-Hay historias sobre lo que pasó.
-Todas ciertas. El lado oscuro, los jedi... son reales.
Coincidiendo con su lanzamiento en Blu-ray y DVD en las tiendas españolas, aprovecho para aportar mi punto de vista sobre ‘Star Wars: El despertar de la fuerza’ ('Star Wars: The Force Awakens'). A diferencia de lo comentado recientemente sobre ‘Batman v Superman’, este film no ha generado una fuerte división de opiniones aunque leyendo comentarios en el blog me doy cuenta que no escasean los espectadores decepcionados.
Y es normal que, tras una ejemplar campaña de marketing, las elevadas expectativas hayan jugado una mala pasada a una parte del público, encontrándose una película inferior a la que se habían imaginado. Pero cuando leo que es mala o que falta la imaginación de George Lucas... bueno, supongo que cada uno tiene su forma de apreciar el cine. Yo quería regresar al universo de los jedis, donde todo es posible, y disfrutar de un buen espectáculo. Eso encontré.
Reiniciando una saga de gran potencial
Ya eso es más que suficiente para aplaudir el trabajo de J.J. Abrams y su equipo. ¡Es una montaña rusa! Sí, a veces el director pisa el acelerador más de la cuenta y en lugar de conocer un poco más a los personajes los vemos corriendo de un lado para otro. Pero debemos entender que el objetivo de esta cosa es arrasar en taquilla, atraer al mayor número de espectadores posibles y mantenerlos entretenidos durante dos horas. Es Disney. Y el público actual (en general) se distrae con facilidad. Necesita estímulos constantes.
Conviene revisar las dos trilogías antes de ver el Episodio VII. Se aprecian mejor los logros y los tropiezos de Abrams. De nuevo, habrá quien disfrute con ‘La amenaza fantasma’, ‘El ataque de los clones’ y ‘La venganza de los sith’: a mí me parecen infantiles, huecas y ridículas. Sólo tienen el envoltorio de ‘Star Wars’, carecen de lo esencial: la capacidad de transportarme a otros mundos y sentir la aventura en cada escena. Hay criaturas hablando de acuerdos comerciales, bloqueos, tratos con senadores, jedis increíblemente torpes y bobos que no son capaces de ver las evidentes manipulaciones del villano y caen como moscas...
Sólo rescato algunas ideas visuales y la intención de Lucas al plasmar la evolución de Anakin Skywalker; desde luego no el resultado, su personalidad no encaja en absoluto con la de Darth Vader. Los guiones son un desastre que, para colmo, tienen detalles que no cuadran con las primeras tres películas (Obi-Wan dice que le entrenó Yoda... ¿se olvida de Qui-Gon Jinn?), y la labor del reparto se alterna entre la sobreactuación y la indiferencia más absoluta. Un desperdicio de talento.
J.J. Abrams retrocede. Se pregunta qué cautivó al mundo en primera instancia. Y el origen son dos pelculas: ‘La guerra de las galaxias’ (‘Star Wars’, 1977) y ‘El imperio contraataca’ (‘The Empire Strikes Back, 1980’). Ahí está todo lo que hace grande a la saga. Y Abrams es otro fan. Él sabe lo que quiere ver. No le agradan las precuelas ni los retoques digitales de las clásicas. Han Solo disparó primero. Gracias, George Lucas, pero tu contribución creativa debería haber terminado con los ewoks.
Un anhelado regreso a los orígenes
Por suerte, Disney y Lucasfilm (con Kathleen Kennedy al frente) llegan a un acuerdo con el realizador por el cual puede llevar la batuta sin la participación de Lucas y con un guionista en el que confía. Retira a Michael Arndt (elegido inicialmente por los estudios para trabajar con ideas del creador de 'Star Wars') e incorpora a Lawrence Kasdan, coguionista de ‘El imperio contraataca’. El objetivo es claro: recuperar el tono lúdico del Episodio IV y la oscuridad del Episodio V.
Durante la producción recuerdo que hubo un rumor muy insistente: Abrams quería posponer el estreno y Disney se negaba. Lo cierto es que no ocurrió, y Abrams estuvo retocando el montaje hasta un par de semanas antes del estreno (Ewan McGregor lo desvela en esta anécdota). También ha revelado el cineasta que el famoso accidente de Harrison Ford que obligó a retrasar el rodaje fue lo mejor que le pudo ocurrir a la película porque le dio tiempo para replantear el guion.
Es decir, empezaron a rodar con un libreto con el que no estaba cómodo y hubo prisas, más la presión de Disney, las demandas de los fans… Normal que Abrams no quisiera repetir como director en ninguna otra entrega (si bien permanece como productor). Su Episodio VII se parece mucho a la original, y él lo achaca a que quiso establecer un puente entre ambas generaciones pero yo creo que lo hizo como último recurso: no había tiempo para inventar nada mejor.
Así que toma como referencia la trama del Episodio IV y juega a partir de ahí con ideas, escenas y personajes que le atraen. ¿Vago? ¿Cobarde? Quizá. Práctico, desde luego. Y puede justificarse de varias maneras. Ha optado por la excusa del puente pero podría haber hecho como George Lucas, que también se recicló a sí mismo en las precuelas: él prefirió llamarlo poesía, rimas. El resultado es el mismo.
Una nueva esperanza
Me gustan los personajes nuevos. Son sencillos pero están bien definidos e interpretados. En cierto modo actúan como versiones renovadas de los clásicos, buscando su lugar en el mundo, intentando encajar en esta fantástica guerra de las galaxias donde pueden ser héroes o villanos, pero con su propio sello. Me encanta que Finn (John Boyega) alucine como un fan metido en la ficción, la naturalidad y el coraje que transmite Rey (Daisy Ridley), la chulería de Poe (Oscar Isaac) y la tormentosa personalidad de Kylo Ren (Adam Driver).
Quizá hay demasiados pero los guiños son divertidos de localizar. Lo que menos me agrada del Episodio VII, aparte de lo previsible de la trama, es la muerte de la figura paterna (entiendo el porqué pero creo que merecía un desenlace más épico) y el final abierto, ese cliffhanger con dos personajes a punto de abrir la boca. No esperaba encontrar respuesta a todas las preguntas que se plantean (¡muchas!, como suele ocurrir con Abrams) pero lo justo tras más de 2 horas de película es una recompensa: un breve intercambio dialogado con Luke habría bastado.
Salí de la sala con ganas de más, dos veces, y eso me parece una buena señal. Tendremos que esperar a las navidades de 2017 para saber qué ocurre después, por qué Rey es tan poderosa, el origen de Finn, si Kylo Ren tiene una misión secreta o quién es el Líder Supremo Snoke. Mientras tanto, para aliviar la espera, Disney y Lucasfilm nos van a contar cómo se robaron los planos de la Estrella de la Muerte, una precuela de la película original. Menos mal que pinta muy bien...
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