Este pasado jueves 24 HBO Max estrenó la temporada 2 de 'Starstruck'. No sé qué pasó pero, cuando quise darme cuenta, ya me iba por la mitad del quinto episodio (de seis) de esta nueva entrega de la comedia romántica de Rose Matafeo. Y entre medias, grandes momentos de humor y mucho encanto.
Y es que estos dos ingredientes son mezclados bastante inteligentemente en esta serie, que sigue a una chica neozelandesa (Matafeo) que se enrolla, sin saber quién es, con la estrella de cine Tom Kapoor (Nickesh Patel). Iniciarán así una relación esporádica saltando de fecha a fecha.
La temporada 2 comienza justo en el momento en el que termina la primera, que pudimos ver con la llegada de la plataforma a nuestro país: Jessie ha decidido no viajar a Nueva Zelanda algo que, más allá de poder estar más tiempo con Tom, complica un poco todo.
Un romance entre fechas
Si bien podríamos decir que las circunstancias son nuevas, Matafeo no se desvía en la estructura de la serie. Seguimos yendo de fecha en fecha, de evento en evento. Es un formato similar pero con intenciones distintas en lo que se va viendo cómo está esta pareja improbable en ese momento, planteándose qué es lo siguiente para ellos. Si se podrá sostener, si no, si interesa, etc.
Es cierto que este planteamiento puede causar bastante desgaste por esta frustración constante que llega a provocar. No tanto por ese juego típico de las comedias románticas en torno al tira y afloja de los protagonistas sino por esa sensación de falta de avance en sus asuntos.
También es verdad que si espectro temporal que cubre cada temporada no fuese tan amplio (de episodio a episodio pasan semanas o meses) no daría tanta impresión de estancación. Si bien es intencionado porque, en el fondo, así es nuestra vida, puede llegar a cansar un poco.
Lo que no quita que tengamos alguna que otra buena dosis de comedia. De hecho el inicio del cuarto episodio es una de las escenas más divertidas que hemos visto en lo que llevamos de año. Por supuesto, protagonizada por Rose Matafeo, cuya actuación es absolutamente brillante.
Un ligero desequilibrio entre los protagonistas
Aquí tenemos otro de los problemas, menores, que tiene 'Starstruck': el desequilibrio entre los actores protagonistas. No tanto por Nickesh Patel (al que le falta algo de carisma) como por su personaje, cuya sosera es definidora. Entonces este siempre acaba estando en un segundo plano y más cuando Matafeo deslumbra.
Quizás la mayor cualidad que tiene 'Starstruck' es cómo es una comedia tranquila, bien hecha, pequeña y refrescante en su mirada al subgénero en el que se enclava. Es divertida, encantadora pero, quizás, demasiado breve y ligera.
Quizás con más episodios por temporada a Rose Matafeo le daría tiempo a profundizar algo más en sus tesis, pero esa ligereza le viene muy bien. Esto hace que tengamos una temporada 2 que entra como el agua, ideal para una maratón, pero que no deja tanta marca como podría.