Esta tarde se estrena el documental ‘Sicko’, de Michael Moore, tras la decisión de que no se lanzaría a los cines de nuestro país, posteriormente revocada. En 2007 ya estaba en Youtube, así que se puede decir sin problema que se ha hecho esperar.
‘Sicko’ comienza criticando los subterfugios que utilizan las aseguradoras médicas privadas en EE. UU. para no pagar a sus clientes la asistencia que necesitan, lo que, en numerosas ocasiones, ha significado la muerte de los pacientes. Moore se centra en algunos casos concretos para contarnos el funcionamiento de estas empresas. A partir ahí, el discurso continúa para explicar que ese país capitalista podría tener asistencia médica del estado.
Las películas de Moore están claramente dirigidas a sus compatriotas norteamericanos, por lo que muchos de los momentos pueden resultarnos cansinos a los europeos, que ya conocemos lo que cuenta. Pero de la misma forma, nos sorprenderemos mucho con algunos otros de los aspectos, que quizá para ellos ya estaban claros, y aprenderemos cosas sobre el archiencumbrado estilo de vida americano (American Way of Life) que nos dejarán de piedra.
Por lo tanto, creo que la lectura que puede hacer de un documental de Moore una persona de EE. UU. y una de cualquier otra parte del mundo es muy diferente, casi complementaria. Personalmente, la sensación con la que salía del cine era la de odio a ese país. Salía pensando que no querría ir ni de vacaciones.
De entre esas cosas que chocan se puede mencionar que los ciudadanos prefieren no tener cobertura médica estatal, es decir, que esto no es un defecto que lamenten, sino algo con lo que están de acuerdo. Por eso, para ellos es necesario que este documental les ponga el ejemplo de otros países, cosa que ya hacía Moore en ‘Bowling For Columbine’. Mientras para nosotros lo interesante sería ver bajo qué mandato presidencial se iniciaron estas coberturas privadas, cuáles han sido los intentos políticos por reestablecer la seguridad social y de qué forma se han aplastado éstos.
Realmente, que una compañía privada, cuyo único objetivo es obtener beneficios económicos llegue hasta cualquier consecuencia con tal de no perder dinero, no tendría por qué parecernos extraño. Lo que no cabe en ninguna cabeza es que el propio Estado deje morir a sus ciudadanos. Sólo si consiguiesen que Dios escuchase la plegaria “Líbranos del mal…” tendrían alguna opción, ya que cualquiera que se ponga enfermo de gravedad, incluso con cobertura privada, va a verse en un calvario y quizá no reciba las curas que necesita.
Todo lo que se le ha criticado siempre a Michael Moore se repite en este nuevo documental: la demagogia, la utilización de figuras individuales para causar sensaciones en el público, su posicionamiento como estrella del show, el exagerado didacticismo… Y se puede añadir que ‘Sicko’, como película, es fea, con unos grafismos que parecen hechos mal a propósito. Sin embargo, considero que encontrar estas trampas o defectos en su discurso no deslegitima el mensaje en sí. Es decir, que Moore sea exagerado y sibilino no resta importancia a su denuncia de temas que claman al cielo.
El efecto que Moore busca, lo consigue porque este documental apena y cabrea. Lo que sí es cierto es que dudo de la capacidad para cambiar las situaciones que puedan tener sus films, ya que lo de predicar al converso se aplica aquí más que en ningún otro sitio. Cualquiera que piense de forma contraria a él le tendrá tanto odio que no verá jamás ninguno de sus documentales, ni querrá siquiera escuchar el contenido contado por una tercera persona. El esfuerzo del creador por conciliarse con estas mentes que se le oponen es el mínimo, ya que la parte de ‘Sicko’ en la que viajan a Cuba sólo puede molestarles. Quizá se equivoque porque, si consiguiese que esa gente viese sus películas, seguro que algo les moverían y, por mucho que tratasen de desmontar sus tesis con los argumentos que he citado antes, algún poso se les quedaría.
‘Sicko’ es un film que estremece y que parece muy necesario, incluso en nuestro país, donde, por mucho que cueste creerlo, también existen figuras de importancia que consideran que la ausencia de seguridad social sería un sistema preferible, pero espero que, como dice un canadiense en la cinta, eso ya sea impensable.
Más información en Blogdecine sobre ‘Sicko’.
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