A pesar de que en una escena, Danner (Tiffany Haddish) apunta los tropos que se repiten en las "comedias románticas" de Aniq (Sam Richardson), es bastante curioso cómo para esta segunda temporada de 'The Afterparty' decide separarse ligeramente de las dinámicas de la primera entrega. Esto no impide que la comedia de Apple TV+ siga siendo excelente.
Ha pasado un año desde los hechos de la primera temporada y esta nueva entrega nos lleva a una boda que ha acabado en tragedia, con la muerte del novio (Zach Woods) y con su mujer (Poppy Liu) como aparente sospechosa. Aniq, que ha acudido como invitado como pareja de Zoë (Zoë Chao) llamará a la ahora "autora" Danner para que les ayude con la investigación.
Como ya he avisado al principio, si bien Christopher Miller y Anthony King conservan la estructura de la primera temporada, con cada episodio contado desde el punto de vista de uno de los testigos/sospechosos y narrado dentro de un género narrativo concreto, aquí tenemos una diferencia que podría parecer menor pero que es bastante determinante.
Mi gran boda letal
En pocas palabras, no tenemos un grupo de antiguos amigos/compañeros de instituto sino que aquí son más extraños entre sí. Algunos son los amigos y familiares del novio, otros son los de la novia. Podríamos decir que son como grupúsculos que han convergido en una hacienda enorme. Es verdad que podemos argüir que hay igualmente suficientes lazos entre los sospechosos, pero quieras que no cambia bastante el enfoque.
Esto hace que los esquemas que se repiten (por haber sido las señas de identidad de la serie) parezcan refrescados. Esto incluye, por ejemplo, rarezas/excentricidades (si lo podemos llamar así) de la víctima, el hecho de encontrarnos con un par de personajes llevando a cabo una investigación paralela o incluso la envergadura de los flashbacks en cuanto al tiempo que cubren.
Hablando de los flashbacks, en esta ocasión navegamos por un abanico de géneros que con comedia romántica (Aniq), romance de época (Grace), noir cincuentero (Travis) o incluso un mundo Wes Andersoniano (Hannah). Nuevamente, Miller y compañía clavan estos géneros en su sátira, aunque hay que reconocer que en alguna ocasión se les va algo la mano y no termina de ofrecer el resultado esperado.
Original y desternillante
En realidad es más cuestión de detalles que de ideas. Y 'The Afterparty' va sobrada de ellas volviendo a demostrar que es una de las series más ingeniosas del panorama actual. Esto hace que, si bien no inventan la rueda, el guion nos va regalando giros estupendos dignos de las grandes novelas y películas del género y escenas y situaciones desternillantes.
Algo que no podría ser posible, nuevamente, sin un reparto entregado. Al igual que en la temporada 1, aquí tenemos un nuevo grupo de secundarios habituales de la comedia que tienen la oportunidad de brillar con luz propia. Para sorpresa de nadie, por ejemplo, Paul Walter Hauser está increíble en su papel de "detective" aficionado. De los "veteranos", Haddish sigue cargadísima de carisma.
Una de las grandes virtudes de 'The Afterparty' se encuentra en el equilibrio preciso entre comedia y misterio con un control magistral de los tiempos, sabiendo perfectamente cuándo es hora de revelar algo y cómo dejarnos en vilo para que estemos una semana más pendientes del caso.
Lo tenía difícil porque propuestas como estas cuesta que salgan airosas de la empresa de ir a por una nueva temporada, pero el resultado es poco menos que excelente conservando su condición de una de las mejores comedias que están ahora mismo en emisión.
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