Thrillers de venganza se han hecho tantos que la mayoría acaban resultando demasiado parecidos a otros que ya hemos visto. Es verdad que, al menos sobre el papel, resulta sencillo plantear las motivaciones de su protagonista para que el público entienda qué es lo que le lleva a actuar de esa manera. Cosa distinta es lograr que realmente llegue a importarnos más allá de su capacidad puntual para hacernos pasar un rato entretenido.
Mucho me temo que 'Sweet Girl', nueva película original de Netflix que la plataforma estrena este viernes 20 de agosto, no es una de esas excepciones. Y lo curioso es que no lo es por complicarse demasiado, ya que sus primeros minutos plantean con acierto las motivaciones del dúo protagonista para luego acabar convirtiéndose en un correcalles poco estimulante.
Momoa convence pero la película no demasiado
La presencia de Jason Momoa es uno de los principales aciertos de 'Sweet Girl', ya que la película sabe trasladar con acierto al personaje esa imagen de tipo duro pero con corazón que el actor transmite en la vida real. Eso permite que su Ray Cooper no sea simplemente un saco de músculos buscando venganza, algo que se cultiva durante los primeros minutos de metraje y no llega a olvidarse por completo.
Además, Momoa también se muestra implicado en las escenas de acción, donde el gran error es volver a confiar en un trabajo de montaje que confunde el frenesí visual con el espectáculo. Los cambios de plano resultan demasiado abundantes, como también lo es que todo tienda a suceder en escenas nocturnas u oscuras que restan impacto al trabajo tras las cámaras del debutante Brian Andrew Mendoza.
Es una pena que eso suceda, pues en líneas generales sí que se percibe cierto pulso en la puesta en escena de Mendoza, pero ese lastre desluce bastante, sobre todo a medida que pasan los minutos y la acción gana cada vez más importancia, complicando por el camino hasta la trama hasta confiarlo todo a una decisión de guion que va a sacar de 'Sweet Girl' a muchos espectadores.
Luces y sombras de 'Sweet Girl'

Llegado a ese punto, la credibilidad de 'Sweet Girl' salta por los aires sin que el film saque realmente nada a cambio. Está claro que se busca dar una mayor dimensión emocional al relato, pero hay ciertos detalles que es imprescindible medir muy bien o corres el riesgo de hundir todo. No creo que eso llegue a suceder en el caso que nos ocupa, pero porque resolver todo me sigue importando ya tan poco como antes.
Y es una pena que eso sucede, porque a lo largo del camino sí hay apuntes interesantes, desde ese intento inicial de crítica hacia la codicia de la industria farmacéutica, algo bien personalizado en el efectivo personaje de Justin Bartha, hasta situaciones concretas como esa charla en el restaurante con el sicario interpretado por Manuel García Rulfo. Pero la tendencia es a complicarse demasiado cayendo además demasiado a menudo en la superficialidad.

Puede sonar extraño desear que 'Sweet Girl' hubiese apostado por un enfoque más sencillo, pero tampoco es necesariamente malo, porque perfectamente se podría haber apostado por un camino similar al de 'El fugitivo', pero el libreto firmado por Philip Eisner, Gregg Hurwitz y Will Staples quiere meter demasiadas cosas sin preocuparse demasiado de cómo hacerlo. Y no sale bien.
A su favor también cuenta con una Isabela Merced solvente tanto en el lado más emocional de la historia como cuando toca demostrar sus habilidades físicas. Es verdad que no termina de haber la química suficiente con Momoa para que el aspecto más dramático de la función adquiera la entidad necesaria, pero al menos tengo claro que no es culpa de ellos.
En resumidas cuentas

No empieza mal 'Sweet Girl' pese a que ya entonces resulta algo convencional en todo lo que plantea, pero poco a poco va complicando todo sin necesidad y confiando de paso en unas escenas de acción no especialmente inspiradas. Los esfuerzos de sus dos protagonistas algo mejoran el resultado final, pero no la recomendaría. Hay demasiados títulos en una línea general bastante mejores.
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11 comentarios
wimancio
La vimos anoche en casa y...
Cada diez minutos se levantaba alguien para no volver.
UNA PELICULA INFUMABLE.
Y no solo porque el giro es inverosímil y ridículo...
El desarrollo y la estructura es digna de un guionista vago de la hostia. El/los protagonistas se lo encuentran todo hecho. Si necesitan cambiar de vehículo, entrar armas en un edificio federal, una carretera "cuello de botella" para una emboscada, un lavabo QUE NADIE MÁS VA A UTILIZAR para una secuencia de acción con disparos que dura MINUTOS....
Entiendo que mi familia y amigos desconectaran. Yo aguanté por puro orgullo.
NETFLIX sigue cimentando su imperio con basura fílmica
Mr.Floppy
No pensaba verla, pero me han entrado unas ganas enormes de buscar qué giro de mierda es ese 😅
dragono
una película de m....para el olvido...y el giro final es de verguenza ajena
Undersky
Yo la vi como lo que es, una película para ver en una noche tonta.
La película es flojita, eso es incuestionable y el giro... ejem, dejémoslo en una puta tomadura de pelo. Pero curiosamente, en lo técnico es una de las pocas películas de Netflix que no tengo la sensación de estar viendo un telefilm barato.
salihadmizic
Concuerdo contigo. Para olvidar
dom.cobb.7
¿cual es el giro?
dom.cobb.7
Ok, gracias Mikel y wimancio, acabo de leer el plot twist y... madre mía
mickyvainilla
El giro que no le gustó a nadie, a mí me pareció una absoluta genialidad... Es la antítesis absoluta del estilo die-hard, es lo que ocurriría en la realidad, si un tipo común se hace el súper espía. Termina muerto ahí nomás, en la primera de cambio. Espectacular como ya dije. No sé qué quieren la verdad. Ya sé que pegarle a las películas de Netflix es el deporte nacional de acá, pero pongan un poco de buena voluntad, un poquito nada más. La dupla Isabel-Momoa es muy buena, sí tienen química, el montaje no es tan malo ni tan oscuro... Tampoco criticar por criticar...