Jared Hess ha destacado, por decirlo así, por haber dirigido 'Napoleon Dynamite', una correcta película con algún momento inspirado y donde la palabra friki buceaba durante toda la proyección. Sin ser ninguna maravilla conseguía quitarte alguna sonrisa gracias a su frescura. Era de esperar que para su siguiente film Hess intentara ir a más. Y eso es lo que ha intentado con este 'Super Nacho' (Beatriz, otra para ti, en su título original es 'Nacho Libre'), vehículo al completo servicio de su actor principal, Jack Black, máquina gesticulante sin la cual la película hubiera sido otra, y hasta puede que mejor. Aunque todos sus defectos tampoco son culpa de Black.
Ignacio es un monje que vive en un orfanato cuidando niños. Desde pequeño ha sentido una enorme pasión por la lucha libre y ahora ve la oprtunidad de hacer algo con su vida y de paso mejorar la pobre situación del orfanato. Para ello entrenará en secreto y se presentará a combates disfrazado para que no le reconozcan. Algo así como un superhéroe pero distinto, muy distinto. Aunque a simple vista no lo parezca, la película sigue casi punto por punto las pautas del anterior film de Hess. Al igual que en aquél, aquí los personajes son raros e intentan triunfar en la vida cómo mejor pueden. Sin embargo aquí ya no hay gracia ni frescura. Hess parece no saber hacer con lo que tiene entre manos y en su trabajo de dirección parece como si diera palos de ciego. Está claro que la película es una comedia, con sus toques de romanticismo. Pero ni hace gracia ni nada. Ni siquiera el apunte argumental de que un monje está enamorado de una monja, detalle que podrían haber exprimido mucho más, pero mucho más. Mucho me temo que se han cortado para no escandalizar al personal.
Toda la primera parte de la película es aburridísima, llena de chistes que no hacen reir. En la segunda se levanta un poco la función, pero muy poco. Los chistes siguen sin hacer gracia y encima nos meten alguna incongruencia en el guión que es para quedarse pensando. Con eso me refiero al último combate que realiza Nacho, que nada tiene que ver con los celebrados anteriormente, y que precisamente por eso no nos lo creemos. Respecto a los personajes y cómo dije antes, todos son raros y puede que sobre un papel tengan su encanto, pero en la película no han sabido explotar sus posibilidades. Podríamos estar hablando de personajes únicos en una película única, pero tal cosa no ocurre, pues no hay ni la más mínima empatía con ellos.
Otro de sus grandes problemas es su protagonista principal. El señor Jack Black se pasa toda la película haciendo gestos y sobreactuando. Sus payasadas no tienen fin, e incluso en un par de escenas tiene que ponerse a cantar para así demostra a todo el mundo que a parte de actor es cantante. Pues que casualidad, dichas escenas son las únicas que lograron que me riera. Por otro lado, Black está tan ocupado poniendo caretas que se olvida de componer un personaje, y es que a pesar de todo su protagonismo apenas sabemos nada sobre él, salvando el hecho de que es un monje payaso y luchador.
Casi es más atractivo el personaje que le acompaña en todos sus combates, Esqueleto, interpretado por Héctor Jiménez. Un personaje que apenas habla y que parece salido de 'Napoleon Dynamite'. Una pena que Black chupe tanta cámara, porque Jiménez podría haberse lucido mucho más, profundizando tanto en su rol como en algunas de las secuencias que él protagoniza y que podrían haber dado lugar a momentos antológicos. Cosa que no ocurre porque Black le corta a tiempo para así no verse eclipsado por Jiménez. ¿Tendrá algo que ver en esto el hecho de que Black es uno de los productores de la película? No contesteis, no hace falta.
La chica de la película está interpretada por Ana de la Reguera, actriz mexicana guapísima... y nada más. Su personaje es el peor de todos los que pululan por el film. Su entrada en escena es forzada y a partir de ahí está de completo relleno por mucho que nuestro luchador se quede prendado de ella. Pocas veces he visto a una actriz expresarse tan poco sin saber ni siquiera qué cara poner. Lamentable, y eso que para ese personaje no hacía falta una gran interpretación.
Una película muy mala, en verdad os lo digo. Y qué conste que me esperaba algo mejor. No algo maravilloso y para que entre en los anales de la Historia. Pero sí algo mínimamente digno, cómo lo es la anterior película de Hess, que viendo los resultados de la nueva da la sensación de que no proviene del mismo director a pesar de sus evidentes coincidencias temáticas. Y cuidado porque éste es el director que suena para dirigir 'Capitán América', la adaptación del famoso personaje de cómic. En fín, vosotros mismos, si sois muy fans de Jack Black puede que incluso la aguanteis con humor.