La segunda temporada de 'Reacher', que está arrasando en Amazon Prime vídeo, es una continuación más o menos canónica de la anterior, pero funciona de forma casi independiente, ya que lo que hace es adaptar de nuevo otra novela diferente de la colección de Lee Child, en la que el protagonista corre otras aventuras, con una consecución que no resulta tan importante, y así parece que va a ser el desarrollo de la serie, con cada distinta temporada cubriendo el material alterno.
En esta se adapta la undécima novela, 'Bad Luck and Trouble', mientras que las películas de Tom Cruise, por ejemplo adaptaban 'One Shot', la novena, y 'Never Go Back', la decimoctava, por lo que no sabemos si las posteriores temporadas se atreverán a volver a alguna de las primeras de nuevo, con lo que el orden de los eventos realmente no tendría relevancia en la forma de disfrutar la serie. Ahora, el protagonista se junta con sus antiguos amigos de su grupo de investigadores del Ejército para buscar a los asesinos de algunos compañeros que están muriendo.
Más tiros, más tortas, más personajes
El grupo acaba siendo sospechoso para la policía mientras les persiguen los propios asesinos, una premisa llena de posibilidades y que muestra a un héroe ya no tan solitario como en la anterior temporada. El contacto hace que esta sea muy diferente, pero en los aspectos más narrativos sigue siendo muy sencilla. Sigue yendo al grano, sigue teniendo un guion muy básico, para lo bueno para lo malo, pero muy entretenido y bien hilado en cuanto a que no se toma tiempo de más en desarrollar diálogos que no van a ninguna parte.
Es más como una de esas antiguas series de los 90, de personajes que nos caen bien y acaban siendo la verdadera razón de ser. Esto es aquí lo que engancha y por eso la serie está haciendo unos números apabullantes en Amazon Prime.
El carisma de Alan Ritchson transmite una gran confianza, deja también un punto anacrónico, pues no quiere ni puede competir con propuestas de crimen más barrocas como 'Fargo', que es espectacular, pero que tiene ese punto de ir por delante del espectador en algunos aspectos, creando alguna traba que hace que en determinadas circunstancias no apetezca ponerse más de dos capítulos seguidos.
En 'Reacher' no ocurre. Te lo pone fácil. Es una hamburguesa, resulta muy sencillo entrar y es consciente, por ello, acaba siendo un bolsilibro, un tebeo que equilibra bien la trama y el suspense, la tensión, con las tortas limpias, como las que ya vimos en la anterior temporada. Pero no funcionaría sin su humor, que siempre proviene de la autoconfianza que tiene el personaje una ventaja competitiva cuando toca pelear. Nunca se nos muestra con dudas, pocas veces fallando, y esa perfección es tan caricaturesca que nos encanta ver cómo se recrea en su propio orgullo.
La nueva serie favorita de tu padre, y la tuya también
Además, la segunda temporada se consagra como una serie muy americana en todos los aspectos. Bebe de clásicos de los 70 y 80 de cine forzudos, huele a Bourbon, a aceite de Chevy y música country rock y blues. Aunque en esta aparezca más en zonas urbanas, a diferencia de anterior que era un pueblo, sigue manteniendo ese toque, muy en contacto con las clases medias-obrera estadounidenses, también afín el espíritu del protagonista, no un mega héroe militar, sino un nómada, un vagabundo que va repartiendo justicia, muy al estilo de las 'Macgyver', 'El coche fantástico' o 'El equipo A'.
La diferencia es que no falta la violencia más cercana al cine de acción de los 90, desde Seagal a Norris, etc. Lo que encontramos en los nuevos episodio es que el actor ya está en su salsa dentro del personaje, mientras los directores y guionistas tienen aún más claro lo que tienen entre manos y esto sirve para sortear los inconvenientes de ir adaptando un libro que tiene siempre nuevos personajes, remando a su favor porque se las arreglan para que en el primer episodio parezca que ya conozcamos a esas nuevas caras.
La forma en la que deja puntos suspensivos en relaciones del pasado, como una antigua compañera con la que tenía un amago de romance, es puro neonoir, y su uso de los flashbacks son apasionantes porque nos deja asomarnos a algunas de las experiencias que han hecho a 'Reacher' lo que es hoy.
En muchos aspectos esta serie se mantiene como la opción correcta frente a las películas y por ello se está convirtiendo en una predilección del público, un placer culpable nada culpable, quizá no concebida para entrar en las listas de los Emmys pero es de esos raros casos de encontrarse una de las que se espera cada semana ver el nuevo episodio.
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