'Succession' se convirtió por méritos propios en uno de los grandes referentes de HBO. El año pasado ya se llevó para casa el Emmy reservado a la mejor serie dramática, honor que este año no pudo repetir porque hace ya más de dos del lanzamiento de la segunda temporada y no es hasta este domingo 17 de octubre cuando al fin se estrena la tercera tanda de episodios.
Estaba cantado que el gran golpe de efecto con el que llegó a su fin la segunda iba a ser esencial en el planteamiento de la tercera. La familia Roy está en guerra y solamente el tiempo dirá quién acaba ganando en este duro enfrentamiento entre Logan y Kendall. Por ahora está siendo apasionante, permitiendo como mínimo igual más el nivel de una serie que ya era excelente.
Las consecuencias del golpe de Kendall
Que Kendall no iba a salirse con la suya fácilmente era algo que todos dábamos por sentado. A fin de cuentas, no es la primera vez que intenta derribar de su trono a Logan, pero ahora sí que ha pillado con el pie cambiado a su padre. La cuestión es que el personaje interpretado por Brian Cox tiene más vidas que un gato y está alargando todo lo posible su etapa al frente de la compañía.
Eso lleva a que el enfrentamiento entre ambos es inevitable, pero en el arranque de la segunda temporada es algo que se hace en diferido -maravillosa la escena del primer episodio con Jess haciendo de intermediaria-, aplazando así el momento en el que tengan que verse las caras y salten las chispas.

Por ahora, todo son maniobras por parte de ambos para fortalecer su posición y debilitar la del otro, ya que la tercera temporada arranca básicamente justo donde se quedó la segunda. Con Kendall valorando el impacto de su movimiento y Logan viendo qué puede hacer para minimizar el daño causado.
No obstante, reducirlo todo a Logan y Kendall sería un grave error, ya que uno de las fortalezas de 'Succession' siempre ha sido lo bien que equilibra las diferentes aspiraciones de todos los miembros del clan Roy, contando además para ellos con varios personajes satélite que enriquecen aún más la historia que nos está contando Jesse Armstrong.
Todas sus fortalezas siguen ahí

En la tercera abundan las reapariciones, algunas esperadas y otras consecuencia de esa guerra entre Logan y Kendall, pero también la llegada de nuevos jugadores como consecuencia de ello. Todos juegan un papel bien definido, ya que en 'Succession' nunca hay nada dejado al azar, y van entrando a medida que su presencia es requerida.
Eso no quita para que la necesidad de mojarse por parte del resto de hijos de Logan sea especialmente fundamental. A fin de cuentas, son piezas fundamentales para que Logan o Kendall puedan salir victoriosos, pero claro, ellos tampoco quieren ser meros gregarios, en especial Shiv, algo que permite que las lealtades no estén nunca del todo claros, logrando así ese toque de imprevisibilidad que tan bien sienta tanto a la historia en general como a sus personajes en particular.

Y es que el gran nivel interpretativo al que nos tenía acostumbrados 'Succession' no desfallece lo más mínimo. Obviamente, los personajes siguen siendo los mismos que conocíamos, pero aquí se ven obligados a enfrentarse a una nueva dinámica, lo cual permite a la serie seguir incidiendo en el lado más mezquino de todos ellos, pero sin olvidarse nunca de que siguen siendo personas.
Para ello resulta esencial que 'Succession' nunca deje de lado que los grandes protagonistas de la serie son parte de la misma familia. Claro que hay muchos otros intereses en juego, sean personales o empresariales, pero eso es un detalle básico para entenderlos a todos ellos y también para que los personajes no resulten cargantes u odiosos, algo que podría suceder fácilmente si llevásemos a cualquiera de ellos a otro ecosistema. Juntos resultan fascinantes en su degradación moral.
En resumidas cuentas

'Succesion' se fue por todo lo alto con el final de su segunda temporada y la tercera sigue brillando, confirmándose como una serie imprescindible en su exploración de la familia protagonista. El drama, la tensión, el humor y todos los ingredientes siguen ahí mezclados con brillantez. Larga vida a la mezquina familia Roy.
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12 comentarios
rickhauser
No hay nada como Succession en la televisión actual. NADA.
michaelwhittmann
Los ricos también lloran 10.0
rio63
No he visto el capítulo aún. Lo veo en la noche. Esta es una de las series por las que vale la pena estar subscrito a HBO.
F.Sobotka
Enorme serie que confirma la migración masiva de talento (actores, guionistas, técnicos...) del cine a la televisión. Y además con el mejor humor de los últimos años. Estas próximas semanas volveré a ver las dos primeras temporadas para empalmar con la tercera
Mr.Floppy
No voy a negar que la serie es buena, porque es obvio que lo es. Pero no consigo conectar con ella como hace todo el mundo.
Cuando se pone en plan "me voy a reír de todos estos" me encanta. Pero, quizás sea porque vi del tirón la primera y la segunda, toda la trama financiera se me hace muy repetitiva, van en círculos todo el rato.
Y el inicio de la tercera igual. Cuántas veces hemos visto ya la lucha por ser el nuevo CEO? 🙄
leviatantan
Muchísimas ganas de esta temporada. Las dos anteriores son soberbias. Siempre Team Kendall!
JNeox
No la conocía pero ya tengo ganas de verla
merchemartineznovillo
Me cuesta entender esta pasión por la serie, sin duda, buena factura, buena técnica, buenísimo Brian Cox, pero he logrado terminarla y ha sido un alivio! Es el relato de todos los tópicos posibles, los ricos son malos y despiadados, el pobre nace bueno pero se hace malo por imitación, todos aparecen como instrumentos, sin un solo minuto de respiro a la mezquindad. Ambiente irrespirable, en suma. Pero además, salvo el padre y la hermana, son cortos, tontos y carentes de cualquier cualidad profesional o personal, por lo tanto incapacitados para cualquiera de las cosas que pretenden.
Al final casi se salva el padre porque al menos es inteligente y tiene un plan, los demás lo cambian cada media hora, no son ni siquiera fieles a sí mismos.
Ninguno despierta ningún sentimiento afectivo.
Transcurren capítulos y capítulos sin suceder nada nuevo, solo disputas familiares, puñaladas y humillaciones continuas del padre a los hijos, con el común denominador de todos los personajes de carecer de valores y ser despreciables.
No podría decir que es mala o recomendar no verla, pero no es lo que pintan. Y compararla con Juego de Tronos es una blasfemia, aquella es un regalo para los sentidos.
Al menos a quien no le guste, que sepa que no es el único.