A estas alturas ya todos sabréis que este pasado fin de semana asistí a la duodécima edición de la Muestra Syfy de Cine Fantástico de Madrid, donde puede ver títulos como la estimable 'Chappie', que, por cierto, llega este próximo viernes a los cines españoles, la tronchante 'Lo que hacemos en las sombras', la decepcionante 'Song of the Sea' o la muy fallida 'A Girl Walks Home Alone at Night', pero aún me falta comentaros mis impresiones sobre 'Under the Skin', la muy comentada película protagonizada por Scarlett Johansson con la que la Muestra se despidió hasta 2016.
Seguro que muchos conoceréis 'Under the Skin' como la película en la que Johansson se desnuda por primera vez en toda su carrera, pero reducirla a eso sería un grave error, incluso por parte de aquellos que la hayan odiado con todo su ser y que únicamente se interesaron por este nuevo trabajo tras las cámaras de Jonathan Glazer por ello. Por mi parte, he de sumarme a los detractores de 'Under the Skin', ya que soy consciente de sus numerosos esfuerzos para ser una delicia sensorial, pero eso de poco sirve si a la hora de la verdad me transmite tan poco.
'Under the Skin' no se lo pone fácil al espectador
'Under the Skin' es uno de esos títulos que no se pueden valorar por su capacidad para entretener al espectador, pues Glazer apuesta de forma clara y decidida por convertirla en una experiencia sensorial en la que lo que sucede en pantalla tiene muchísima menos importancia que las sensaciones que te transmita su ejecución técnica. De hecho, lo realmente esencial de 'Under the Skin' es la multipremiada banda sonora de Mica Levi y el uso de otros sonidos por parte de Glazer, ya que son lo que realmente dan a unos imágenes que pueden frustrar a un espectador poco paciente.
Una de las principales pruebas de ello es que Glazer se deleita con todas las situaciones que plantea de forma un tanto exagerada, ya que el mensaje que desea transmitir a partir de ellas nos llegaría sin la necesidad de apostar por una ausencia casi total de ritmo para mostrarnos cómo la alienígena interpretada por Johansson va conociendo la humanidad, primero como depredadora y luego intentando que sus semejanzas con nosotros vayan más allá de su cuerpo actual.
Lo que sí hay que concederle a Glazer es que nunca es tan críptico que resulta imposible seguir en contacto con lo que sucede, pero la propia música puede ser al mismo tiempo su gran aliado o la raíz del rechazo del público. Por un lado, puede verse en la composición de Levi un elemento básico para crear una atmósfera sórdida que fascine nuestro intelecto, pero también tiene una marcada capacidad alienante que será un obstáculo insalvable para otros espectadores que estén deseando dejarse contagiar por el entusiasmo ajeno.
Es en esa reacción que provoque en nosotros lo que nos puede llevar a encumbrar 'Under the Skin' por el evidente cuidado de Glazer para crear imágenes con potencial para reflexionar y volverse loco, pero también a verlo como un espectáculo cansino e incluso dar la sensación de ser un tanto aleatorio.
Por mi parte, soy consciente de que esto último no es lo que realmente sucede -por ejemplo, y por mencionar un aspecto que no he visto que muchos hayan comentado, no creo que el hecho de que la protagonista tenga menos ropa con cada víctima sea para aprovechar como reclamo las cuervas de Johansson-, pero de nada me sirve hacer grandes esfuerzos si ya no es que no consigas transmitir lo que anhelas, sino que incluso llegas a coquetear de forma alarmante con lo soporífero, ya que al deleitarte con la misma idea de forma tan pronunciada lo que logras es que algunos simplemente se aburran.
Una experiencia... negativa
Sospecho que recordaréis lo mucho que se habló de películas como 'Gravity' o 'Boyhood' destacando la experiencia que suponía su visionado. No por tópico deja de ser menos cierto, pero es que eran obras que se podían disfrutar mucho más allá de eso, mientras que en 'Under the Skin' todo queda supeditado a ello: O sientes la película o lo más probable es que acabes odiándola con todo su ser.
El problema es que tanto los primeros como los segundos tienen razón y en lugar de crearse un sano debate se opta por la solución radical de decir que es un timo si no te ha gustado o que los que no saben valorarla simplemente no tienen ni idea en caso de que incluso puede que se haya convertido en una de tus películas favoritas.
Y es que por ejemplo hablar de su guión o de las actuaciones es algo completamente irrelevante, ya que el primero no es más que una reflexión que queda totalmente supeditada a la forma de contarlo, mientras que en lo segundo el hecho de que la gran mayoría de actores sea gente no profesional va más allá de ser una forma de reducir su salario: Simplemente se busca cierta naturalidad para ir justificando la progresión de la protagonista, cuya expresividad se debe más a lo que pasa que a la actuación de Johansson, que apenas tiene variaciones reales y su elección se debe en parte a su físico, pero porque el personaje exigía algo así.
Lo que tengo bastante claro es que 'Under the Skin' es al mismo tiempo una gran película y una completa pérdida de tiempo, ya que su fortaleza es también su debilidad y del mismo modo que su disfrute casi orgásmico es responsabilidad suya, también lo es el agotamiento que provoca en otros espectadores. Y es que si el cine de puro entretenimiento depende sobremanera de hacerte pasar un buen rato, cintas como la que nos ocupa basan su fuerza en las sensaciones que logren despertar en el espectador.
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