Como en cualquier festival, ya sea de "clase A" (el de San Sebastián es el único español con tal categoría) o más humilde, la programación de Donostia 2019 no se limita a esas obras que aspiran a conquistar a los jurados de las diferentes secciones y lograr algún premio; también hay propuestas más comerciales que llaman la atención de un público amplio y llevan rostros conocidos a la alfombra roja. También hay compromisos que condicionan la oferta cinematográfica, pero eso es otro tema.
Lo cierto es que entre los títulos más destacados de la 67ª edición del certamen vasco nos encontramos 'Adiós', presentada fuera de concurso. Es el regreso de Paco Cabezas al cine español tras varios años en la industria norteamericana realizando los largometrajes 'Tokarev' (2014) y 'Mr. Right' (2015) así como episodios de series como 'Penny Dreadful', 'American Gods' o 'El alienista'.
Cabezas y Casas se reencuentran en otro relato criminal
Cuatro años después de su último film, Cabezas se reencuentra con una de las grandes estrellas nacionales, Mario Casas, a quien ya dirigió en 'Carne de Neón', para contarnos un sencillo y tradicional relato de venganza con clanes mafiosos, policías corruptos y un misterioso crimen que sirve de excusa para poner en marcha la trama y conducir a los personajes a un sangriento destino.
'Adiós' tiene lugar en Sevilla y gira en torno a Juan (Casas), que cuando comienza a disfrutar de su libertad durante los fines de semana, tras pasar años en la cárcel, sufre la muerte accidental de su hija pequeña. Ante la falta de respuestas tranquilizadoras, Juan abandona repentinamente su esperanza de redención y acude de nuevo a su brutal familia, "Los Santos", para aclarar lo ocurrido y ejercer su propia justicia.
Por un lado tenemos la mezcla de drama familiar y thriller de mafiosos, con los Santos a lo Peaky Blinders, más listos y duros que nadie, y por otro se desarrolla una investigación policial liderada por Eli (Ruth Díaz), la clásica inspectora ingenua e idealista que lucha por mantener su integridad, buscando que se respete la ley y el procedimiento durante la investigación. Por supuesto, el caso revela oscuros secretos y la recta policía descubre que debe mancharse las manos...
'Adiós' pide menos diálogo y más acción
El principal problema de 'Adiós' es que no sorprende. Todo se desarrolla tal como esperas, si has visto suficientes relatos criminales en cine o televisión. El guion acude a clichés y recorre lugares comunes para ofrecer una película convencional que alcanza su mejor nivel cuando se entrega a la acción pura y dura, donde destaca la puesta en escena de Paco Cabezas, y se aleja de los aburridos momentos tiernos o las conversaciones trilladas que, además, sobreexplican a los personajes. Tan sencillos y claros que deberían actuar más y hablar menos.
En ese sentido, Cabezas tiene la suerte de contar con un estupendo reparto que junto a Ruth Díaz incluye a Vicente Romero, Mona Martínez, Carlos Bardem, Natalia de Molina o Salva Reina rodeando a la estrella, Mario Casas, quien vuelve a recurrir al acento andaluz que ya practicó en 'La mula' 'Grupo 7'.
'Adiós' está construida para que Casas se luzca, y lo intenta, pero lo hace de forma tan obvia que no termina de funcionar (esos gritos y escenas tan intensas) y su esforzada interpretación se queda en una superficie tan impostada como casi todo el film, que no saca partido a la localización sevillana. Pese a todo, el film tiene suficientes virtudes como para servir de entretenimiento, en una tarde sin nada especial que hacer, siempre y cuando no pidas peras al olmo.
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