Sitges 2024: 'Oddity' es un simpático viaje al pasado del terror británico con muñeco maldito y un misterio muy absorbente

Sitges 2024: 'Oddity' es un simpático viaje al pasado del terror británico con muñeco maldito y un misterio muy absorbente

Damian Mc Carthy mejora con creces su debut en una golosina siniestra que no necesita cambiar el género

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Oddity Wallpaper

Se presentó en el Festival de Sitges esta película de terror irlandesa que ha llamado la atención este verano por su intrigante argumento con presencia de lo paranormal. Dirigida y escrita por Damian McCarthy, ‘Oddity’ cuenta la historia de una médium ciega y comerciante de curiosidades que se enfrenta a la muerte de su hermana. La narración se desarrolla a medida que descubre un maniquí de madera en su gabinete de curiosidades se hace fundamental para desentrañar la verdad que se esconde tras el asesinato de su gemela.

Un esfuerzo modesto que aprovecha al máximo su ambientación en una casa de campo ostentosa, en la que los poderes psicométricos de la protagonista conducen a la revelación sobre el autor del crimen. Habiendo creado cierto ruido en South by Southwest en marzo, donde ganó el Premio del Público en la sección Midnighter, se estrenó en USA, Irlanda y el Reino Unido en agosto. Siempre la etapa de Halloween tiende a borrar las huellas trazadas por el género durante el año y en 2024 ha habido una brutal explosión veraniega que tapó un poco el impacto de esta.

Una historia de cronología con truco

Eclipsada por otras más esperadas o más promocionadas, como ‘Alien: Romulus’ o ‘Longlegs’, su condición independiente no le ha privado de ser un pequeño fenómeno inesperado de la cartelera, una mirada abierta sobre una producción pequeña, en incluso minimalista que recompensa su relativa originalidad, al menos sobre una saturación de estrenos cortados por códigos similares y acabados cada vez más parecidos. La modestia de McCarthy, eso sí, acaba dejándose ver más de lo que sugieren las muy buenas críticas con las que viene avalada.

Es irrefutable que hay un gran salto frente al anterior trabajo del director, la curiosa ‘Caveat’, cuyo conejito de madera hace aquí un cameo en una especie de museo de los objetos malditos al estilo del de los Warren. Pero quizá a este trabajo todavía le falta un poco de músculo técnico, en detalles sencillos como el montaje o la música, sorprendentemente proclive a subidas de volumen poco elegantes y que a veces parece que no estuvieran demasiado bien masterizadas.

Oddity1

Quizá varios de esas rugosidades de acabado puedan pasarse por alto gracias al espíritu añejo de la película, una especie de viaje a un pasado en las islas, donde las películas de terror tenían historietas compiladas con fantasmas vengativos de antaño, hechizos y tiendas de antigüedades con espejos maléficos. ‘Oddity’ tiene el argumento justo para llenar uno de esos segmentos, y lo trata de acomodar a duración de largometraje estirándolo demasiado, aunque guarda un par de giros que hacen que cuanto menos se sepa del mismo, mejor.

Las cosas claras y un contagioso amor por los viejos clásicos

Tampoco vayamos a esperar giros que cambien las reglas del género, sin embargo, sí que hay ciertos juegos con la cronología y las elipsis que convierten una línea temporal bastante simple en algo bastante refrescante. El material de la historia tiene el ADN de los cómics Warren y las películas de la productora británica Amicus impreso en cada fotograma, y cuando decide virar y desatar los aspectos más góticos de su relato se convierte en una delicia de pasillos vacíos, ruidos al fondo, tablones chirriantes y siluetas en los márgenes a la que es difícil resistirse.

McCarthy sabe cómo proyectar una nueva luz a lo arquetípico sin resultar anticuado, con lo que su pequeña película no es tan sencilla de alinear con las tendencias actuales, pese a caminar por terrenos sobrenaturales familiares. Con su extraño maniquí de madera, que parece una recreación del de la olvidada ‘The Fear’ (1995), añade un toque extraño y retorcido, pero aunque figure en los materiales promocionales de forma prominente, este no es el elemento principal de la trama.

Oddity

‘Oddity’ resulta un complemento vitamínico de vieja escuela para la gran cosecha del terror de este año, con un regusto similar al de rarezas de tebeo hechas de forma casi casera como ‘The Mortuary Collection’ (2020) que siempre alegra ver en pantalla. En sus momentos de interacción con el público tiende a los jumpscares de barraca, algunos más elegantes que otros, pero también atiende a la atmósfera y la localización por lo que las fuerzas acaban equilibrándose en una propuesta muy simpática, de las que hacen revolucionar la platea de un festival entregado sin usar litros de sangre.

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