Cuando, el otro día, vi ‘RED’ estaba emocionada, sobre todo durante su inicio, pensando que me encontraba ante un film muy divertido, con gran ritmo y que podría contarse entre las películas más destacadas de la temporada. Sin embargo, han pasado unos días en los que he estado muy ocupada y no me he podido poner con su crítica y, en este corto periodo de tiempo, prácticamente me he olvidado de ella, lo cual no puede ser una buena señal.
Ese arranque tan rabioso y original —la curiosa forma en la que se conocen el personaje de Bruce Willis y el de Mary-Louise Parker— que tanto me impactó en los primeros minutos supone, claramente, lo mejor del film de Robert Schwentke. La estética bebe del cómic, ya que la cinta está basada en una novela gráfica —de Warren Ellis y Cully Hamner— y, gracias a eso, tenemos un despliegue de recursos y virguerías de rodaje y montaje que se disfrutan mucho. Esto significa que la película no aspira precisamente al realismo de sus escenas de acción, aunque tampoco se rueda ésta con excesivo delirio.
Bruce Willis, haciendo más de Willis que nunca, explotando al máximo su gesto torcido de sarcasmo, nos devuelve al humor negro que le conocemos y aporta un tono cómico que convierte a la cinta en aún más animada.
Reivindicación de la madurez
Las siglas del título resumen «retirado, extremadamente peligroso» («dangerous» en inglés) y hacen referencia al personaje de Willis, Frank Moses, quien ha abandonado su oficio de matón, pero aún no ha perdido ninguna de sus habilidades. La reflexión sobre agentes que quieren dejarlo y aspiran a una vida tranquila e incluso convencional no se hace aquí por primera vez. Esas ansias por retirarse chocan siempre contra los intereses de las agencias, que temen que se vayan de la lengua, pero en un terreno más psicológico, con el enganche al peligro y a la adrenalina que pueden sentir estas personas acostumbradas a la aventura. ‘RED’ hace hincapié en este último aspecto.
El elenco es espectacular, así que, cuando el grupito de viejales va reclutando a nuevos miembros, se siente la admiración de ver a otro intérprete grande. John Malkovich, Morgan Freeman, Brian Cox y Helen Mirren se van sumando paulatinamente al equipo. Supongo que no se inicia el film con todos ellos ya unidos para potenciar el efecto de la aparición de cada uno de ellos ante sus admiradores. Y el efecto se consigue.
Sin embargo, argumentalmente, el tema de ir recogiendo personas reviste escaso interés. De esta forma, al contrario de lo que suele suceder, ‘RED’ es menos interesante una vez arranca su trama principal, porque empieza a ser repetitiva. Esto se suma a que ha perdido la capacidad de sorprender con los recursos del inicio y por lo tanto, el tiempo restante, se ve con agrado, pero sin que nada destaque especialmente.
La reivindicación principal de la película, que radica en una defensa de las personas de edad y de sus capacidades, se pone en boca del personaje de Ernest Borgnine, más anciano aún que todos los mencionados, que interpreta a un vigilante de los archivos, que custodia físicamente lo que defiende moralmente: el pasado y las formas antiguas de proceder. Así, Karl Urban, que es el más joven del reparto, aunque tampoco sea un pipiolo, representa a los malos y la actitud desacertada.
Pero es que el elenco no se acaba ahí, pues también cuenta con Richard Dreyfuss, Julian McMahon y Rebecca Pidgeon, a quien conocemos gracias a los films de su marido, David Mamet.
En definitiva, ‘RED’ es una película muy divertida, con humor y acción bien rodada. Puede que no resulte memorable, pero sí produce ganas de que se convierta en franquicia y de que sus personajes y estilo de realización repitan en nuevas entregas para volver a hacernos pasar ratos tan entretenidos.
Otra crítica de ‘RED’ en Blogdecine | ‘RED’, añorando viejos tiempos, por Alberto Abuín.
Mi puntuación: