En 1984, el a veces temible John Milius —escritor de films como 'Harry el fuerte' ('Magnum Force', Ted Post, 1973), 'Apocalypse Now' (id, Francis Ford Coppola, 1979), y director de maravillas como 'El viento y el león' ('The Wind and the Lion, 1975) o 'El gran miércoles' ('Big Wednesday', 1978)—, ni corto ni perezoso escribió y dirigió 'Amanecer rojo' ('Red Dawn') con un reparto de actores jóvenes que por aquel entonces empezaban a despuntar como Patrick Swayze, C. Thomas Howell —ambos venían de 'Rebeldes' ('Outsiders', Francis Ford Coppola, 1983)— o Charlie Sheen, que debutaba, para nuestra desgracia, en el cine con esa película. La misma narraba una invasión rusa en suelo americano y dejaba el destino de la 3ª Guerra Mundial en un puñado de chicos. Delirante visto desde cualquier punto de vista.
Como anécdotas cabe citar que la película de Milius fue la primera en prohibir la entrada a menores de 13 años en su país, y el título sirvió como nombre a la operacióm militar que capturó a Saddam Hussein en el 2003, algo que enorgulleció a Milius (sic). Un remake era algo que muchos podríamos esperar, sobre todo porque el film original no pasa de ser un entretenimiento muy justo y olvidable, mejorable en todos sus aspectos. En el 2009 el especialista Dan Bradley se encuentra dirigiendo el remake, y que en un principio cambia a los rusos por chinos, pero temiendo que estos se enfadasen o que la película se viese afectada en la taquilla de aquel país, se cambió por Corea del Norte y todos tan contentos. El problema es que 'Red Dawn' no triunfó ni en China ni en cualquier otro lugar. Y no me extraña, puesto que es infinitamente peor que la original.
(From here to the end, Spoilers, pero qué mas da) El argumento de 'Red Dawn' —recordemos, filmada en el 2009 pero no estrenada hasta finales del 2012 en USA, por diversos problemas en la MGM, hasta que Chris Hemsworth tuvo un éxito con cierta película sobre un grupo de superhéroes y Josh Hutcherson con cierta memez sobre juegos de supervivencia, fue entonces cuando decidieron estrenarla— es casi idéntico al de Milius, con algunas tonterías más, y por supuesto una puesta en escena que dista mucho de la del original, que al menos tenía algunas escenas de acción decentes. Es un día tranquilo en los maravillosos Estados Unidos de América, en un puebelecito donde sus residentes viven tranquilamente, y nuestro protagonista, ex soldado en Irak, regresa a su hogar para... volver a luchar, ya que de repente un buen día el pueblo es invadido por soldados de Corea del Norte que toman el lugar implantando un nuevo poder.
Chris Hermsworth encabeza recoge el testigo de Patrick Swayze y lidera el grupo de rebeldes, los Wolverines, que se las harán pasar canutas al osado invasor. Por cierto, que las razones de la invasión jamás son expuestas, a no ser que quiera subrayarse el hecho de todas las guerras son ridículas y sus razones absurdas. En cualquier caso, lo que aquí tenemos es un enemigo invasor que no tiene ni idea de cómo operar, por no llamarlos tontos directamente. No sé qué será más ofensivo para los coreanos, el ser los villanos de la función, o el ser literalmente estúpidos —me recuerda la jugada que hizo Clint Eastwood con su terrible 'Firefox' (id, 1982) en la que ponía a los rusos como los seres más idiotas del planeta—; así es que el puñado de jovencitos que forman un mini ejército se las ingenian para burlar toda la seguridad de los coreanos —entran y salen en zonas vigiladas cuando les da la gana— y ganarles la batalla porque han recibido dos cosas: una, entrenamiento de un ex soldado, y otra, el consejo de un padre muerto. Los coreanos no tienen ni idea de lo que vale eso y lo pagarán caro.
Si tuviera que destacar algo de un film previsible y aburrido hasta la saciedad como este, señalaría únicamente la secuencia en la que el pueblo es invadido, y en medio de un total desconcierto los protagonistas toman una camioneta a la que se van subiendo más y se ocultan en el bosque. Punto. El resto es un sin sentido en el que no funciona ni la aparición de Jeffrey Dean Morgan al mando de uns pocos marines que sueñan con conocer a los Wolverines, que ya de por sí, uno de los despropósitos más grandes de la película, la cual incluso peca de cobardía en su tramo final, cuando deja un desenlace abierto. Al menos Milius desmotró tenerlos bien puestos al sugerir quién ganaba la contienda. Aquí es algo que nos da exactamente igual, probablemente por el ensalzamiento de valores ridículos o el poco carisma que tienen sus actores, empezando por el desastroso Josh Peck, cuyas escenas con Hemsworth, tratando de solventar traumas de juzgado de guardia son de vergüenza ajena.
Y es que lo único bueno de todo su reparto es la presencia, atención, de Chris Hemsworth —mejor actor de lo que parece a simple vista—, que se pasa por el film con cara de "¿pero por qué me meto en mierdas de este calibre?". Así que no lloremos por su no distribución en nuestro país, en realidad cualquier país. 'Red Dawn' es un bodrio de tomo y lomo que no merece ni ir directa al DVD o Blu-ray. El olvido es su lugar.
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