Jean-Jaques Annaud dirige a José García, Sergio Peris-Mencheta y Vincent Cassel en ‘Su majestad Minor’ (‘Sa majesté Minor’), una película que se estrena el 12 de diciembre. En ella, Minor es un hombre que se ha criado con los cerdos: no habla, tiene una mujer cerda y varios hijos cochinillos. En el pueblo vive Clytia, la hermosa hija del patriarca, que excita mucho a Minor, aunque éste no lo sabe expresar más que con gruñidos y tocamientos. Tras un accidente, todos dan por muerto a Minor, pero en lugar de eso, sufre una transformación, aprende a hablar y comienza a comportarse como un aldeano más. Una paloma se posa en su pelo, lo que todo el pueblo entiende como una señal de que él es el rey.
De esta película lo que más se puede destacar, además de su particularidad, es la interpretación de los actores. García hace un papel extraordinario y está muy bien en todo momento. Su transformación es muy efectiva, ya que pasamos de ver a un animal a ver a una persona con más inteligencia de los que le rodean. A pesar de la exageración de sus gestos y de las situaciones, se consigue una empatía con el personaje de Minor.
Vincent Cassel está muy convincente como sátiro que trata de aliviarse ya sea con ninfas, ya sea con un árbol con una peculiar forma o ya sea con Minor. Les acompañan con actuaciones también dignas de ser vistas los demás actores. Pero esta forma de interpretar es muy exagerada y el elenco se pasa toda la película a voz en grito, lo que puede resultar algo cansado cuando pasa un tiempo. Peris-Mencheta, aunque obviamente doblado –quizá por él mismo— está correcto.
Se puede considerar el film de Annaud como una reflexión sobre la vida en sociedad, la obediencia a los mitos y muchos otros temas interesantes. La cadencia con la que los acontecimientos se van desarrollando y las emociones de los diferentes personajes se van mostrando está muy bien ritmada. Las referencias mitológicas están claras: el film se sitúa en la Grecia pre-homérica y, por ejemplo, el nombre del personaje femenino más sexual (Mélanie Bernier) es Clytia, cuya raíz etimológica no es difícil averiguar.
Además de este retrato social, ‘Sa majesté Minor’ tiene algo de humor, aunque no el suficiente como para que yo pueda considerarla una comedia. Es un humor primitivo, como lo son los personajes que habitan esta historia. El trato humanizado de los animales –esos celos que siente la hija del patriarca por la cerda— y todo el sinsentido de algunos de los comportamientos pueden recordar en ocasiones a los films de humor absurdo de Cuerda.
‘Su majestad Minor’ es una película desenfadada, sin cortapisas. Se habla de sexo, se practica el sexo, se muestran los cuerpos desnudos. Esto le da una gran autenticidad, ya que los tabúes que tenemos hoy en día y los reparos que existen en nuestra sociedad no estaban presentes en culturas anteriores.
Creo percibir que el rodaje de la película hecho en Alta Definición, al igual que ‘Dos hermanos’, sin embargo, es en muy pocos planos donde se puede apreciar, pues la fotografía en general es tan agradecida que parece 35 mm.
SPOILER: El final circular por el que Minor vuelve a ser lo que era en un principio resta importancia a todo lo narrado. Por un lado puede dar una sensación de ironía y recalcar más aún lo maleables que eran las personas de entonces ante las supuestas señales divinas. Pero también resulta flojo con respecto a lo anterior. FIN DEL SPOILER
El primitivismo de esta película nos recuerda al ‘En busca del fuego’ (‘La guerre du feu’), film del propio Annaud de 1981, con la diferencia de que aquí todo es más esperpéntico y el francés mezcla de elementos modernos –el lenguaje por ejemplo— y costumbres de entonces, al mismo tiempo que hace convivir mitos –el dios Pan y sus flautas— con realidad.
Como conclusión general diría que ‘Su majestad Minor’ es una película curiosa, original y con valores positivos como las interpretaciones o el estudio sociológico. Pero también es un film muy excesivo, muy pasado en muchos aspectos y quizá no sea del gusto de todo el público.
Mi puntuación:
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