'Puedes contar conmigo', contando con un drama exquisito

Sonará a comentario gratuito, pero tengo que explicar que soy el mayor de cinco hermanos. Lo digo porque quizás eso explique que 'Puedes contar conmigo', una película de aire independiente dirigida y escrita por Kenneth Lonergan, me haya conmovido tantísimo. Es de esas películas que todo el mundo te recomienda, pero que la vas dejando en favor de, todo hay que decirlo, títulos generalmente más mediocres.

Los protagonistas absolutos de esta maravilla están interpretados por Mark Ruffalo y Laura Linney, dos actores no muy conocidos en ese momento (aunque ella había sido Meryl en la espléndida 'El Show de Truman'), y que luego han disfrutado de un justo reconocimiento por su aportación en películas más conocidas. Ni que decir tiene que, tras ver 'Puedes contar conmigo', es imposible imaginarse a otros actores haciendo el mismo papel, porque cada uno le añade tantas particularidades, tantos matices a su personaje correspondiente, que quedan unas actuaciones a todas luces inolvidables.

'Puedes contar conmigo' es una historia de amor de hermanos. Dos hermanos que, a pesar de todas sus diferencias, proceden de los mismos padres, y parece haber una fuerza del más allá que logra que, con todo, sigan queriéndose y deseando estar juntos. ¿Es posible que dos hermanos sean contrapuestos? Por supuesto. Muchas veces si tienes hermano mayor y éste te hace sombra, tiendes a seguir caminos alternativos, en forma de rebelión, y te conviertes en lo contrario. Algo así puede haber pasado a Terry Prescott (Mark Ruffalo), un tipo absolutamente echado a perder, con antecedentes penales, que viaja a su pueblo natal en busca de su hermana Samantha (Linney), una empleada de banca, divorciada aunque con una vida muy plena y estructurada. Pronto se desvela que lo que Terry busca de Samantha es un poco de estabilidad, por lo que no tardará en pedirle dinero para poder rehacer su vida junto a su novia.

Cuando su novia intenta suicidarse, Terry decide quedarse un tiempo conviviendo con su hermana y su sobrino Rudy (Rory Culkin), y esto no le es fácil, ya que su idea inicial había sido ir de visita dos días, conseguir dinero y volver. Enseguida congenia con Rudy puesto que le ofrece una forma de pensar más libre y no tan inflexible como la que le impone su madre. Pero los dos hermanos no pueden evitar echarse a la cara las miserias del otro, a modo de ejemplarización, buscando que el otro progrese.

Es una delicia en esta película que, sin buscar la lágrima fácil, permanentemente la roce con momentos sumamente emotivos. Ayuda que en las escenas de mayor adversidad, el silencio se interrumpa para dar paso a piezas clásicas de Bach o temas folk de entre otros, Steve Earle. SPOILER Por ejemplo, el momento en el que Terry está en el coche diciendo que Rudy se suba en el coche para ir a pescar, junto al rostro de admiración de Samantha, es simplemente precioso. Me dan ganas de llorar sólo de escribirlo y recordarlo. O la despedida final, donde demuestran que, a pesar de su difícil convivencia, se quieren uno al lado del otro mientras vivan. FIN SPOILER. Lo mejor es que no son situaciones muy forzadas, sino circunstancias cotidianas, que desechan lo tremebundo y huyen de lo mórbido, evitando tópicos y lugares comunes (la ambientación rural es muy adecuada). 'Puedes contar conmigo' sin duda tiene los pies en la Tierra dentro de su intimismo, y esa es probablemente su mejor baza.

El ritmo es algo que hay que asimilar, ya que se disfraza mucho de lento, cuando en realidad es sólo calmado y deja vía libre al espectador para que medite sobre lo que está viendo. Hay tantas anécdotas sobre la personalidad de Terry y Samantha que es normal encontrar referencias en nosotros mismos y nuestros hermanos. 'Puedes contar conmigo' te dice muchas cosas, pero ante todo te recuerda que tu hermano/a siempre estará ahí, por mucho que pase los años. Lo que un repipi se limitaría a recitar como "la fuerza de la sangre". La película deja claro que la relación entre hermanos está marcada por el deseo de enseñar uno al otro, de ser, en fin, uno modelo del otro, y en efecto Samantha lo intenta hacer continuamente con Terry, al que en ocasiones desprecia por la vida que lleva, pero como dice el proverbio, "viendo la paja en el ojo ajeno sin ver la viga en el otro". Achaca a Terry sus despistes a la hora de cuidar a Rudy, cuando en realidad esto es consecuencia de que ella misma no puede ocuparse de él.

Acompañando a estos dos monstruos de la interpretación que demuestran ser Ruffalo y Linney, se encuentran Matthew Broderick, como el director del banco en el que trabaja Samantha y con el que ella se lleva aparentemente muy mal, y Rory Culkin (sí, hermano de Macaulay), el hijo de Samantha y por tanto sobrino de Terry, que resulta adorable la mayoría de las veces aunque algo "artificial" en otras. Por lo demás, el propio Kenneth Lonergan aparece en lo que podríamos llamar un cameo, como sacerdote que pretende ayudar a Terry.

Tratando el tema que trata, que a priori no es nada del otro mundo, y el ritmo al que uno ha de acostumbrarse, parecería que estamos ante un melodrama aburridísimo. Falso. 'Puedes contar conmigo' ofrece un repertorio reflexivo y profundo, que produce interés real en el espectador, de una forma muy realista y espontánea, gracias a un guión perfecto. Cuenta además, no me cansaré de decirlo, con la mejor interpretación de Laura Linney hasta la fecha (miren su papel en 'La Familia Savages' y verán que, por lo general, es calcadito), que no en vano obtuvo una merecidísima nominación al Oscar, y no lo ganó porque Julia Roberts en forma de Erin Brockovich se cruzó en su camino. En definitiva, una película muy agradable y enternecedora, de las mejores que han salido de Sundance, con una insuperable definición de personajes y momentos muy logrados. Cuando termine usted de verla, tendrá unas ganas enormes de darle un abrazo a ese hermano con el que no se lleva especialmente bien. Prometido.

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