'Rosario Tijeras', cortando, cortando y como el Rosario de la Aurora acabando

Mañana mismo se estrena entre nosotros está coproducción hispano-mexicano-colombiana, que junto con 'Tiempo de Valientes' representa la oferta de cine hispano parlante que tan buena acogida tiene en nuestro país. En lo referente a taquilla, o muchos me equivoco o la segunda tiene todas las de ganar: es una comedia que parodia con humor argentino el tipo de películas a lo 'Arma Letal'. En cuanto a calidad todavía no puedo compararlas, ya que sólo he visto 'Rosario Tijeras', pero aunque la otra sea mala, ya será mejor que ésta.

Rosario Tijeras es una mujer de armas tomar, cocainómana hasta las cejas siempre se rodea de la peor calaña de hombres. Hasta que un día conoce a Emilio que junto con su amigo del alma Antonio se salen del tipo de hombres que hasta ahora Rosario ha conocido. Sin embargo, ella que nunca se ha enamorado se mueve en un mundo lleno de violencia del que no puede escapar. Muchos la desean y muchos la quieren ver muerta.

El film está construído a bases de flashbacks insertados en la historia a la buena de Dios. Intentando ser originales al contar la historia de adelante para atrás, de atrás para el medio, del medio para adelante, de adelante a ningún sitio, de ningún sitio a la nada, lo único que han conseguido es que el espectador se maree y sobre todo que se acuerde de algún familiar del montador. Sinceramente creo que su incoherencia narrativa no es su mayor problema. Su mayor problema reside en que no hay historia qué contar, salvo pequeños apuntes de la personalidad de alguno de los personajes, sobre todo el principal. Apuntes que por otro lado podrían resultar interesantes, y que quizá funcionen por sí solos, pero no en el conunto de la película, ya que al recurrir a ese estilo de narración, la película se divide más en bloques de lo que cabría esperar. No hay un hilo argumental que una todos esos bloques, a pesar de que se nos intente explicar al final cosas que suceden al principio, pero que nunca vemos en pantalla. Un recurso fácil y tramposo que hace que el espectador no entre jamás en el relato.

Algunas de esas partes son sencillamente incongruentes o simplemente no se entienden. Sabemos perfectamente que pasa en general, pero desconocemos lo que ocurre en concreto. Me explico, hay secuencias en las que la protagonista anda liada a tiros con otra gente, pero no sabemos en qué negocios está metida ni el porqué de liarse a tiros con todo Dios. Sí, sabemos que es una delincuente, pero eso no llega, con sólo ese dato no basta para que haya coherencia en sus actos, y que la película resulte comprensible.

Respecto al trabajo actoral decir que Flora Martínez es preciosa y pone toda la carne en el asador. Lamentablemente eso no llega ni de lejos. El despropósito es de tal envergadura que nos da igual que ella esté bien o mal, no nos importa. Aparte de que su personaje por mucho que sea el principal, está totalmente desdibujado por mucho que nos inserten unos flashbacks en los que se trata de explicar un trauma infantil. Por cierto, uno de los flashbacks es realmente asqueroso. Pretende escandalizar o que te sientas incómodo, y lo único que consigue es rechazo absoluto.

Manolo Cardona un tanto de lo mismo. Su personaje que se mueve entre tópicos podía haber sido muy interesante, y lo desaprovechan totalmente. Además en un momento dado desaparece de la película sin explicación alguna, y reaparece como por arte de magia. Unax Ugalde, que es uno de los motores de la historia, sale con la misma cara de empanao que tiene en todas sus películas, sin transmitir absolutamente nada, no parece enterarse de demasiadas cosas.

Luego hay otra cosa que me ha llamado la atención: la primera media hora la película está llena de escenas de sexo. Todas muy mal filmadas y totalmente metidas a calzador. Unidas a la incogruencia de la naración forman un conjunto realmente desconcertante. El amigo que me acompañaba en el visionado espetó un: "he visto películas pornográficas con más argumento". Cierto.

Un bodrio monumental del que dan ganas de marcharse de la sala a la media hora de proyección. Eso es lo que harán algunos de los que vayan a verla. Otros aguantarán como campeones hasta el final, y no creo que disientan mucho de lo que yo acabo de escribir.

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