana) se hace de manera acertada con sus transiciones pero sin forzar paralelismos, manteniendo el relato lo más natural posible.
Pero en lo que más brilla la serie, a parte de por su fenomenal reparto, es en el nivel de producción, que es asombroso. Es un drama de época con mayúsculas y la cámara es generosa en hacérnoslo ver. Quizás es verdad que habría cabido esperar una realización más atrevida con los planos generales, pero el trío Guillem Morales, Alberto Ruiz Rojo y Patricia Font logra sumergirnos bien en la época.
Una serie a la que le vendría bien su emisión semanal
Quien espere algo para el consumo rápido, con 'La Templanza' no lo va a encontrar porque, al igual que como un buen vino, está pensada para degustar poco a poco. Este espíritu de desplegar poco a poco la historia hace que no sea recomendable hacer un maratón ya que uno termina cansado de la parsimonia.
En líneas generales, 'La templanza' es una buena y ambiciosa adaptación que logra potenciar puntos flacos de la novela pero que, a su vez, no logra tener la suficiente fuerza como para atrapar. Es un drama romántico sólido en la que todos los elementos confluyen pero que, poco a poco, pierde fuelle gracias a una historia que no termina de estar a la altura de la envergadura de la serie.
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