Dentro de la lista de títulos que desaparecerán pronto de HBO Max, tenemos el reality más divertido y adictivo del año (junto con la temporada 2 de 'Drag Race España'). 'FBOY Island' triunfa donde los realities de Telecinco fracasan y solo tienes hasta el domingo 18 antes de que lo quiten de HBO Max.
¿Chicos malos o chicos buenos?
La premisa es tan surrealista como descacharrante: tres chicas, una isla y 24 pretendientes que pueden ser chicos buenos o chicos malos (nice guys o fboys). Las concursantes irán conociéndolos a lo largo de de los capítulos y eliminando aquellos con quienes tienen menos conexión. Ojo, porque si al final se quedan con un chico malo, él se quedará con todo el dinero del premio y tendrá que decidir si compartirlo con ella o no.
Un punto de partida loquísimo y ni siquiera el propio programa se toma en serio. Ese es el punto fuerte de este reality y del que deberían tomar nota 'La isla de las tentaciones' o 'Para toda la vida': asume su identidad lúdica y desenfadada y está constantemente haciendo parodia de sí mismo.
El programa sabe que hemos venido aquí a jugar y nos da buenas dosis de mamarracheo, acompañadas siempre de humor y ese contrapunto irónico que consigue arrancar más de una carcajada.
Para que nos entendamos, aquí podemos estar viendo a una pareja acaramelada enrollándose y, de repente, nos meten un plano de la cara de un camello con la lengua fuera. O ver a otra pareja paseando idílicamente por la playa y ponernos un inserto donde diga que "como su cita fue muy aburrida, os dejamos con 10 segundos de abdominales", etc.
Gran parte del mérito de ese tono tan juguetón es de Nikki Glaser, la cómica que acepta aquí su papel como maestra de ceremonias y protagoniza sketches tan divertidos como "dar asistencia psicológica" a los chicos malos, para que "aprendan a lidiar con la abstinencia".
Por supuesto, también tiene su parte de salseo sin complejos que resulta tremendamente entretenida, tanto por los ya mencionados toques de humor como por saber medir mejor el tiempo para evitar alargar innecesariamente escenas y/o conflictos.
En cuanto a los conflictos, tenemos de todo un poco pero sin caer en la dinámica de intentar blanquear determinados comportamientos turbios, como sucede en otros casos. Incluso en los momentos más dramáticos, consigue mantener un buen equilibrio y romper la tensión al final (con alguna mirada cómplice de los concursantes a cámara, por ejemplo).
El reality tiene dos temporadas de 10 capítulos cada una y se devoran una tras otra. La primera es divertida pero es que la segunda sube las apuestas y se permite ser incluso más paródica, metiendo bromas visuales y muchas metarreferencias a personajes y sucesos del propio show.
'FBOY Island' tiene todo lo que le falta a los realities que se emiten en abierto: es divertido, adictivo y se toma muy poco en serio a sí mismo. Una lástima que HBO Max se vaya a deshacer de él porque es el mejor reality de su catálogo y podéis aprovechar este finde para maratonearlo antes de que deje de estar disponible.
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