Red de mentiras que entretienen de verdad

Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien en el cine. Después de los malos resultados en taquilla, de esos trailers tan poco esperanzadores y de leer algunas frías reacciones sobre 'Red de Mentiras', me senté en la butaca entre curioso y temeroso. Empezó la película. Acción, drama, comedia, intriga. Terminó la película. Como un tiro. Dos horas de evasión de la realidad. Dos horas de gran entretenimiento. Puede parecer algo sencillo, pero lo cierto es que no es así, mirad el panorama, mirad la cartelera. Afortunadamente, Ridley Scott no decepciona, su película barre a la mayoría de las que se han estrenado este año.

Basada en la novela escrita por el periodista David Ignatius, 'Red de Mentiras' ('Body of Lies') gira en torno a un joven agente de la CIA, Roger Ferris, enviado a Oriente Medio para encontrar a un importante líder terrorista. Tras conseguir información valiosa, Ferris es herido y enviado de nuevo a los Estados Unidos, donde se reúne con su jefe directo, Ed Hoffman, el único con quien mantiene contacto cuando está en alguna misión. Hoffman le informa sobre los nuevos datos y encarga a Ferris que vaya a Jordania, donde deberá liderar una operación para atrapar, por fin, a la codiciada presa que está aterrorizando al planeta con sus bombas.

Como dije en el último post de El día del espectador, donde mi recomendación fue esta película, 'Red de Mentiras' ofrece lo que uno espera del buen Hollywood. Espectáculo orquestado con maestría, estrellas dando lo mejor de sí y una historia que también permita una pequeña reflexión, que no sea sólo una excusa para escenas de acción o para asaltar las taquillas. Es cine comercial, desde luego, pero de calidad, que es lo esencial. Tampoco creo que haya que dejar totalmente de lado su contenido crítico, que también lo tiene. Quizá por la presencia y la interpretación de Leo DiCaprio, el film de Scott recuerda a veces a 'Diamante de Sangre', otra estupenda película de acción con ración de crítica sobre el estado de nuestro mundo.

'Red de Mentiras' no es ninguna obra que requiera un esfuerzo intelectual para entenderla, no retrata la dura vida de los pobres en los países árabes, no reflexiona sobre las instituciones políticas estadounidenses, no pretende abrir un debate sobre el terrorismo; juega a otra cosa. Es un producto hollywoodiense que, partiendo de una trama que se acerca a hechos reales, pretende que el público pase un rato en el cine de la mejor forma posible. Toma cosas de aquí y de allá, ordena una trama coherente, nos pone en la piel de un protagonista con el que podemos identificarnos y nos mete de lleno en una montaña rusa cinematográfica.

Este espectáculo de imágenes y sonidos resulta tan efectivo porque en la sala de mando está un señor tan experimentado y brillante como Ridley Scott, en pocas palabras, uno de los mejores directores de todos los tiempos. Scott, al que siempre habrá que agradecer esas dos obras maestras que son 'Alien' y 'Blade Runner', está en plena forma, cumpliendo cada año con un estreno. En 2007 nos dejó una de las mejores películas del pasado año, 'American Gangster', un intenso thriller olvidado injustamente en los Oscars.

'Red de Mentiras' no está al nivel de aquélla, pero es que no lo pretende en absoluto. Pienso que en el film que protagonizó Denzel Washington había una intención de contar una gran historia, muy poderosa, y narrarla de forma igualmente poderosa, de crear una obra que fuera más allá del entretenimiento. En definitiva, de demostrar que aún se pueden hacer grandes películas, en el sistema tan criticado (con razones y sin razones) que es Hollywood. Su nueva película no va por ahí, pero es en su propia limitación donde radica su mayor acierto. No me parece que estemos ante una obra menor de Scott, estamos ante otro golpe de autoridad del cineasta, ante una demostración del mejor cine de palomitas. A diferencia de la mayoría de productos supuestamente para entretenimiento, aquí el espectador nunca se pierde, siempre sabe qué ocurre, dónde están los protagonistas y porqué hacen lo que hacen. No hay caos, hay velocidad y acción.

Parte importante del espectáculo son las estrellas que protagonizan la historia. Leonardo DiCaprio y Russell Crowe son dos de los mejores actores del panorama actual, de contrastado talento y con evidente tirón para la taquilla. Dos estrellas que brillan con fuerza y que saben la suerte que tienen de poder trabajar con Scott. No dejan pasar la oportunidad; menos aún Crowe, con ésta ya van cuatro las veces que ha colaborado con Scott (la quinta está próxima y se titula 'Nottingham'). Otros actores podrían haberse tomado este film como un respiro, un trabajillo por el que cobrar unos milloncejos de dólares y seguir tirando en el negocio. Para nada.

Atención especial a la interpretación de Russell Crowe, un auténtico fuera de serie, un actor capaz de transmitir información sobre su personaje al espectador sin hacer prácticamente nada. Su trabajo en 'Red de Mentiras' es impecable y su entrega intachable, no hay más que ver cómo luce en la película, resulta increíble que este fuera el mismo hombre que protagonizó 'Gladiator'. Leonardo DiCaprio también realiza una buena interpretación, pero creo que no resiste la comparación con el nivel ofrecido por Crowe, en mi opinión, mejor actor que él en estos momentos; quizá le falten aún unos años a DiCaprio para explotar del todo su talento (eso sí, para cambiar su acento y forma de hablar, parece que no tiene absolutamente ningún problema). Subrayar también el acertado contraste entre los dos protagonistas, uno aparentemente frío e indiferente, cínico (los comentarios chistosos que hace son impagables), el otro apasionado y entregado, muy serio.

Del resto del reparto, señalar la ¿casual? coincidencia de los dos protagonistas de la polémica 'Paradise Now', Kais Nashif y Ali Suliman, que cumplen sin problemas con sus vagos personajes, muy secundarios. También señalar la presencia del cada vez más solicitado Mark Strong, que aquí encarna a un importante jefe de la inteligencia jordana. Su transformación física choca mucho al principio, cayendo casi en lo cómico, pero pronto la composición del actor se revela cuidada e intensa, robando el protagonismo incluso a las dos estrellas. De lo mejor de la película, sin duda. Por el contrario, la jovencísima Golshifteh Farahani es de lo más flojo del conjunto, muy tópico su personaje y algo forzada su relación con Ferris.

Por tanto, estoy de acuerdo con algo que se ha dicho mucho sobre 'Body of Lies', primero sobre el libro y luego sobre la adaptación al cine, la historia romántica falla. No he leído la novela, así que no sé cómo está en esa obra, pero en la película creo que se puede "perdonar" este aspecto. En este sentido, considero que el momento de crisis que vive el protagonista, que llega a creer que ya no tiene motivos para seguir en pie, justifica sus acciones y que siga a la chica, quien le ofrece una posibilidad de redención. Por cierto, al parecer, la participación de la actriz Carice Van Houten, que tenía el rol de la ex-mujer de Ferris, se quedó en la sala de montaje. Conociendo a Ridley Scott, no me cabe duda que veremos esas escenas en una futura edición del director en DVD.

Por último, exponer brevemente tres ideas con las que creo que 'Red de Mentiras' podría haber sido mejor película. En primer lugar, una exposición breve pero suficiente de la posición de Hoffman en la inteligencia norteamericana, es decir, dejar más claro cuál es su poder y por qué trabaja de la forma en que lo hace (todo lo que sea mantener a Crowe en pantalla, mejorará el resultado final, sí). En segundo lugar, lo dicho, elaborar un poco más la subtrama amorosa y justificar mejor que Ferris se arriesgue de ese modo por la chica. Por último, creo que era necesario un final más dramático para la historia que se está narrando. Me parece que se rompe un poco la lógica de los acontecimientos. Al margen de esto, la película me parece redonda, un ejemplo de realización cinematográfica y lo más entretenido que hay ahora mismo en cartelera.

• Otra crítica en Blogdecine:

'Red de mentiras', el engaño de Ridley Scott