'Promesas del Este', otra historia de violencia

'Promesas del Este', otra historia de violencia
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Ante todo manifestar mi postura ante lo comentado por mi compañero Chico Viejo en su crítica de 'Promesas del Este' y con lo que estoy completamente de acuerdo: damas y caballeros, que Cronenberg no hace dos años que está haciendo cine, que ya lleva más de treinta, durante los cuales ha demostrado con creces su talento, aunque por supuesto también ha metido la pata hasta el fondo. El cambio de género evidentemente le ha llevado a realizar una serie de cambios temáticos que tal vez se alejen un poco, sólo un poco, de las constantes de su peculiar forma de hacer y entender el cine.

Por supuesto que habrá muchos, como un servidor, que prefiera films como la estupenda 'Una Historia de Violencia' a bodrios infumables como 'El Almuerzo Desnudo', films como el presente a excesos como 'Scanners'. Pero también me quedo con películas como 'Cromosoma 3' o 'Inseparables', por poner algunos ejemplos, films donde la fuerza visual del director quedaba bien patente, y en algunos casos, menos de lo que algunos se creen, llegaba a perturbarnos como pocas veces se ha hecho. A pesar de moverse en un contexto más convencional, si queréis llamarlo así, ese tipo de cosas siguen formando parte del buen hacer de Cronenberg.

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'Promesas del Este' está muy cerca en tono e intenciones a su anterior film, 'Una Historia de Violencia'. Esta vez el argumento es un poco más simple, por mucho que se empeñen en ver en él ramificaciones que no existen. Por un lado los tejemanejes de la mafia rusa en Londres, y por otro lado la obsesión de una comadrona por encontrar a los familiares de una recién nacida, cuya madre, malherida por razones que tiene que ver con la mencionada mafia rusa, ha muerto en el parto.

La película en su sencillez, quizá demasiada, va fluyendo con total facilidad haciéndonos partícipes de su historia en la que entramos con total convicción, gracias al tempo utilizado por Cronenberg, con ese ritmo pausado pero seguro en el que poco a poco vamos conociendo a unos personajes, todos realmente interesantes aunque algunos rayen el tópico más que otros. Al mismo tiempo adereza la historia con alguna que otra imagen truculenta, que nos devuelve a los tiempos más bestias de su director, pero que no tienen nada de gratuito. Hablamos de escenas extremadamente violentas, que en algún caso pueden incluso lograr que el espectador aparte la mirada de la pantalla. Una violencia única, directa, concisa y sin ningún tipo de efectismo. Al respecto cabe citar la ya más que comentada por todos, escena en una sauna, y que muy probablemente pase por derecho propio a los anales de la historia del cine por su viveza, crudeza e impacto. Por cierto, apuntar que actualmente hay pocos actores que se atreverían a rodar dicha secuencia tal y como lo hace Viggo Mortensen aquí, demostrando una vez más que puede hacer lo que le echen. Nominación para este actor pero ya. Está increíble, llegando a levantar la película más de lo que se merece, es más, es probable que sin él en el papel principal, el film hubiera sido otra cosa bien distinta.

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En el resto del reparto hay de todo. Naomi Watts es una mujer muy guapa y muy buena actriz, pero aquí, sin estar mal, creo que no da todo lo que puede dar de sí. Además, se echa en falta que su personaje se adentre más en el submundo que acaba de conocer. Uno nunca termina de sentir que su personaje pueda estar en verdadero peligro por meter las narices donde no debía. Armin Mueller-Stahl seduce e impresiona con su sola presencia, aunque en su parte final parece que se olvidan de él. Vincent Cassel me parece el peor de todos, con un personaje demasiado payaso, y por otro lado, algo incomprensible, sobre todo en sus acciones.

Para un servidor la película tiene un enorme problema en sus diez o quince minutos finales, salvando por supuesto el extraordinario plano que cierra la película. De repente a todo se le da el carpetazo, el ritmo pausado que había hasta ese momento se acelera bastante, las coincidencias hacen acto de presencia y todas resultan forzadas. Así pues, el relato no me parece tan perfectamente cerrado como pretende exponerse por ahí.

Evidentemente esto no impide que nos encontremos ante una buena película, que junto con algunas otras maravillas que se han estrenado muy recientemente, forma parte de lo mejor que en estos momentos puede ir a verse a una pantalla grande. Ya era hora.

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