"Perspectiva". Esa es la palabra clave en esta maravillosa película. Cuando el personaje de Mr. Ego (que categoría da a este personaje la impagable voz de Peter O'Toole, que demuestra el sin sentido del doblaje), entra, en la parte importante de la trama al Chef Gusteau, restaurante donde desarrolla sus habilidades nuestro protagonista Remy, le pide al maitre que le traiga perspectiva. El maitre sorprendido, no entiende, ese plato no está en la carta. Mr. Ego, le explica el sentido de lo que para él es "perspectiva", y viendo la vulgaridad en el rostro del maitre sentencia con un "quiero que el chef me sorprenda". Y le dan 'Ratatouille'.
Así es a lo que yo me arriegue con esta película, a dejarme sorprender de nuevo con Brad Bird. Bien que lo agradezco.
Perspectiva es regresar a la infancia, al cine que descubrimos cuando éramos niños, cuando aún teníamos intacta nuestra inocencia, y eramos capaces de descubrir imágenes atrapándolas con nuestra mirada, sin los agasajos del marketing, sobre todo, los que pertenecemos a la generación de Brad Bird, y de este modo traer, actualizadas, los viejos clásicos de Disney, (viendo la película a uno le viene a la mente 'Pinocho', ¿no es Gusteau un Pepito Grillo moderno, ni Remy, un moderno Pinocho que busca ver cumplido su sueño?), y las películas, en palabras de Brad Bird, de Buster Keaton.
Ese empeño del director, y también guionista, por darnos esa perspectiva, intentando desarrollar el proyecto iniciado por Jan Pinkava, de hacer cine grande, imperecedero, bien ha valido la pena. Porque estamos ante la mejor película, y la historia más redonda de Pixar. Aquí Brad Bird hace la cuadratura del círculo, no hay los pequeños altibajos de 'Los increíbles', que rompían el ritmo de la película.
Aquí todo está bien atado, en las cuatro partes en las que está dividida la película, destacando como siempre todos los secundarios, desde Mr. Ego hasta Skinner, un chef pequeñito con echuras de Napoleón Bonaparte, al que da voz otro impagable Ian Holm (que curiosamente en el cine hizo de Napoleón).
Entre los alardes técnicos destacar un París hecho al milímetro, impresiona la primera panorámica de la ciudad de la luz, que se abre ante la mirada de un Remy, tan sorprendido como el espectador cuando descubre la ciudad, o el ritmo de la primera secuencia en la que vemos la cocina, realizada como un plano secuencia, o el hecho de que todas las imágenes están realizadas sin actores de por medio sobre los que luego realizar la animación. Y continuaría contando la película. Pero eso sería amargaros un dulce.
Pero para terminar, me gustaría regresar a Mr. Ego, el crítico gastronómico, y su ya famosa reseña que he visto colgada por algún blog:
La vida de un crítico es sencilla en muchos aspectos. Arriesgamos poco y tenemos poder sobre aquellos que ofrecen su trabajo y su servicio a nuestro juicio. Prosperamos con las críticas negativas, divertidas de escribir y de leer. Pero la triste verdad que debemos afrontar, es que en el gran orden de las cosas, cualquier basura tiene más significado que lo que deja ver nuestra crítica. Pero en ocasiones, el crítico sí se arriesga cada vez que descubre y defiende algo nuevo. El mundo suele ser cruel con el nuevo talento. Las nuevas creaciones, lo nuevo, necesita amigos.
Pues sinceramente, en esta fábula animada, y utilizando estas palabras, el señor Brad Bird ha encontrado un amigo, rendido ante la magia del cine. Ése, que la cartelera de hoy en día nos suelta a cuenta gotas. Pixar apuesta fuerte... y que continúe con la racha.
Nota: La película se estrenará el 3 de agosto
Más información | En Metacritic, le han dado una puntuación de 94 sobre 100, y se aupó al sexto lugar en la lista de todos los tiempos. En este enlace tenéis alguna reviews de la película, y la opinión de Cartoon Brew con el triunfo de la película.
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