‘Suburbicon’ se vendía sola. Escrita por los hermanos Coen, dirigida por George Clooney y protagonizada por Matt Damon y Julianne Moore, ¿quién no iba a tener como mínimo curiosidad por el resultado? Luego uno investiga un poco y descubre que el libreto original se hizo hace más de 30 años y que el propio Clooney también aparece acreditado como guionista junto a Grant Heslov y por un segundo piensas que si tan bueno era, no habrían sido necesarios tantos cambios.
Después ves que en Estados Unidos fue un enorme fracaso, tanto de crítica como de público, y el estado inicial de entusiasmo se ha enfriado hasta tal punto que lo que te queda es la esperanza de que no sea tan mala. Resulta curioso cómo tus expectativas pueden cambiar tanto, pero así me acabé enfrentando yo a ‘Suburbicon’ y es cierto que el resultado carece de unidad y está repleto de altibajos, siendo la demostración de que Clooney no tiene el mismo talento de los Coen para jugar con los ingredientes propios del cine de estos últimos.
No tiene muy claro qué quiere ser exactamente
‘Suburbicon’ es una película con un evidente problema de foco. Tan pronto es un thriller criminal como pasa a ser una comedia o se centra más en el comentario social de la época, haciendo especial hincapié en el racismo de la sociedad americana por aquel entonces en ese último punto. Todos esos ingredientes se podrían haber mezclado de una forma adecuada, pero el primer problema de la cinta es que carece de la fluidez necesaria y va dando tumbos esperando que todo acabe funcionando.
Eso es consecuencia de un guion descompensado que quiere abarcar demasiado y en el que encontramos tres grandes debilidades: la primera es todo lo relacionado con el racismo, algo que podría haber sido un telón de fondo jugoso y que acaba demasiado desconectado de la trama principal, como si fuese algo que alguien haya querido meter a toda costa sin molestarse en pensar qué es lo que aporta realmente a la historia más allá de un par de momentos para el hijo de la familia protagonista.
El segundo es que el misterio alrededor de lo que ha sucedido realmente se soluciona demasiado pronto. Los Coen demostraron en ‘Fargo’ que eso no es algo necesariamente negativo si luego sabes cómo jugar con ello, pero es que esto nos lleva al tercer defecto destacable: ‘Suburbicon’ tiene un grave problema de tono al no saber cómo lidiar con la necesidad de fusionar el thriller con la comedia, y ahí está la mayor decepción de todas.
Si nos fijamos en escenas individuales, lo cierto es que no hay ninguna que podamos calificar como mala en sí misma, pero todas ellas forman parte de un todo mayor y es ahí donde la cosa se viene abajo. En un caso era imprescindible caminar por una fila línea que equilibrase esas dos realidades, sabiendo cuándo había que potenciar un poco más una y cuándo otra. Aquí no sucede eso, simplemente a Clooney se le va de las manos.
Los actores son lo mejor de ‘Suburbicon’, pero no es suficiente
¿Qué nos queda para compensar eso? Un estimulante trabajo de Matt Damon, Julianne Moore y Oscar Isaac. Con este último da pena que no aprovechen más su personaje, porque ahí había un conflicto más interesante que otros a los que sí dedican más minutos y también porque sus pocas apariciones realmente levantan la película. Por su parte, Damon y Moore lo tienen más complicado al padecer más los vaivenes de la película, pero ellos sí que saben encontrar en sus actuaciones ese equilibrio entre humor y seriedad que ojalá tuviera la película.
No obstante, sus notables interpretaciones no brillan tanto como deberían por esa inconstancia de la que haga gala ‘Suburbicon’ en todo momento, aunque esto resulta más evidente cuando el protagonismo se aleja de ellos. No es que el joven Noah Jupe desentone, pero sí que carece del brillo de Damon y Moore, por lo que los problemas de la película son más llamativos entonces.
Por último, ‘Suburbicon’ realiza un trabajo solvente en términos de ambientación y Clooney cumple con holgura en lo referente al manejo de las cámaras, pero simplemente no sabe cómo manejar una propuesta así de ambiciosa y tampoco qué es lo que tiene que ir potenciando y hasta qué punto. Se dedica a ir solucionando lo mejor que puede cada escena sin preocuparse en cómo acabarán funcionando juntas. Si solamente fuera una comedia o un thriller, seguramente habría sido suficiente, pero aquí se le ven las costuras como realizador.
En definitiva, ‘Suburbicon’ es una oportunidad perdida porque quiere abarcar demasiadas cosas y no sabe cómo hacerlo de forma que encajen de una forma natural. Eso nos deja escenas que funcionan individualmente pero que no fluyen de forma idónea, lo cual les va quitando fuerza paulatinamente. El buen trabajo de los actores lo compensa hasta cierto punto y nunca llega a ser un completo desastre, pero sí una clara decepción.
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